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Por Ili.
El vitíligo es una enfermedad autoinmune de la piel causada por la destrucción de melanocitos. Los melanocitos son las células que producen el color en la misma y cuando se tiene vitíligo este se presenta como manchas blancas en diferentes partes del cuerpo.
Las causas de la aparición del vitíligo son desconocidas, pero se afirma que la herencia juega un papel importante, así como el padecer la enfermedad del hipertiroidismo, el estrés y el sol, los cuales son considerados factores predisponentes para el desarrollo de esta afección dermatológica.
Las manchas del vitíligo pueden aparecer en las manos, los labios, las axilas, la ingle, alrededor de los ojos, alrededor de las fosas nasales, en el área genital y el ombligo.
La jiricua, como a veces se le denomina cotidianamente; con el paso del tiempo también se extiende a otras partes del cuerpo.
Los métodos de tratamiento para el vitíligo son cremas tópicas que ayudan a mejorar e igualar la apariencia del color de la piel, pero también hay medicamentos orales y terapia con rayos ultravioleta; otra opción es los tratamientos quirúrgicos como un injerto de piel y tratamientos cosméticos como el uso de maquillaje o tatuajes estéticos.
Cabe aclarar que la también conocida como “jiricua” no es una enfermedad contagiosa, ni limitante ni mucho menos degenerativa. Las personas que tienen vitíligo no solo tienen que lidiar con la despigmentación de la piel, si no que en muchos casos es indispensable que el paciente reciba apoyo emocional.
Por lo tanto, el paciente debe de apoyársele con un equipo médico que cuente con un dermatólogo y un psicólogo, para poder sobrellevar la condición.
El vitíligo es de causa desconocida, puede presentarse en cualquier individuo de entre los 20 y 30 años, y sin importar género. Su prevención radica en llevar una vida relativamente balanceada entre el estrés y las banalidades de la vida cotidiana, además del uso de un bloqueador solar como coadyuvante.
Si sospecha que tiene jiricua, no asuma ni entre en pánico, no se unte lo que le recomendaron por ahí, no compre los productos que venden en la televisión, por internet, por catálogo o en los mercados.
Lo mejor es acudir con un dermatólogo, para que lo saque de dudas; una vez que se confirme que tiene vitíligo, aprenda a comprender su enfermedad para que sepa escoger los productos que le resulten eficaces y que estén aprobados y avalados por una institución médica conocida.
El vitíligo no provoca síntomas, las personas que la padecen llevan una vida longeva y normal. Incluso algunas son famosas; el reto es estético y a la vista todo puede ser magnífico cuando se lleva con dignidad.
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Por Ili.
El pénfigo es una enfermedad autoinmunitaria de la piel y de las membranas mucosas, lo que significa que el cuerpo produce anticuerpos que atacan a las células de sí mismo. El trastorno autoinmunitario del pénfigo es raro y causa ampollas dentro de la boca, la nariz, la garganta, la piel, los ojos y los genitales.
No es contagioso y se desconoce tanto el origen como los factores que lo desencadenan.
Aunque se sabe que en raras circunstancias de produce cuando se administran medicamentos inhibidores de la coenzima convertidora de angiotensina y penicilamina.
El pénfigo aparece en personas de los 35 años en adelante y predomina en personas con ascendentes judíos, pero de igual forma, cualquier otra población con diferente origen étnico puede presentarlo.
Existen muchas formas de pénfigo, pero las más comunes, son el tipo vulgar en el cual las ampollas son bastante dolorosas y el de tipo foliáceo, el cual es más raro pero las ampollas aparte de provocar dolor también causan comezón.
Las ampollas del pénfigo incluyen complicaciones adicionales cuando se revientan ya que pueden desarrollarse infecciones secundarias tanto en las mucosas como en la piel. Adicionalmente, una infección severa puede convertirse en una sepsis si es que se extiende a la circulación sanguínea. Dependiendo las circunstancias, también puede fomentar la desnutrición ya que el dolor en la boca le impide al paciente el poder comer.
