Durante las etapas de la enfermedad renal es indispensable no descuidar el aspecto nutricional, a la par del apego al tratamiento médico
Una enfermera midiendo la presión arterial a una de los pacientes. Foto: cortesía.
Redacción.- Aunque la enfermedad renal en sus inicios, suele ser prácticamente asintomática, un indicativo de que esta se está gestando o ya se ha desarrollado es el incremento en la presión arterial en personas sin antecedentes de hipertensión o bien en personas que estando bajo control médico no logran establecer su presión, explicó la Investigadora de la Unidad de Investigación Biomédica del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, doctora Laura Cortés Sanabria.
“Se produce un descontrol de la presión arterial, los pacientes con hipertensión ya no se controlan con los medicamentos o con su esquema tradicional, entonces hay que sospechar que pudieran estar presentando problemas renales” refirió.
Otro aspecto que puede advertir la posibilidad de un daño renal, indicó la experta del Seguro Social es el edema o hinchazón, acompañado de la retención de líquidos, la cual puede identificarse no sólo en extremidades sino también a nivel de parpados.
La anemia es otra manifestación que acompaña a la insuficiencia renal crónica, destacó la doctora Cortés Sanabria. Indicó que en la actualidad y dada la incidencia de la enfermedad renal entre la población en general, los médicos tienen la consigna de detectar la patología de forma más temprana
“Estamos comprometidos en identificar tempranamente problemas renales, a través de la medición de creatinina sérica y de las proteínas en orina”, manifestó.
Refirió que las funciones del riñón son diversas, en principio ayuda a mantener la presión arterial en niveles aceptables, regula los líquidos en el organismo, contribuye a la producción de hormonas que tienen como función metabolizar elementos como el calcio y el fósforo, así como establecer el equilibrio de la acidez en el organismo.
Durante el proceso de la enfermedad renal, la experta en nutrición Roxana Márquez Herrera, refirió que la alimentación saludable juega un papel determinante en la recuperación del paciente.
“Es súper importante, es igual de importante que el tratamiento farmacológico, en etapas tempranas, la nutrición puede ser capaz de disminuir la progresión del daño renal, en etapas más avanzadas la nutrición va a hacer que la persona llegue en mejor estado a la terapia de sustitución renal, una vez que ya está en etapa muy avanzada, la nutrición puede coadyuvar a contrarrestar las complicaciones propias del daño renal”, indicó.
Un ejemplo dijo es la dieta que se brinda a partir del tercer estadio de la enfermedad en donde se opta por la suspensión de ciertos alimentos
“En etapa tres, vemos necesaria la supresión de algunos alimentos sobre todo que tengan fósforo, como por ejemplo las carnes, la yema de huevo, la leche, frijoles, entre otros, siempre tenemos que tener previamente los exámenes de laboratorio” explicó.
En tanto, en las primeras etapas de la enfermedad, se realizan los cambios de hábitos alimenticios a una dieta más saludable con mayor consumo de frutas y verduras, incluyendo el incrementar la ingesta de agua natural.
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