Michi-Cihualli mantiene viva la magia en Ajijic
Por Patrick O’Heffernan
Me emocionó saber que habrá un segundo Festival Michi-Cihualli este viernes 17 y sábado 18 de marzo en La Cochera Cultural (Javier Mina #49). Para mí (y creo que para muchos extranjeros) la reverencia y la celebración de la leyenda de Michi-Cihualli es uno de los pilares que sostienen Ajijic como el lugar de maravilla, el mito, la belleza y el arte que ha cautivado a tantos de nosotros.
Para los nuevos que no conocen a Michi-Cihualli, ella está en todas partes en Ajijic. Está en un mural de la escuela frente a la iglesia de San Andrés Apóstol. Su rostro adorna el mural de Colón frente a la casa de cambio. Su leyenda decora las paredes del Centro Cultural de la Plaza principal de Ajijic. Y su motivo de peces y criaturas parecidas a sirenas y una poderosa mujer desnuda a horcajadas sobre el lago soplando los vientos está entretejido en el arte y los murales de toda la delegación.
Michi-Cihualli simboliza la esencia o espíritu del lago y es conocida como mediadora del buen tiempo y controladora de los vientos, que pueden soplar desde los cuatro puntos cardinales. En su historia, que es mucho más larga de lo que puedo contar aquí, se enfureció por los sacrificios humanos en lo que hoy es San Juan Cosalá y utilizó su poder sobre el viento y las olas para ponerles fin. También utiliza su poder para garantizar pesca y cosechas abundantes.
Ésa es la leyenda. Y hoy forma parte del tejido de Ajijic, mantenida viva por decenas de artistas, poetas, bailes y celebraciones. Sin ella, Ajijic sería más pobre y corriente; con Michi-Cihualli, Ajijic conserva la magia de la gente que vive (como muchos de nosotros intentamos), con un pie en la modernidad y otro en la magia.
Dos de esas personas que viven en ambos mundos son los artistas Jesús López Vega y Antonio López Vega, cuyas obras exploran la intersección de lo mágico y lo moderno en pinturas, esculturas y murales. Sus pinturas de Michi-Cihaualli son icónicas, al igual que las de Efrén González, y preservan la tradición de la magia de Ajijic.
También preserva esa tradición y magia La Cochera Cultural, un centro artístico comunitario que acoge actos culturales, actuaciones musicales en directo, exposiciones de arte, producciones teatrales, talleres de arte, exhibiciones de danza y mucho más.
Hogar del artista plástico Antonio Vega, es un centro para artistas locales y proporciona un espacio para la creatividad y la colaboración dentro de la comunidad, y además es el productor del Festival Michi-Cihualli.
Fiel a su naturaleza de preservar y celebrar las artes, el programa de La Cochera Cultural para el Festival Michi-Cihualli cruza el mito, la magia y la modernidad, comenzando con una ceremonia inaugural de inspiración indígena con danzas prehispánicas, dos películas, exposiciones de arte, actuaciones de niños del barrio de San Sebastián y recitales de poesía.
Podría encontrar algo parecido en mi Los Ángeles natal, muy probablemente en los barrios latinos de la zona este, pero serían eventos raros y aislados que imitarán lo que tenemos aquí. En Ajijic se perdería en la inmensidad de la ciudad. En Ajijic Michi-Cihualli nos ofrece milagros culturales diarios que dan forma a nuestra ciudad y a nosotros.
Gracias Michi-Cihualli, La Cochera Cultural, los hermanos Vega por mantener viva la magia en nuestro pueblo mágico.
El segundo festival de la Michicihualli se llevará a cabo en la Cochera Cultural (Javier Mina #49, Ajijic), el 17 y 18 de marzo a partir de las cinco p.m. Cooperación voluntaria. ¡No faltes!
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