Muchos estudiantes de la ribera se enfrentan a caros pasajes de camión hasta Guadalajara; no existe ningún boleto estudiantil en la empresa que viaja hasta allí
La señora Carmen tiene un puesto de jugos y lonches en el mercado municipal de Chapala
Jocelyn Cantón (Chapala)-. Para Carmen Rivera Enciso cada vez se ha vuelto más difícil el llevar el pan a la mesa, costeando entre ella y su esposo los estudios de sus cuatro hijos, con un pequeño comercio en el mercado municipal de Chapala, siendo su esposo un obrero en espera de cualquier oportunidad para poder trabajar.
Carmen tiene dos hijos en preparatoria y dos en la Universidad, gastos que ha sabido sostener para que sus hijos tengan un buen futuro; sin embargo, llegó el día en el que ella no pudo costear el transporte público para sus hijos; fue haciéndose cada vez más difícil, hasta que tuvo que rentarles una casa a sus dos hijos mayores en Guadalajara.
“Viven allá porque el transporte es caro además de ser pésimo, es muy costoso y muy ineficiente”, afirmó la comerciante, quien pagaba alrededor de 240 pesos en camiones desde el lugar donde ellos viven en San Antonio Tlayacapan hasta Guadalajara, sin contar los alimentos que allí consumían.
Dedicando su vida a cuidar de sus hijos, ella y su esposo los han ido sacando adelante, pero el transporte sigue siendo un problema “Sale más barato conseguir un espacio allá”, explicó la entrevistada.
“Te pegan en el bolsillo, tu quisieras tener a tus hijos cerca de ti, ya que tienen aquí su propio espacio, pero se quedaron allá por cuestión de costos”
“Es una preocupación de que tus hijos se queden allá, de que si llegan o no llegan, si comieron o no”.
Hace cerca de un año que sus dos hijos mayores comenzaron a estudiar en la Universidad. Dos semestres bastaron para que fuera necesaria la opción de vivir cerca de su escuela. “Hasta ahorita mis hijos siempre han seguido, pero porque le hemos buscado la manera de sacarlos adelante, pasaron a segundo semestre apenas, falta un buen tiempo para que salgan”, asegura Carmen.
Grande es el esfuerzo que hace para pagar pasajes, colegiatura, material, comida y mantener dos casas; “la de ellos y la mía, esta difícil, ellos no trabajan porque les dejan muchísimos trabajos, viven días de mucho desvelo haciendo sus tareas hasta en la noche” (sic).
“No sé si existirá la manera de ayudar a los estudiantes, ya sea dándoles medio pasaje o algo, pero sí necesitamos la ayuda de la cooperativa de camiones Chapala”, aseguró Carmen
La situación de muchos estudiantes ribereños es la misma que la de los hijos de Carmen y que cada vez se hace más difícil costear. Los padres se sienten impotentes de ver a sus hijos con ganas de estudiar, de superarse y no poder ayudarlos.
Todo padre o madre quiere que sus hijos estudien, se superen, sean personas íntegras, que comprendan de qué hablan los que tienen el poder y sepan defenderse en la vida. Al final y al cabo, es lo más valioso que los padres y madres pueden heredar a sus hijos: el estudio, que nadie nunca les podrá quitar.
Foto: Jocelyn Cantón
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala