Por: Leticia Trejo.
Allá por el año 1929 un 17 de enero aparecía por primera vez en el New York Evening Journal el famoso marino Popeye, creado por Elzie Crisler; no queda claro cuál fue su inspiración al desarrollar este atípico personaje, pero para las personas que nacimos entre los años 50s y 60s tenía una gran relevancia a la hora de la comida.
En la caricatura Popeye desarrollaba una fuerza excepcional y crecimiento muscular cuando en los momentos de emergencia destapaba una lata de espinacas. Este simpático marino solía rescatar damas en aprietos y niños que sufrían bullying a manos de los villanos, por este motivo solíamos admirarlo, por lo que nuestros papás aprovechaban para convencer a niños melindrosos de lo importante que era comer vegetales, nos decían: – ¿no quieres ser tan fuerte cómo Popeye? Vamos, cómete las espinacas.
Los alimentos verdes contienen pocas calorías y aportan grandes cantidades de vitaminas, les explico con calma las propiedades de estos nutrimentos.
Si alguien padece de estreñimiento debe incluir vegetales en general, pero las hojas verdes como la espinaca, las acelgas, el brócoli y chiles tienen un elevado porcentaje de fibra que ayudará a disminuir esta molestia tan común.
El sobrepeso y la obesidad son grandes pandemias y los alimentos verdes aportan pocas calorías en la dieta y son muy saciantes, disminuyen la ansiedad por la comida.
La presencia de antioxidantes en grandes cantidades ayuda a prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer, pero también a retrasar el envejecimiento de las células.
Es muy importante hacer notar que son ricos en hierro, el mineral encargado de evitar la anemia, si el cansancio crónico nos aqueja debemos consumir arúgula, berros y chile pimiento morrón.
Su alto contenido de vitamina A ayuda a regenerar las células epiteliales, es decir, nuestra piel, pero también colaboran con la reparación de los tejidos conectivos (fascias), así cómo prevenir infecciones en los ojos.
El calcio también está presente en estos alimentos y en grandes cantidades; es más eficiente tomar el calcio de los vegetales verdes que de un comprimido farmacéutico.
También contienen vitamina C, de hecho hay estudios que comprueban que los berros tienen más vitamina C que los limones y las naranjas, y esta vitamina nos ayuda a elevar el sistema inmune.
Contienen una gran cantidad de ácido fólico, fundamental para las mujeres embarazadas o en lactancia.
Combina algunos de los siguientes alimentos en tu dieta y nunca te vas a aburrir de consumirlos:
Manzana verde, uvas, verdes, kiwi, aguacate, té verde, chícharos, tomate verde, cilantro, perejil, aceite de oliva, ejotes, alcachofas, pera, espárragos, pepinos, y apio, que por cierto ayuda a combatir la artritis en cantidades moderadas ya que reduce la inflamación celular.
Espero que puedas seguir comiendo rico y variado, todos los colores son importantes para el organismo, así que te deseo un fin de semana lleno de ensaladas, Popeye estará orgulloso de ti.
Por Ili.
El síndrome de Patau, también conocido como Trisomía 13, es un trastorno genético en cual una persona cuenta con tres copias del cromosoma 13, cuando normalmente solo se nace con dos.
Dicha anomalía genética presenta una triada característica con la presencia de microcefalia (cerebro de tamaño más pequeño de lo normal), labio y paladar hendidos y polidactilia postaxial (dedos de más). Adicionalmente, defectos cardíacos, defectos en la columna vertebral, hernias, deformidades en los pies, microftalmia ocular (ojos muy pequeños), defectos renales y disminución del tono muscular; además de discapacidad intelectual y del desarrollo, problemas auditivos y visuales; dificultades para respirar y complicaciones para la alimentación.
Debido a las múltiples limitaciones y retos en el desarrollo de estos individuos, el promedio de vida va desde las dos semanas a los 19 años; este último es un dato hasta ahora publicado y documentado cómo el paciente con dicha afección más longevo y aún con vida.
Es difícil hacer predicciones precisas respecto a la calidad y expectativa de vida, pero gracias a los avances de la ciencia médica, se tiene la esperanza de que el tiempo de existencia pueda llegar a extenderse incluso más.
Según las fuentes, el riesgo de los padres para que tengan un bebe que nazca con el Síndrome de Patau está relacionado con la edad de la madre, a mayor edad de esta (35 años o más), el riesgo aumenta; pero este no es el único factor.
