Esta tradición se celebra un día después de la procesión del Señor del Monte; es cuando la gente sale a comprar trastes, ollas, utensilios de cocina y demás cosas que necesite en el hogar
Redacción.- La tradición de “voltear las ollas” se remonta al año de 1833, cuando se juró que se iban celebrar las fiestas en honor al Señor del Monte por haber salvado al pueblo de Jocotepec del cólera morbus, que mató al 10 por ciento de la población.
Esta tradición nace de la necesidad de la gente por comprar las utilerías de cocina como ollas, jarros, platos, vasos, comales, etcétera, y las complicaciones que representaba para los jocotepenses ir hasta la ciudad de Guadalajara. Entonces, en lugar de ir hasta allá, se decidió traer a los comerciantes de esos productos al pueblo.
El nombre de esta tradición tiene dos versiones históricamente aceptadas. La primera cuenta que el origen del nombre se dio porque anteriormente la mayoría de los utensilios de cocina eran de barro. La gente guardaba las ollas boca abajo para protegerlas. Entonces cuando llegaban estas fechas, volteaban sus ollas para verlas y asegurarse de que estaban en buen estado, y si no, para remplazarlas por piezas nuevas. La segunda versión, y la más conocida popularmente, apunta a que el nombre de la tradición se le da porque anteriormente la gente guardaba su dinero en ollas. Un día después de la fiesta, la gente las volteaba para sacarlo y hacer las compras.
Esta tradición se ha conservado por 185 años, pero se ha modificado a medida en que pasa el tiempo. Del plano original sólo se conservan la venta de ollas de barro, los dulces y las cañas. Actualmente, las cosas modernas como aparatos electrónicos, utensilios de aluminio y vidrio, ropa y zapatos son los objetos que más se encuentran.
Tan tradicional es el día de voltear las ollas en Jocotepec, que no hay clases en las escuelas, casi nadie trabaja y todos esperan ese día para comprar lo que les gustó durante las fiestas.
*Con información de Aida Aguilar, cronista e historiadora del municipio
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala