Lety Trejo es Entrenadora Personas y Profesora de Yoga. Foto: Archivo.
Por Leticia Trejo
Tanto en mis labores como Entrenadora Personal, así como Profesora de Yoga y Pilates uno de los temas más recurrentes es cuando las personas me informan que tienen problemas en la espalda baja. A lo largo de más de 20 años he comprobado que esos “problemas” inician principalmente con una falta de movilidad de la estructura de pelvis y la articulación de la cadera, me refiero a que las articulaciones han perdido su libertad de movimiento provocando un desgaste temprano en las dos vértebras lumbares que quedan integradas a la pelvis: 4ª. Y 5ª. Lumbar, los suaves discos intervertebrales colapsan y algunas veces generan presión en los nervios que bajan hacia las piernas y ahí aparece el dolor.
La pelvis es una estructura ósea que tiene forma de mariposa y que a su vez contiene otras estructuras como los huesos bajos en donde nos sentamos que se llaman isquiones, en línea vertical hacia arriba tenemos por delante las crestas iliacas y por detrás los iliones y por delante el hueso púbico. Pero el punto más importante es que en la pelvis se integra la base de nuestra columna vertebral: en la punta inferior las pequeñas vertebras del coxis, luego las cinco vértebras fusionadas que forman el hueso duro del sacro y enseguida la quinta y la cuarta vértebra lumbar con sus respectivos discos intervertebrales.
Un dato relevante es que el juego de movilidad entre la pelvis y las vértebras lumbares determina la capacidad de adaptación del resto del esqueleto porque, además, el sacro es el centro de gravedad del cuerpo, si la pelvis es rígida el centro de gravedad se vuelve inflexible y por lo tanto la columna también, cuando esto ocurre se pierde estabilidad (en la bipedestación) y seguridad en la marcha (locomoción) los movimientos son inseguros y torpes, además de incrementarse el gasto de energía para acciones tan simples como subir escaleras o lograr estar sentados periodos largos de tiempo. Poca adaptabilidad es igual a más posibilidades de deterioro de la movilidad a una edad temprana.
He escuchado decir a muchos Médicos y Traumatólogos que somos tan jóvenes como flexible es nuestra columna, dicen que una columna rígida implica una postura envejecida, no importa si tienes 30, 40 o 50 años tu postura rígida hará que te veas mayor.
Otro punto importante para provocar hernias de disco en 4ª y 5ª lumbar es el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, he conocido personas que están a un paso de llegar al quirófano para “curarse” las hernias de disco, bajan de 10 a 15 kilos de peso y milagrosamente dejan de sentir dolor, evitando así el fuerte impacto de una cirugía mecánica.
Los tejidos conectivos que más impactan al esqueleto son las fascias, que están mayormente compuestas de agua y terminaciones nerviosas, por lo tanto, mantener una hidratación adecuada TODOS los días, y procurar relajarse puede ayudar a que las fascias mantengan una tensigridad (tensión integral) sana y no se acorten o se encojan ya que esto provocaría que se perdieran espacios vertebrales e intervertebrales.
¿Mi mejor consejo? Practica estiramientos regularmente. ¿El mejor libro? Estirándose de Bob Anderson. Larga vida a tu columna vertebral querido lector, siempre joven.
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