El síndrome no es curable y se desconoce su prevención; el tratamiento varía de un infante a otro y depende de los síntomas y características presentadas, y más bien giran en torno a cómo cuidar, asistir a la persona y en el apoyo para el resto de la familia.
Obviamente el paciente va a requerir de un monitoreo y de la asesoría de un grupo de especialistas médicos constante y por el tiempo que le dure la vida.
Para los padres es recomendable considerar y solicitar asesoría genética para poder comprender la enfermedad con mayor amplitud, los riesgos de heredarla incluyendo las probabilidades de que se presente en hijos en caso de que se esté considerando tener otros embarazos y de las posibilidades de que los hijos normales en caso de tenerlos transmitan el trastorno genético a sus propios hijos.
Existen varias fundaciones y grupos de apoyo no lucrativas alrededor del mundo que ofrecen múltiples servicios para las familias y los pacientes con trisomía 13. Estos centros incluso pueden conectarle con otras familias que tienen algún miembro con el síndrome para que puedan intercambiar experiencias y métodos para sobrellevar las circunstancias. Incluso existen asociaciones que otorgan servicios financieros con apoyo económico para pacientes y familias afectadas. Si está interesado, pregúntele a su médico y aprenda más.
Referencia bibliográfica
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001660.htm
https://rarediseases.info.nih.gov/espanol/13424/trisomia-13
https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=trisomy-13-and-18-90-P05528
https://msdh.ms.gov/msdhsite/_static/resources/14808.pdf
https://www.analesdepediatria.org/es-trisomia-13-mosaico-articulo-S1695403313001549
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Por: Leticia Trejo.
Los budistas hablan de la atención plena para referirse a estar completamente presentes en los acontecimientos, personas, emociones, sentimientos, pensamientos y acciones, en el hinduismo se dice que los sabios no se dejan distraer ni por el pasado ni por el futuro, en el catolicismo nos invitan a practicar la contemplación, pero en realidad la versión más popular de este concepto la tuvo Eckhart Tolle (Escritor y guía espiritual de origen alemán) cuando escribió su libro El poder del ahora.
Pero todas estas formas de invitarnos a estar presentes no son conceptos o ideas, son prácticas activas, consistentes y permanentes que nos ayudan a entrenar a nuestra mente a la disminución de su agitación natural. Y cómo bien escribe Tolle pueden llevarnos al cese del sufrimiento, él mismo estaba pasando por un periodo de depresión y pensamientos suicidas cuando tuvo la revelación que lo llevó a escribir este libro.
Pero entonces, ¿cómo se está aquí y ahora?, ¿cómo mantengo una atención plena y cómo puedo apreciar y valorar la práctica de la contemplación? Y sobre todo: ¿qué tienen que ver estas prácticas con mi salud, bienestar y felicidad?
En esta entrega de un tema tan vasto voy a poner el ejemplo del sentido del gusto y el desarrollo del sexto sentido de la propiocepción o intracepción.
La atención plena se puede entrenar cuando vamos a llevarnos un alimento a la boca. Alguna vez mi dentista me explicó que muchos de los problemas digestivos que tenemos se deben a que no nos damos el tiempo de que los sentidos se involucren en el proceso de ingesta de los alimentos, tragamos rápidamente y sin prestar atención al proceso, incluso, estamos contestando correos o mensajes mientras “nos alimentamos”, si queremos que la alimentación se convierta en un proceso nutritivo eficiente debemos estar presentes en cada paso:
Detenernos a observar lo que vamos a llevarnos a la boca: colores, formas, texturas.
Antes de que el alimento entre a la cavidad bucal hay que olerlo unos segundos.
Una vez que entra a la boca debemos masticar entre 15 y 21 veces cada bocado, percibir todas las densidades, dimensiones, texturas y sabores además de dejar que vaya pasando poco a poco hacia la tráquea.
La postura al comer debe ser columna erguida y centrada.
Una vez que hemos terminado la masticación realizar una o dos respiraciones largas y continuar.
Me contaba mi dentista que este proceso de presencia al momento de comer puede disminuir o evitar el sobrepeso o episodios de gastritis, colitis, indigestión, ansiedad, tristeza y otros males que aquejan a la sociedad moderna, e incluso malformaciones en la mandíbula y alineación de los mastoides (porción de hueso que une a la mandíbula con el hueso temporal del cráneo).
Comer de prisa y sin poner atención no suma ni aporta beneficios, de verdad creo que nuestra comunidad se vería muy beneficiada si pudiéramos hacer más prácticas de estar aquí y ahora en cada actividad de nuestro día, sobre todo si decidimos disfrutar lo que hacemos para vivir, la atención plena nos puede ayudar a estar más saludables.
Pie de foto: Por Ili
La Entomofagia se denomina a la ingesta de insectos como alimento, los cuales proporcionan un alto contenido de proteínas; como por ejemplo un saltamontes tiene un 20% más de proteína en comparación con un filete de res, el cual contiene un 27%.
La concentración proteínica puede incrementar una vez que el insecto se haya preservado y esté seco, pudiendo elevar su contenido a casi un 60%, incluso algunas orugas pueden llegar a tener entre 30% y 80%.
El contenido nutricional de los insectos depende de su etapa de vida, hábitat y dieta. Proporcionan a parte de proteínas; nutrientes de alta calidad en comparación con la carne roja o blanca y el pescado. Son especialmente importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque también contienen niveles elevados de ácidos grasos, son ricos en fibra y micronutrientes como el cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc. Plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas, las cuales son las enfermedades que se transmiten de los animales a humanos, como la gripe aviar y la enfermedad de las vacas locas. La cría y la recolección de insectos puede hacerse directamente del medio de manera sencilla.
Se les puede criar, recoger, procesar y vender como cualquier otro producto alimenticio. Por lo tanto, en un negocio culinario, puede generar oportunidades empresariales, ya que adicionalmente pueden procesarse para hacer pasta o deshidratarse y triturarse en grandes cantidades para elaborar harina, por ejemplo.
Los insectos comestibles son una fuente importante en algunas zonas mexicanas y en países vecinos en Centroamérica. Ya que se encuentran presentes en la cocina popular, e incluso restaurantes de lujo.
Los insectos más consumidos entre los mexicanos son los chapulines, los gusanos de maguey, las chicatanas y los escamoles; estos últimos, son conocidos también como el caviar mexicano ya que son la hueva de hormiga, un producto muy estacional que sólo se encuentra entre a finales de marzo y primeros días de mayo.
La forma más habitual de prepararlos para comerlos es frita y en tacos con salsas picantes.
En otras zonas de la República Mexicana también se consumen chinches, pulgones, escarabajos, mariposas, moscas, hormigas, abejas, avispas, termitas, libélulas, gusanos de maguey rojo, chinicuiles y jumiles.
Así que no tenga miedo ni repulsión, sino todo lo contrario; la próxima vez que esté a punto de pisar algún bicho piense primero en qué platillo extravagante podría preparar.
Para dar una idea, los chapulines tostados con mucho chile, limón y sal tienen sabor a cacahuates, y además acompañan muy bien a un caballito con tequila o mezcal.
Referencia bibliográfica
https://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1603348/
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Por Leticia Trejo.
Los científicos han comprobado que nuestro organismo es estimulado por diversas vibraciones que se pueden crear por movimientos o por sonidos. Los bailes ancestrales como los de algunas tribus africanas, o la danza circular de los turcos pueden crear ciertos estados en la mente que, según sus tradiciones, son curativas.
Algunos de nosotros quedamos fascinados por el trabajo que presentó el autor Masaru Emoto, sobre cristales de hielo, en el que afirmaba que, al hablarle de forma ruda y violenta al agua, los cristales congelados tomaban formas dantescas, causando aversión, pero cuando se le hablaba al agua de forma amorosa y gentil, ésta producía formas armoniosas y bellas. Nunca se pudo comprobar si sus teorías eran ciertas, ya que usaba métodos inapropiados para refrendarlas (según las leyes de la física). Estos experimentos los llevó a cabo colocando etiquetas con palabras fuera de los frascos contenedores del agua, y también con música y aunque se graduó como doctor en medicina alternativa, por la Universidad Abierta Internacional de Medicina Alternativa en India, nunca se le reconoció el título de doctor entre la medicina occidental.
Estas disputas entre las diversas ciencias y quien autoriza o avala al otro no deberían ser un factor determinante, por el que si alguien cree que ciertas teorías o prácticas le van a ayudar a sanarse deje de hacerlo. Prueba de ello es la conversación que escuché entre dos oncólogos, en la que uno le comentaba al otro la milagrosa reducción del tamaño de varios tumores cancerígenos en el cerebro de un paciente. Este médico estaba realmente sorprendido comentando el hecho con el otro, cuando el otro le preguntó por qué creía que el paciente se había curado tan repentinamente, la respuesta fue: no lo sé, se fue a Cuba a inocularse veneno de escorpión, pero también tuvo sesiones de cuencos tibetanos, no sé lo que hizo, pero me da mucho gusto que se haya salvado. Por eso amo la afirmación de Albert Einstein, de que todo es relativo.
Lo cierto es que somos vibración, el universo es vibración y la vibración genera energía, y la energía no se destruye, solo se transforma. Así que, si tú, querido lector, estás pasando por un momento difícil con tu salud, investiga, siente si alguna terapia “rara” te resuena y ve por ello. Claro, junto con el tratamiento alópata que tu médico haya recomendado. No está de más tener fe y hacer todo lo que está a nuestro alcance.
La que sí está “autorizada” por la ciencia es la musicoterapia, que es el uso del sonido, ritmo, melodía y armonía, para facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, la expresión y el movimiento, con lo que se pueden satisfacer necesidades físicas mentales, sociales y cognitivas del individuo y que de esta forma logre una mejor integración de sí mismo y pueda apoyarse en procesos de prevención de enfermedades, o en rehabilitación de alguna adicción o problemas de interacción social.
Primero se realiza un diagnóstico con un Músico Terapeuta Certificado, después se realiza el tratamiento y finalmente se realiza una nueva evaluación diagnóstica, la cual determina si las condiciones del paciente se han modificado de forma positiva mediante este proceso. El tratamiento puede incluir la improvisación, es decir, que el paciente cree su propia música cantando o tocando un instrumento. La recreación en donde el paciente toca o canta una pieza musical ya compuesta. La composición en donde él mismo compone la melodía o la letra. Por último, la escucha, de música grabada o en vivo. Por mi parte, creo que si una terapia te hace sentir bien, no debes dudar en continuar, si suma, bienvenida.
Por Ili.
La enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE), o por sus siglas en inglés GERD, es un padecimiento en el cual el ácido estomacal y los alimentos ya ingeridos regresan y suben del estómago al esófago. El esófago es el conducto digestivo que conecta la boca con el estómago.
El retroceso de ácido y comida digerida es lo que puede irritar el revestimiento del esófago. Causando agruras, eructos o acidez, manifestándose como una sensación intensa de ardor en el centro del pecho a nivel del hueso del esternón; regurgitación ácida referida como vómito que sube y se percibe en la boca, jadeo, tos, dolor de garganta y gorgoreo.
En ocasiones, a pacientes con este padecimiento crónico y severo; les resulta bastante incómodo acostarse completamente en un plano horizontal, porque el ácido sube y da sensación de ahogo. Debido a esto, es necesario utilizar varias almohadas para dormir.
Otra inconveniencia resulta en las consultas al dentista, las cuales pueden llegar a ser todo un reto, puesto que el profesional para atenderle, necesita hacerlo estando de pie o bien usted como paciente debe realizar un esfuerzo adicional para tolerar la sensación de sofoco mientras se le trata.
El origen de la patología es fisiológico y radica en un deficiente funcionamiento del esfínter esofágico inferior; el cual en una persona normal tendría la función de cómo una válvula o un anillo que abre y cierra. Este al cerrarse, impide que el alimento deglutido se devuelva y suba a la boca. Por lo tanto, al no funcionar y cerrar adecuadamente; evidentemente los ácidos gástricos se regresan.
Otras causas que pueden ocasionar ERGE son una hernia hiatal, la obesidad, el embarazo, el tabaquismo, el sobreconsumo de alcohol, y de alimentos picantes, irritantes o muy condimentados como el café, jugos cítricos, chile, jitomate, menta y la comida grasosa, aceitosa y frita.
El tratamiento para la acidez depende de la severidad de los síntomas y de las manifestaciones morfológicas y van desde la farmacoterapia con medicamentos de venta libre como, la adquisición de un antiácido, los cuales proporcionan un alivio temporal.
Otros medicamentos mucho más efectivos suelen ser los recetados por el médico de cabecera; y en pacientes con la enfermedad severa se consideraría la cirugía con el tratamiento de funduplicatura.
Cualquiera que sea el nivel de intensidad de las molestias que se presentan con el padecimiento de la acidez, debe mencionarlas en detalle a su doctor para que pueda determinar el diagnóstico apropiado y por ende el tratamiento más efectivo para usted.
Referencia bibliográfica
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000265.htm
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/gerd/symptoms-causes/syc-20361940
https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-digestivas/reflujo-gastrico-rge-enfermedad-por-reflujo-gastroesofagico-erge-adultos
https://www.asge.org/home/for-patients/patient-information/c%C3%B3mo-comprender-la-enfermedad-del-reflujo-gastroesof%C3%A1gico
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-enfermedad-por-reflujo-gastroesofagico-clinica-13108592
Por Leticia Trejo.
Los científicos han comprobado que nuestro organismo es estimulado por diversas vibraciones que se pueden crear por movimientos o por sonidos. Los bailes ancestrales como los de algunas tribus africanas, o la danza circular de los rurcos pueden crear ciertos estados en la mente que, según sus tradiciones, son curativas.
Algunos de nosotros quedamos fascinados por el trabajo que presentó el autor Masaru Emoto sobre cristales de hielo en el que afirmaba que, al hablarle de forma ruda y violenta al agua, los cristales congelados tomaban formas dantescas causando aversión, pero cuando se le hablaba al agua de forma amorosa y gentil ésta producía formas armoniosas y bellas, nunca se pudo comprobar si sus teorías eran ciertas ya que usaba métodos inapropiados para refrendarlas (según las leyes de la física). Estos experimentos los llevó a cabo colocando etiquetas con palabras fuera de los frascos contenedores del agua, y también con música y aunque se graduó como doctor en medicina alternativa por la Universidad Abierta Internacional de Medicina Alternativa en India nunca se le reconoció el título de doctor entre la medicina occidental.
Estas disputas entre las diversas ciencias y quien autoriza o avala al otro no deberían ser un factor determinante por el que si alguien cree que ciertas teorías o prácticas le van a ayudar a sanarse deje de hacerlo, prueba de ello es la conversación que escuché entre dos oncólogos en los que uno le comentaba al otro la milagrosa reducción del tamaño de varios tumores cancerígenos en el cerebro de un paciente, este médico estaba realmente sorprendido comentando el hecho con el otro, cuando el otro le preguntó por qué creía que el paciente se había curado tan repentinamente la respuesta fue: no lo sé, se fue a Cuba a inocularse veneno de escorpión, pero también tuvo sesiones de cuencos tibetanos, no sé lo que hizo pero me da mucho gusto que se haya salvado. Por eso amo la afirmación de Albert Einstein de que todo es relativo.
Lo cierto es que somos vibración, el Universo la vibración, y la vibración genera energía, y la energía no se destruye, solo se transforma. Así que si tú, querido lector, estás pasando por un momento difícil con tu salud, investiga, siente si alguna terapia “rara” resuena y ve por ello, claro, junto con el tratamiento alópata que tu médico haya recomendado, no está de más tener fe y hacer todo lo que está a nuestro alcance.
La que sí está “autorizada” por la ciencia es la musicoterapia, que es el uso del sonido, ritmo, melodía y armonía para facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, la expresión y el movimiento con lo que se pueden satisfacer necesidades físicas mentales, sociales y cognitivas del individuo y que de esta forma logre una mejor integración del sí mismo y pueda apoyarse en procesos de prevención de enfermedades, o en rehabilitación de alguna adicción o problemas de interacción social.
Primero se realiza un diagnóstico con un Músico Terapeuta Certificado, después se realiza el tratamiento y finalmente se realiza una nueva evaluación diagnóstica que determina si las condiciones del paciente se han modificado de forma positiva mediante este proceso. El tratamiento puede incluir la improvisación, es decir, que el paciente crea su propia música cantando o tocando un instrumento. La recreación en donde el paciente toca o canta una pieza musical ya compuesta. La composición en donde él mismo compone la melodía o la letra. Por último la escucha, de música grabada o en vivo. Por mi parte creo que si una terapia te hace sentir bien no debes dudar en continuar, si suma, bienvenida.
Leticia Trejo es entrenadora personal y maestra de yoga. Foto: Archivo.
Por: Leticia Trejo
La descripción oficial de Wikipedia dice que el “cuerpo” se puede describir por medio de la Anatomía que es una ciencia, rama de la biología, que estudia la estructura de los seres vivos, es decir, la forma, topografía (representación gráfica), ubicación, disposición y relación entre sí de los órganos que la componen.
La anatomía se basa ante todo en el examen descriptivo de los organismos vivos, no obstante, la comprensión de esta arquitectura implica estudiar también su función, por lo que se relaciona con la fisiología y forma parte de un grupo de ciencias básicas llamadas ciencias morfológicas (biología del desarrollo), etc. etc.
En su libro: el cuerpo tiene sus razones, Therese Bertherat, lo describe así:
“Nuestro cuerpo es nosotros mismos. Es nuestra única realidad tangible. No se opone a nuestra inteligencia, ni a nuestros sentimientos o a nuestra alma, de hecho, los expresa, los incluye, los arbitra. Así, tomar consciencia del propio cuerpo es darse acceso al propio SER, puesto que cuerpo, físico y psíquico, e incluso, fuerza y debilidad no representan la dualidad del SER sino su UNIDAD”
Se ha sostenido, desde una perspectiva neo humanística, que una cultura del cuerpo contemporánea puede ser entendida como un fundamental aprendizaje y construcción de sí mismo, cómo cultivo de valores básicos de expresión personal y de relación social a través de las experiencias corporales. Dichas experiencias son elaboradas por el ser humano en lo que podríamos llamar “el arte de vivir el cuerpo”. Estas elaboraciones provienen del cuerpo, se dan a través de y para el cuerpo, cuyo propósito es la expresión del pensamiento, sentimiento y movimiento (acción) en relación consigo mismo, con los otros y con su medio ambiente. (J. Arlés G. Universidad de Santo Tomás de Aquino, Bogotá-Colombia).
Mi reflexión el día de hoy es: ¿Por qué si el cuerpo es en donde podemos expresar todo lo que somos, sentimos y pensamos lo maltratamos tanto? No me refiero a tener una obsesión por la salud, sino a los básicos cuidados que requiere nuestro organismo, cubrir todas sus necesidades y tratarlo con inteligencia.
Según el hinduismo, el budismo y el taoísmo, todo cuerpo vivo está rodeado por un patrón holográfico de energía, que aporta información para el desarrollo de los seres humanos, desde el estado embrionario hasta su vejez. Este patrón holográfico, que posteriormente ha sido comprobado por la ciencia occidental mediante la visualización utilizada por la fotografía electrográfica Kirlian, para cuerpos de alta frecuencia, alto voltaje y bajo amperaje, muestra emanaciones brillantes, o “aura”, o “campo bioenergético” o “campo electromagnético luminoso” lo cual demuestra que, efectivamente, somos energía, y podemos alcanzar cierto poder físico que nos acerca a la felicidad y finalmente al despertar de la consciencia, siempre y cuando le demos lo que necesita (Osho, 2012).
En conclusión, nos damos cuenta que el cuerpo ha sido, es y seguirá siendo un campo de investigación muy amplio y que no solo los investigadores deberían estar interesados en ello; nosotros, que somos los que lo habitamos haríamos bien en mostrar un mayor interés, creo que entre mejor conozcamos a nuestro cuerpo tendremos más precisión en saber lo que necesita de nosotros.
Por Ili
Un mucocele, también conocido como quiste mucoso o cúmulo de retención mucosa; es una tumoración nodular benigna debida al resultado de algún traumatismo en las glándulas salivares menores o la mucosa de la boca. Como ejemplo de traumatismo puede ser morder o chuparse los labios.
El contenido de la cavidad puede ser de origen mucoso o de saliva secuestrada. Comúnmente aparecen en el labio inferior, labio superior, la parte interna de las mejillas y la superficie inferior de la lengua.
No causan dolor, pero sí puede haber inflamación y son de apariencia azulada, como una burbuja que o se revienta o bien solo aumenta de tamaño. Alcanzan un diámetro que va de los tres a los 10 milímetros.
Los mucoceles superficiales, al ser de etiología benigna y por no representar ningún daño, por sí solos tienden a reabsorberse o a reventar espontáneamente; ya sea por el contacto con algún alimento o por la mordedura accidental. Los que son más profundos, deberán extirparse quirúrgicamente ya que la aspiración de su contenido no es el tratamiento de primera opción. Dicha intervención deberá ser realizada por un dentista.
En casos donde el mucocele del labio inferior en particular sea de gran tamaño y se encuentre albergado más profundo; entonces la marsupialización será la técnica de elección. Sin embargo y dependiendo el caso en particular, otras técnicas pueden ser utilizadas, tales como la criocirugía, crioterapia, electrocirugía o de sutura, esta última para la estimulación del desarrollo de un nuevo conducto que permita la evacuación de la saliva de la glándula menor en cuestión.
Una vez resuelto el mucocele, no hay nada más que hacer; sin embargo, cuando son recurrentes es necesario considerar la extirpación quirúrgica de la glándula menor problemática.
Si nota que el mucocele aumenta de tamaño, absténgase de perforarlo con una aguja o de exprimirlo como si fuera una espinilla, ya que métodos así pueden provocarle una infección, en lugar de drenar la saliva del interior. En otras ocasiones notará que, al reventar espontáneamente, percibirá un sabor salado y la sensación del remanente de algún vestigio de piel o descamación; de igual forma déjelo. La mucosa oral que alguna vez rodeó el mucocele se reabsorberá o se desprenderá por sí sola, no la corte y evite estar tocando el área.
La mejor opción, es acudir a un dentista para el diagnóstico y tratamiento de este, si no manifiesta dolor, tampoco es signo de que se ignore, como se mencionó antes, sí es benigno, pero el ojo clínico del profesional está entrenado para confirmarlo y para descartar o de lo contrario investigar si existe alguna otra afección.
Referencia bibliográfica
Leticia Trejo es entrenadora personal y profesora de Yoga. Foto: Archivo.
Por Leticia Trejo
No toda la actividad física nos ayuda a descansar, ni todo el descanso nos ayuda a tener una buena calidad del sueño. Si la actividad física es muy intensa y radical eso va a impedir que descansemos profundamente y por lo tanto se convierte en un factor de riesgo de lesiones al entrenar, es decir, mala calidad de descanso es igual a riesgos de salud al volver a entrenar intensamente.
Y lo mismo aplica a la idea o creencia que en general que tenemos del descanso: salir por la tarde o noche a tomar algunas copas de vino o cervezas con los amigos o fumarnos un cigarrillo para “relajarnos”, o llegar a nuestra casa después del trabajo y tirarnos en el sofá a ver televisión con una hamburguesa a un lado y un refresco o cerveza del otro lado hasta altas horas de la noche, ese no es descanso, es desgaste.
Nuestro organismo se renueva durante los periodos de descanso, las células lo necesitan, las neuronas lo necesitan; cada función de nuestro cuerpo y el sistema nervioso y mente viven de esta vital actividad, porque si, de hecho, es descanso es también una actividad ya que el organismo sigue realizando importantes funciones cuando estamos descansando adecuadamente. Incluso hay estudios que demuestran que podemos vivir algunos días sin alimento, pero sin descanso, moriríamos más rápido.
Entonces, ¿qué es el descanso?
El descanso son esos momentos en donde tu mente baja la velocidad y puedes disfrutar del momento presente, por ejemplo: si a ti te gusta tocar guitarra, o cocinar, o pintar o salir a caminar para admirar el paisaje estás ayudando a tu mente a que desacelere, por lo tanto el cuerpo también va a desacelerar, dejará de producir adrenalina, noradrenalina y cortisol que son las hormonas que se generan con la sobre estimulación del estrés, nos permiten sobrevivir y cumplir las demasiadas tareas que nos imponemos día a día. Cuando realizas estas actividades que disfrutas empieza la producción de serotonina y dopamina, hormonas del bienestar, es aquí en donde el organismo entero empieza a descansar. Si además de lo anterior, tomas un baño de agua caliente o tibia, desayunas, comes y/o cenas con calma, regocijándote con cada bocado, ahí estás bajando todavía más el acelere de la mente/cuerpo para prepararlos para el sueño profundo, el descanso de calidad. La meditación, la lectura, la música armoniosa, la práctica de la respiración tienen también este efecto relajante.
Actividad física y descanso deben ir de la mano por lo que debes aprender a reconocer el mejor momento para tu organismo, en el que la actividad física no se convertirá en un riesgo para el descanso. Te sugiero:
En conclusión: la actividad física sí es un factor muy relevante en la calidad del descanso y lo afecta. El descanso es reparación, recuperación, re estructuración y re organización de todas las funciones del organismo, si quieres vivir bien, debes descansar bien.
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