La detención del tres de agosto, evidencia que se sigue construyendo pese a la suspensión
En el espacio hay trompos y maquinaria de construcción, por lo que es notorio que se ha estado trabajando en un tiempo no muy lejano, donde algunos trabajadores de los vecinos dicen tiene por lo menos un mes
Manuel Jacobo (Chapala, Jal).- Alrededor de 74 cuartos de hotel y 27 villas pretende construir la iniciativa privada en un predio ubicado en la parte alta de los cerros de Ajijic, zona donde no existe capacidad para brindar servicios básicos y está en los límites de la reserva urbana.
Para realizarlo, la iniciativa privada solicitó una licencia de construcción al ayuntamiento, bajo una propiedad que originalmente pertenecía a la ciudadana Armida de la Parra Chávez pero que -en 2011- se escrituró a nombre de Hugo Castellanos Vázquez, según el registro público de la propiedad 5448.
La licencia para edificación se logró en la administración de Javier Degollado González (2015-2018), bajo el folio 361/2017, donde otorgaron permiso para que la casa de la señora Armida fuera modificada para albergar ahora 45 habitaciones de hotel, además de bungalows en dos niveles.
Fue así como el director de Ecología, Alfredo Gutiérrez Guerra, presentó el escrito 292/201 para autorizar el estudio de impacto ambiental, documento sellado y firmado con fecha de 27 de septiembre de 2017.
Sin embargo, este escrito catalogaba la zona como de “alta capacidad de amortiguamiento y de carga ambiental al ecosistema y el mínimo riesgo que representa actualmente” e incluía que ya había alumbrado, vías de comunicación y agua, pero los vecinos del Fraccionamiento “Lomas de Chapinaya” dicen que el agua será insuficiente y la constructora ha intentado perforar en la zona para conseguir el líquido.
Otra de las preocupaciones son los residuos que va a generar el hotel y las villas, pues la no existencia de drenaje expuso que el desarrollo pondría una planta de aguas residuales pero no se indica cómo operaría, ni quien la supervisaría.
A lo anterior, se suma la ampliación y modificación de la obra que, finalmente, constaría de cuatro edificios con 74 habitaciones de hotel y otras 27 villas de hasta cinco niveles, lo que supone un mayor impacto.
Le hacen “la chamba” al Ayuntamiento de Chapala
Debido al impacto ecológico que está ocasionando y que ocasionará la obra, los vecinos del fraccionamiento decidieron interponer un juicio por lesividad ante el Juzgado Quinto en Materia Administrativa, Civil y del Trabajo en el Estado de Jalisco bajo el expediente 486/2018, donde se indicó que la obra debe ser suspendida.
Es decir, no deben seguir edificando mientras exista una controversia legal que resuelva ya sea a favor de los vecinos o bien de los desarrolladores. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Chapala fue acusado de no acatar la medida hasta cinco meses posteriores a la resolución.
Como si eso fuera poco, no se ha garantizado la suspensión del proyecto, pues constantemente se ven trabajadores de la construcción y la caseta de vigilancia tiene videos y grabaciones del ingreso de materiales de parte de la constructora.
Durante la controversia legal, se ha condenado un pago al dueño del predio, Hugo Alfredo Castellanos, por hasta 95 mil, 184 pesos, pero los vecinos señalaron que su daño era irreparable con dinero, por tanto, el pago y el incidente de suspensión -otorgada el 29 de mayo de 2018- con el que planeaban seguir construyendo se fue abajo.
Debido a que la construcción se encuentra en un fraccionamiento privado, este cuenta con vigilancia las 24 horas, por lo que si alguna persona no reside en la zona no se le permite el paso, lo que originó que Hugo Alfredo Castellanos Vázquez promoviera un amparo.
Así fue como Alfredo Castellanos, el primero de abril de 2020, obtuvo el amparo 529/2020 para “que se garantice que el quejoso pueda arribar al inmueble que aduce es de su propiedad”, aunque los vecino indicaron a Laguna que nunca se le ha negado el ingreso, con excepción de terceros que llegan con materiales de construcción.
Ante estos hechos, Hugo Alfredo promovió un incidente por exceso o defecto en el incumplimiento y el nueve de junio de 2020, el mismo Juzgado Noveno de Distrito Materia Administrativa, Civil y del Trabajo en el Estado de Jalisco solicitó al ayuntamiento cerciorarse que haya un camino para llegar al predio.
Con este amparo, el desarrollador busca no solamente ingresar trabajadores a la zona, sino materiales de construcción -como constantemente lo hace-, así como de la policía municipal, desacatando con ello la suspensión de la obra.
Un Plan de Desarrollo Urbano en Chapala que no protegió al medio ambiente
En 2001, sí se consideró la protección de las partes altas de los cerros y en zonas como la Chapinaya se permitía construcciones pequeñas y que no tuvieran gran impacto en el medio ambiente.
Dicha sentencia forma parte de las consideraciones del Plan de Desarrollo Urbano publicado el 28 de julio del 2001, mismo que fue modificado el 27 de julio del 2006.
Durante la administración de Gerardo Degollado González se dejó la cota máxima de mil 650 metros y se otorgaron permisos a diversas construcciones que ahora están definiendo el nivel.
Fue así como se dio de forma irregular –porque nunca se hizo modificación del Plan de Desarrollo Urbano- permiso a la zona de las minas en San Antonio Tlayacapan y la cota mayor en Tres Cañadas.
El 15 de febrero de 2012 se aprobó en cabildo subir la cota máxima hasta mil 800; es decir, muy por encima de donde está la construcción en el fraccionamiento Chapinaya, misma que se ratificó el 16 de marzo y se publicó bajo el folio real 3631656 el 30 de agosto de 2012.
A pesar de las modificaciones, este plan dejó fuera a la Chapinaya, es decir, el mapa no indica que tenga un uso de suelo, pero ante tal falta, se usó otro instrumento municipal, motivo por el cual se justificó el uso de suelo de la zona, considerando que este es uno de los requisitos principales para otorgar una licencia.
“Según el programa están dentro de la zona amarilla que es uso habitacional, salvo revisar estas cotas que se ven acá arriba” mostró el mapa el actual director de Planeación y Desarrollo Urbano de Chapala, Gilberto Chaires Muñoz.
Y pese que durante la consulta del tema ante la dirección de Planeación y Desarrollo Urbano, apareció la zona como de amortiguamiento en el nuevo instrumento que está impulsando la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial en la región de Chapala, actualmente se modifica y aparece como una zona urbanizable.
Una detención que muestra que la obra no para
El tres de agosto llegaron camiones con materiales y obreros al fraccionamiento la Chapinaya, se les negó el acceso por no vivir en la zona y porque la obra debe mantenerse suspendida.
Ante la negativa al ingreso se presentó el desarrollador Alfredo Castellanos con elementos de la policía municipal en donde se encontraban algunos mandos, como lo es Gustavo Anaya y seis de sus compañeros. Los elementos de seguridad del fraccionamiento explicaron que no se permitía el ingreso de material de construcción para la finca por la controversia legal, pero que el dueño tenía libre acceso.
Así fue como detuvieron al asesor legal del fraccionamiento “Lomas de Chapinaya”, Eduardo Alejandro Pérez Sandoval. Los elementos de la policía indican que su detención fue por agresividad y posteriormente fue liberado.
Sin embargo, Laguna tuvo acceso a los videos de seguridad donde se ve la llegada de los materiales de construcción y posteriormente cuando Hugo Alfredo Castellanos hace amenazas contra los elementos de seguridad y el defensor legal detenido se mira en constante calma.
Los vecinos lamentan que esta detención se origine de esa forma donde Pérez Sandoval permaneció incomunicado por hasta dos horas privado de sus derechos primordiales, por lo que interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco.
Lo que deja claro que el papel de las autoridades municipales no ha sido del todo claro a pesar de que el alcalde Moisés Alejandro Anaya Aguilar diga lo contrario, las autoridades municipales no está otorgando las garantías para que la obra está suspendida pero sí ofrece apoyo para introducir material a una edificación que tiene restricciones.
El hotel Chapinaya o el desarrollo también conocido como Monte Lago recibió una aprobación de una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) con carencias y una nula supervisión de las autoridades de ecología.
A eso se suman las carencias y modificaciones en el Plan de Desarrollo Urbano, así como desacato de las autoridades municipales y de los desarrolladores, por tanto, este desarrollo es uno de los muchos ejemplos de cómo se construye en Chapala, un lugar donde sin tener toda la documentación y estudios te otorgan licencia de construcción y en su paso arman el expediente.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala