Una de las sospechas más populares entre la población era que debido a disputas con otros pescadores, se hubiese tratado de un asesinato
Luego de que el pasado viernes nueve de febrero fuera encontrado su cuerpo en el Malecón de Jocotepec después de cinco días de búsqueda, no fue completamente esclarecida la causa del deceso, debido a las circunstancias en las que desapareció. Foto: Miguel Cerna.
Miguel Cerna.- De acuerdo con el informe entregado a sus familiares por parte del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), el pescador del Chante, Eduardo Carranza Dávalos, murió de asfixia por sumersión. Con esto se descartan los rumores sobre un posible asesinato como causa de su muerte.
Eduardo Carranza, de 52 años de edad, entró a la laguna el pasado sábado tres de febrero alrededor de las 10 de la noche, supuestamente motivado por conflictos con otros pescadores, por lo que algunas personas sugirieron que se había tratado de un asesinato.
Eduardo Carranza González, hijo del finado pescador, explicó a Laguna vía telefónica que, de acuerdo al informe forense entregado por el IJCF, la causa de la muerte fue la asfixia por sumersión, es decir, ahogamiento.
Sin embargo, la fecha del deceso que aparece en el informe es la del día en el que fue encontrado, situación que le pareció discordante a Carranza Dávalos porque cuando acudió a reconocer el cuerpo, notó que ya estaba en un avanzado estado de descomposición.
Hasta el momento tampoco se ha encontrado la canoa en la que navegó el pescador, embarcación blanca con la punta amarilla y el distintivo de “Luisa”.
Después de la larga e intensiva búsqueda que emprendieron en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Jalisco y las unidades municipales de Protección Civil y Seguridad Pública; su familia y amigos pudieron realizar los servicios funerarios el sábado 10 de febrero.
La misa se celebró al mediodía del domingo 11 en la capilla del Chante, para posteriormente sepultar el cuerpo de Eduardo Carranza Dávalos en el Panteón Municipal de Jocotepec. Dos horas fue lo que el cortejo fúnebre caminó desde la agencia hasta la cabecera municipal que está a casi cuatro kilómetros de distancia.
Tras cerrar el amargo capítulo, Eduardo hijo aprovechó para agradecer a todas las personas que se involucraron durante la búsqueda, especialmente a los elementos de la Fiscalía. “También (agradecer) a la Fuerza Única porque estuvieron conmigo, me estuvieron dando mucho ánimo y gracias a Dios lo encontramos”, concluyó.
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