Se me secó el alma
Ya no tengo lágrimas. Ya se me secó el alma.
Cuántas veces me humillé, rogué que no me dañaras.
Mi amor no te importaba y yo tanto tiempo que espere.
Se me secó poco a poco el alma. Y creo que hasta perdí la fe.
Vivir es una ilusión que quedó en un sueño sin cumplir.
En acero se convirtió mi alma. Mi corazón se hizo pedazos en la dura batalla.
No he ganado nada, pero en la lucha se me secó el alma,
Se me endureció el espíritu, se me curtió la piel.
Foto y texto por ARIANA ABARCA
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