La noche estuvo amenizada por la Banda Nueva Casta que tocó hasta el amanecer
Reconocidos Ajijitecos subieron al escenario para acompañar al delegado Héctor España Ramos durante el grito de independencia.
Jazmín Stengel-. La celebración del grito de independencia inició en la plaza principal del pueblo, donde los ajijitecos se reunieron desde las cinco de la tarde para formar los equipos que intentaron bajar las bolsas de despensa desde la punta del palo encebado y ganar el resto de los tradicionales juegos mexicanos.
En la plaza se realizó la hora del aficionado, el mariachi tocó y los jóvenes caminaron por el cuadro de la plaza, mientras los hombres bebían bajo las terrazas, las señoras esperaban sentadas la mejor vista para el grito de independencia.
A las ocho de la noche el acto de hipnosis cautivó al público que comenzó a llenar la plaza del pueblo. El ballet folclórico de Ajijic, Xicantzin, presentó más de una hora de estampas de toda la república.
El fuego patrio llegó de Chapala a la población de Ajijic en manos de los corredores del Club Salvajes Ajijic, quienes encendieron el pebetero de la independencia junto al delegado Héctor España y su esposa.
Se ha llegó la hora de dar el tradicional grito. Y como es costumbre (porque Porfirio Díaz adelantó el festejo una hora para poder celebrarlo durante su cumpleaños), en punto de las 23:00 horas, España Ramos dio el grito de independencia acompañado por reconocidos ajijitecos.
Dicho el último ¡Viva México! fue el delegado quien pegó un brinco del susto cuando tronaron los primeros cuetes que se encontraban en el techo y suelo del escenario. Algunos aún con la cara de espanto y otros con mucha alegría gritaron y brindaron por su país mientras el manto de colores luminosos cubría el cielo.
Los cuetes aparecieron por todos lados, unos salían disparados al firmamento, otros que se encontraban amarrados desde el quiosco hasta las jardineras, “bañaron” de luminosas chispas a las personas que estaban cerca.
Foto: Jazmín Stengel
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