Muchas veces quien detecta el pénfigo, es el dentista sobre todo cuando la queja principal del paciente o bien el principal motivo de la consulta, es debido a la presencia de las ampollas en la boca. Pero también el médico y el dermatólogo saben diagnosticarlo. Después deberá someterse a pruebas de sangre, una biopsia de la piel y en caso de que afecte la garganta hasta una endoscopía.
Los medicamentos destinados para el control y la supresión de las ampollas del pénfigo son los corticoides, la ciclofosfamina, la dapsona y el rituximab.
Además, el paciente debe proteger la piel de fricción, o cualquier actividad que pueda reventarle las ampollas, ya que al suceder quedarán áreas denudadas; igualmente debe abstenerse de alimentos muy calientes, condimentados, ácidos y picantes, puesto que la mucosa de la boca es más sensible frente a estos tipos de irritantes; por último, también será necesario también minimizar la exposición al sol, ya que el sol puede fomentar la aparición de más ampollas.
Si tiene ampollas en la boca y se le dificulta mantener la higiene oral, el dentista puede sugerirle la utilización de otros productos como un irrigador bucal, cepillos dentales con cerdas extra suaves, enjuagues bucales sin alcohol y anestésicos tópicos orales de baja concentración.
La Endamoeba histolytica. Es un parásito que invade y vive esencialmente dentro de los tejidos de su hospedero. Foto: EcuRed.
Por Ili.
La amebiasis es una enfermedad causada por un parásito, en específico por la amiba y ocasiona infección intestinal a nivel del colon. La cual si no es tratada puede propagarse a otros órganos como el hígado, los pulmones y el cerebro.
La infección es común y puede contraerla cualquier individuo, sin embargo, la predisposición es más alta en personas que viven en zonas de clima tropical y donde las condiciones de higiene son precarias y cuestionables.
Su propagación comúnmente es a través de alimentos contaminados, por agua infestada y por contacto directo.
Los síntomas aparecen tan pronto, como a los dos días, pero en otros casos puede tardar hasta semanas en aparecer luego de haber ingerido la comida contaminada o de la exposición a los huevecillos de las amibas.
Los síntomas iniciales presentan fiebre, escalofríos, cólicos intestinales, períodos de estreñimiento alternados por diarrea con moco, diarrea con sangre, dolores de cabeza, flatulencias, náuseas, pérdida de peso y fatiga.
Para poder confirmar que los síntomas corresponden a los de una amebiasis, el doctor le pedirá exámenes sanguíneos y un análisis de heces, así que deberá proporcionar una muestra fecal, obviamente se le va a explicar cómo debe recolectarla. Ya que a un mejor diagnóstico más atinado será el tratamiento.
Una vez obtenidos los resultados, el método curativo se basará en la toma de antibióticos como el metronidazol, timidazol, diyodohidroxiquinoleina, clorhidrato de emetina, paramomicina, fenantrolinquinona e hidratación intravenosa.
Por lo general la disentería amebiana cede con medicamento y se resuelve después de un par de semanas, pero si el curso de profilácticos no se completa como debe de ser, la amebiasis puede reiniciar.
Evite comer en lugares dudosos donde no sabe si desinfectan los alimentos, si no cocinan bien la comida, donde no sabe si usan jabón y agua caliente para lavar la loza, o si realmente se usa agua potable.
Es imposible habitar y desarrollarse en un ambiente estéril y mucho menos vivir con miedo a gérmenes, bichos y enfermedades por doquier. Así que utilice el sentido común, si el lugar o la comida tiene mal aspecto, huele mal o percibe un sabor inusual, no consuma lo que se le presente.
La disentería amebiana es bastante común pero altamente contagiosa; las buenas noticias son que existe tratamiento tanto para erradicarla como para poder ayudarle a tolerar los síntomas manifestados; mientras su organismo con ayuda de los medicamentos combate la infección.
Haga memoria y recuerde que comió, esa diarrea crónica alternada con estreñimiento y malestar en general no son cosas comunes, déjese de suposiciones y acuda a consulta médica.
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Por: Ili
El síndrome de PICA o como anteriormente se le conocía a la alotrofagia es como se denomina al acto de ingerir sustancias y materiales no comestibles. Como el comer tierra, papel, esponja, hielo, arena o cabello. Aunque en otros individuos también se ha documentado que degustan barro, carbón, jabón, pintura y hasta heces de animales.
Este raro patrón de ingestión es principalmente observado en niños de dos a seis años; pero también ha llegado a presentarse en personas adultas y en embarazadas. Tanto los niños como las embarazadas sienten un raro antojo sobre todo por consumir tierra, en particular cuando existen deficiencias de ciertos nutrientes como el hierro, calcio y el zinc.
Para poder considerar que una persona tiene el trastorno de PICA, el patrón de comer algo extraño debe por lo menos perdurar un mes y dependiendo de lo que se esté consumiendo y la cantidad. Los síntomas y consecuencias pueden causar diferentes problemas como náuseas, dolor en el estómago, distensión y bloqueo intestinal, envenenamiento, fractura de los dientes y laceraciones en la boca; además de problemas en el comportamiento y desnutrición.
No es posible realizar el diagnostico de alotrofagia con un solo examen, sino que deben realizarse varios análisis para determinar primero si existe alguna deficiencia de nutrientes, así como otros problemas de salud como la anemia y el envenenamiento por plomo.
Después el tratamiento también debe incluir alguna forma de terapia para la modificación del comportamiento del paciente; así como de la educación a la familia. Opciones con medicina para ayudar con el trastorno de PICA son una alternativa cuando el paciente tiene algún otro tipo de discapacidad del desarrollo.
Las complicaciones más graves y resultantes del síndrome de PICA son la infección, una masa de material indigerible bloqueando el sistema intestinal o una toxicidad fatal. Así que este tipo de comportamiento debe ser intervenido en cuanto es detectado, ya que el tipo y la cantidad de la materia indigerible pueden provocar la muerte.
Por otro lado, y con frecuencia, un dentista, el odontopediatra, el doctor de cabecera o los maestros; son quienes notan los signos del trastorno de PICA. La familia, junto con estos profesionales cuando los pacientes son menores, deben idear un plan para abordar al paciente y no hacerle sentir vergüenza o abordarle con agresión.
En caso de pacientes adultos será importante hablar con los cuidadores si es que la persona tiene alguna discapacidad del desarrollo y en mujeres embarazadas; es importante explicar que el comportamiento no solo es perjudicial para su salud si no para el bebé también.
El individuo requiere ayuda profesional, no se trata solo de un hábito de coleccionista o de excentricidad. Foto: eluniverso.com
Por Ili.
También conocido como el síndrome de Diógenes o trastorno de la acumulación, el síndrome de acumuladores compulsivos es el conjunto de signos y síntomas que afectan el comportamiento. Y estos representan un cuadro clínico caracterizado por la anormal necesidad de recolectar y guardar cosas.
Junto a ello, también existe la enorme dificultad para deshacerse de las mismas, bajo la creencia de necesitarlas después, al grado de que los objetos deseados, pueden ser considerados para los demás como inservibles.
El hecho de guardar objetos solo por ser desorganizados dista mucho de padecer los síntomas del síndrome de Diógenes. Las personas que lo padecen tienden más bien a acumular cosas como periódicos, libros, muebles, recuerdos, ropa, contenedores, fotos, bolsas de plástico, botellas, frascos, a tal grado de que el lugar en donde se vive se convierte en un lugar imposible de habitar. Y no solo porque están atiborrados de cosas, sino porque se junta la basura, en la cual eventualmente se crían plagas y es imposible diferenciar entre lo que es práctico guardar y lo que no se debe conservar. Interfiriendo así por completo con la vida de la persona y de quienes la comparten con esta.
Por lo general quienes son acumuladores compulsivos son personas que se encuentran y se sienten muy solas, son aquellas que, de igual forma, no han podido superar un evento traumático como la pérdida de un ser querido; similarmente son pacientes que han sufrido mucho rechazo y aquellas personas con depresión.
El afectado busca estar solo, rehúye de la sociedad, se olvida del cuidado básico de sí mismo, de la higiene personal y hasta de comer; se tornan agresivas y groseras frente a la preocupación de la gente que los conoce y más que nada optan por no salir de casa y de vivir voluntariamente en condiciones precarias.
Para poder tratar a estas personas es indispensable atender la patología psiquiátrica y a la vez atender los problemas físicos que haya junto con el síndrome, como la desnutrición y el deterioro higiénico en caso de presentarse.
Si sabe de algún familiar, amigo o conocido con características parecidas a las del síndrome de acumuladores compulsivos no lo ignore, más tampoco asuma que lo tiene. Lamentablemente este trastorno sirve de refugio para la verdadera raíz de un problema.
El individuo requiere ayuda profesional, no se trata solo de un hábito de coleccionista o de excentricidad.
Cuando una persona descuida su casa, su cuerpo y se entierra en cuanta basura y cachivache encuentra, se halla en un estado de realidad distorsionada. Así que, con la apropiada ayuda psiquiátrica, psicológica y médica, la persona debe confrontar su realidad para comprender la gravedad de su situación.
Experimentar soledad es difícil, aprender a manejar y sortear los estragos de la vida no es sencillo, pedir ayuda no es signo de debilidad. No se aferre a nada ni nadie; nada es eterno y nada al 100 por ciento le pertenece, la vida es prestada y todo es temporal. Aprenda a deshacerse de objetos que ya no utilice.
Por Ili.
La afasia es un problema del lenguaje, resultado de un daño cerebral, por lo que a las personas que la padecen se les dificulta expresarse, no pueden leer, escribir y tampoco comprender lo que se les instruye.
Dependiendo del tipo y la localización del daño en el cerebro, la afasia se clasifica en cuatro tipos:
la anómica, donde se tiene dificultad para poder utilizar los términos correctos para denominar eventos, personas o lugares; la global, en la que una persona no habla, no lee y no escribe ya que no comprende ninguna de estas formas de lenguaje: la receptiva en la que, si se entiende y se puede hablar y leer, puede escuchar y leer palabras impresas, pero no puede interpretar lo que lee o escucha y la afasia expresiva, cuando la persona tiene noción de lo que quiere expresar, pero tiene dificultad para escribir o decir lo que se piensa.
Esta afección lingüística puede aparecer en cualquier persona y sin distinción de género o raza, y como ya se mencionó anteriormente como resultado a algún daño cerebral ya sea una lesión vascular o un tumor. Puede aparecer repentinamente o bien de forma gradual y por lo general, si se desarrolla se presenta en la mediana edad, pero puede aparecer en gente joven o en ancianos también.
En ciertos casos, la afasia puede mejorar sin tratamiento; sin embargo, no hay cura. El tratamiento tiene como objetivo mejorar las habilidades lingüísticas del individuo. Las pruebas comunes utilizadas para poder determinar si un paciente tiene afasia, son para comprobar que se entienden y comprenden preguntas e instrucciones simples; si la persona habla y responde coherentemente y otros medios de diagnóstico como la tomografía computarizada y la resonancia magnética de la cabeza.
Existen varias medidas para disminuir los riesgos de padecer afasia, las cuales no solo reducen las probabilidades para este trastorno lingüístico, sino que son cambios saludables con repercusiones positivas contra otras enfermedades o problemas físicos, tales como realizar modificaciones a la dieta evitando comida chatarra para prevenir enfermedades cardiacas, vasculares y cerebrovasculares y protegiendo la cabeza cuando se practique algún deporte y se ande en patines y bicicleta, por ejemplo.
La recuperación de la afasia, suele ser un proceso lento que requiere de paciencia y constancia por parte del paciente. Ya que las terapias del lenguaje y del habla deben continuar hasta que la persona no presente dificultad alguna para poder expresarse.
La familia o los cuidadores del paciente son parte fundamental en el avance de la recuperación del mismo, ya que su participación y motivación son elementales. Pueden ayudar a la persona dándole instrucciones claras y simples, incluir al paciente en las actividades y conversaciones diarias, y repitiendo palabras despacio y claramente para que la persona practique y las articule correctamente.
Generalmente la recuperación conlleva años, todo depende del grado y severidad de la lesión cerebral y de qué tan oportuno sea el tratamiento por seguir. Sin embargo, con constancia y determinación la persona puede continuar mejorando conforme pasen los años.
Por Ili.
La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído. El oído anatómicamente se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno; la enfermedad de Ménière es una anomalía del oído interno.
Esta enfermedad provoca vértigo, pérdida de la audición, un silbido constante, dolor y sensación de bloqueo en el lado comprometido. Con frecuencia sólo un oído es afectado, pero hay casos en los que afecta los dos.
Se desconoce el origen de la patología y no existe cura. Sin embargo, los síntomas de la enfermedad pueden mermarse con varios medicamentos. La enfermedad de Ménière llama la atención debido a que los ataques súbitos de vértigo, llamadas crisis de caída o crisis otolítica de Turmakin, son tan extremas que provocan caídas debido a la pérdida del equilibrio.
La condición puede aparecer a cualquier edad, pero en adultos de 40 a 60 años es mucho más probable. Se sugiere que los síntomas de la enfermedad de Ménière son el resultado de la acumulación de líquido endolinfático en la zona del oído interno identificada como el laberinto.
Cuando la cabeza y el cuerpo se mueven, el líquido endolinfático manda señales de percepción de espacio y movimiento al cerebro; el líquido endolinfático debe entonces comprimirse como respuesta a las vibraciones provocadas por los sonidos. Pero en la enfermedad de Ménière, en lugar de reaccionar conforme a las vibraciones sonoras, el líquido endolinfático interfiere con las señales de equilibrio y audición causando los síntomas previamente mencionados.
A pesar de ser de etiología desconocida, tiende a ser de una alta incidencia hereditaria ya que parece presentarse en varios miembros de una familia. Similarmente algunos investigadores piensan que la enfermedad se presenta como resultado a alergias, reacciones autoinmunitarias y constricciones vaso sanguíneas.
El diagnóstico se basa en una extensa y detallada historia clínica por parte del médico especialista en oído, nariz y garganta, el otorrinolaringólogo; quien adicionalmente le hará otras pruebas de diagnóstico tales como la resonancia magnética y pruebas de audición no solo para confirmar el padecimiento sino también para poder descartar cualquier otra patología.
Los medicamentos más usados para tratar el mareo son el Diazepam, el Lorazepam y algunos diuréticos; también se recomienda realizar modificaciones en la dieta para reducir el consumo de sal, chocolate y alcohol.
Otras fuentes científicas sugieren el uso de antibióticos como la gentamicina y corticosteroides. Otro recurso es el quirúrgico el cual tiene como propósito descomprimir el saco endolinfático para que los ataques de vértigo sean menos frecuentes.
En otros casos donde los ataques de vértigo son casi esporádicos, existen otras medidas que pueden ayudar al paciente para que pueda mejorar algunos de los síntomas de esta enfermedad. Por ejemplo, sentarse o acostarse cuando se sienta el mareo, descansar unos minutos durante y después de los ataques, abstenerse de fumar, de tomar alcohol y de usar constantemente audífonos; ya que la frecuencia sonora dentro del canal auditivo puede provocar vibraciones que son detectadas e interpretadas incorrectamente y de manera exponencial.
Por Ili.
Un embarazo ectópico es un estado de gravidez que se desarrolla fuera de la matriz. Los lugares anormales donde suele implantarse un óvulo fecundado son sitios como las trompas de Falopio, en cuyo caso se considera de alto riesgo para la vida de la madre. Otros sitios son los ovarios, el abdomen y el cuello uterino.
Las causas de una situación como esta pueden ser varias, tales como si la edad de la madre supera los 35 años, infecciones que hayan dejado cicatrices internas, un defecto congénito en la anatomía de las trompas de Falopio, la endometriosis, un embarazo a pesar de tener un dispositivo intrauterino o bien debido a una causa desconocida.
Los síntomas más comunes de un embarazo ectópico son: dolor en la parte baja de la espalda, sangrado vaginal, cólicos, náuseas, sensibilidad en los senos, desmayos y dolor repentino e intenso, característico y de imperativa emergencia. Síntomas como estos no deben ser ignorados en lo absoluto y se debe acudir a la atención médica lo antes posible. Ya que por ejemplo si un embrión se encuentra alojado en alguna de las trompas de Falopio, esta puede reventarse y causar la muerte tanto de la madre como del producto.
Al examen físico médico, junto con una prueba de embarazo y un ultrasonido determinarán con más certeza la confirmación y existencia de un embarazo ectópico. Debido a que desafortunadamente un embarazo ectópico es amenazante para la vida de la madre, usualmente no suele llegar a término y debe ser interrumpido.
Dependiendo del grado de avance e involucramiento de la zona, las partes afectadas deben ser tratadas; además de recibir transfusiones sanguíneas, medicamento intravenoso, oxígeno, someterse a la intervención quirúrgica y estadía hospitalaria; todas estas son altamente probables.
Según la fuente investigada, una de cada tres mujeres que ha tenido un embarazo ectópico puede correr el riesgo de presentar un segundo embarazo ectópico, bien puede desarrollar un embarazo normal o puede que la posibilidad de más embarazos ya no sea posible.
En ocasiones y sin ciencia cierta, se puede evitar los riesgos de sufrir un embarazo ectópico si no se fuma, si se trata a tiempo enfermedades de trasmisión sexual en caso de padecerlas, si se evitan y tratan infecciones en el área genital, y si se tiene hijos a una edad médicamente prudente.
Cada mujer tiene la responsabilidad de investigar e informarse acerca de los riesgos que se corren y conllevan con un embarazo y sobre todo cuando se ha superado la edad ideal para concebir.
Acuda con su ginecólogo a chequeo regular una vez al año, hágase la citología o papanicolaou cada vez que el mismo se lo indique; y las mamografías y ultrasonido cuando por indicaciones médicas se le considere oportuno.
Comprenda que estos exámenes no son para sacarle dinero, son métodos de diagnóstico indispensables para poder descartar problemas y anormalidades serias, que pueden repercutir gravemente en su salud si no son detectadas a tiempo. La responsabilidad de explicar la razón por la cual debe realizarse tales estudios es del profesional de la salud; el cooperar y hacérselos es suya.
Por Ili.
Las úlceras aftosas son pequeñas lesiones que aparecen en el tejido blando de la boca. Por ser superficiales también pueden aparecer en la encía. No derivan del herpes labial, lo que significa que no son contagiosas y que no se propagan de persona a persona.
Suelen ser incómodas y en ocasiones bastante dolorosas sobre todo en los infantes, ya que en ocasiones imposibilitan el poder comer y hablar normalmente. Algunos pacientes pueden describir una sensación de hormigueo, picazón o ardor unos días antes de la aparición de estas.
Las aftas orales pueden variar en número y tamaño, por lo general se asemejan a una vejiga en la piel y que ha reventado. Tienen forma ovalada o circular, con un borde rojo y con el centro blanco o amarillento.
Con frecuencia las zonas bucales donde más se concentran es debajo de la lengua, la parte interna de los labios, las mejillas, el paladar blando y la base de las encías.
Clínicamente las aftas bucales se agrupan en tres tipos donde las primeras o aftas menores son las más comunes y frecuentes; son pequeñas y desaparecen aproximadamente en 14 días.
Las aftas mayores son más grandes y por ser más profundas son más dolorosas; carecen de un contorno definido, tienden a dejar cicatrices una vez que sanan, y pueden perdurar hasta un mes y medio.
Las aftas herpetiformes no están relacionadas con el virus del herpes, pero así se denominan; son de frecuencia rara y solo aparecen en personas de la tercera edad. Son de un milímetro de circunferencia, pero se presentan en racimos de hasta cien, las cuales al unirse forman una gran lesión. Curiosamente, estas últimas desaparecen por sí solas en dos semanas y no dejan cicatriz.
Las aftas orales pueden originarse debido a múltiples causas, desde como una respuesta del sistema inmunitario ante infecciones virales, como por factores locales tales como una agresión por el cepillado dental; después de una limpieza dental agresiva; el morderse la lengua o las mejillas; estrés, cambios hormonales, alergias a algún alimento, deficiencias nutricionales tales como el hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Cualquier individuo puede desarrollar aftas bucales, sin embargo, es más predominante en pacientes femeninos.
Las aftas bucales en su mayoría no requieren de tratamiento, pero es altamente recomendable abstenerse de comer alimentos muy condimentados, picantes y ácidos, ya que al ingerirse pueden provocar molestia en la zona donde se tengan las aftas.
Enjuagues bucales sin alcohol y enjuagues de agua tibia con sal también resultan de gran ayuda. Sin embargo, medicamentos como los corticoides o el enjuague bucal de gluconato de clorhexidina son otras opciones que tanto su médico como el dentista pueden sugerirle.
Por Ili.
La celulitis es un trastorno del tejido subcutáneo que simula el aspecto de la cáscara de naranja. Se aprecia en la piel dando una apariencia irregular, rugosa, con grumos y hoyuelos. No debe asociarse únicamente con la obesidad, puesto que personas de complexión delgada también la desarrollan. Se presenta en un 99 por ciento en todas las mujeres, mientras que en los hombres la incidencia es mucho menor.
La celulitis en la mayoría de los casos se considera más bien un problema estético ya que no causa síntomas, pero provoca grandes repercusiones en la autoestima de la persona que la padece e incluso trastornos dismórficos en otras.
La falta de ejercicio, una mala alimentación, la vida sedentaria, los cambios hormonales, el sobrepeso y la herencia son factores que aumentan el riesgo de padecerla.
Lamentablemente la celulitis se presentará tarde que temprano en mucho o menor grado y hasta hoy no existe tratamiento efectivo para la completa eliminación. Pero cambios en el estilo de vida y una alimentación apropiada pueden ayudar a reducir su apariencia.
Las pastillas recomendadas para este fin contienen el elemento natural que es la camilina, la cual es un componente del té verde. Se considera un antidiurético y por consecuencia un anticelulítico; ayuda a la pérdida de líquidos y mejora el aspecto de la piel.
Los comprimidos de extracto de pino y la glucosamina marina ayudan a reafirmar los tejidos. Los masajes y exfoliaciones mejoran la circulación de la sangre y por lo tanto ayudan de igual forma a disminuir la celulitis. El ejercitarse regularmente, llevar una dieta baja en sodio y bien equilibrada son coadyuvantes para evitar la aparición de más celulitis y tienen un impacto positivo en la salud en general.
Existen diferentes métodos quirúrgicos para reducir la celulitis, dentro de los cuales se encuentran la liposucción, en la que se aspira la grasa a través de un tubo. Otra forma de tratamiento es la mesoterapia, que consta de inyecciones locales para disolver la fascia aponeurótica engrosada.
La lipólisis láser, que es donde se realizan varios cortes en la piel y se introduce un rayo láser de fibra óptica para disolver la grasa subcutánea. Y otro método es el estiramiento o lifting en inglés, en la que se levanta y estira la piel. Este último es adicional ya que, al retirarse grasa, la piel sobrante y flácida puede reacomodarse y alisarse.
Independientemente de las razones por las que usted decida elegir, ya sea un tratamiento quirúrgico o no para la reducción de la celulitis. Es imperativo que consulte con personal capacitado, un médico especialista y una institución que cumpla con todas las normas de salud prescritas. Ya que todo tiene riesgos, asegúrese de saber y entender cuáles son las consecuencias que implican y los beneficios a obtener.
Tenga en cuenta que la base del origen de la celulitis depende de la alimentación y el ejercicio frecuente. Crear buenos hábitos de salud en general le ahorrarán y disminuirán el enfrentarse en un futuro, con problemas de salud mucho mayores y no solo estéticos.
¡Cuídese!
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