Regreso a clases
Santiago Baeza.
En medio de un nueva ola de contagios de covid que alcanza este verano niveles alarmantes debido a mutaciones del virus mucho más infecciosas, con un muy bajo porcentaje de adultos vacunados y datos estadísticos que confirman que la infancia sí es vulnerable a contraer la enfermedad, se alista el regreso presencial a las aulas.
Tanto el gobierno federal como el de Jalisco, han insistido en que resulta necesario el retorno a las escuelas, mientras que la Universidad de Guadalajara ya anunció que mantendrá el esquema virtual, es decir vía internet, en las preparatorias y centros universitarios que tiene bajo su responsabilidad.
Por su parte, colegios y universidades privadas también han presionado a las autoridades estatales para que sus alumnos regresen a sus planteles bajo esquemas de control de higiene y horarios reducidos, ya que el aislamiento y la metodología virtual han provocado un aumento en la deserción escolar y con ello una reducción en los ingresos que impacta en sus finanzas.
Sin duda este es un asunto complicado y sea cual sea la decisión del gobierno, el resultado será por demás polémico. Por una parte, es verdad que el confinamiento prolongado puede generar daños psicológicos en la niñez. Por otra parte, las vacunas a disposición no cuentan con estudios suficientes que permitan conocer cuáles son las reacciones que pueden generar en infantes y por lo pronto no se está considerando su aplicación en ellos.
La presencia permanente de niños en casa pone en aprietos a sus padres, ya que al tener que cuidarlos, se ven obligados a descuidar su trabajo e ingresos o tienen que buscarles un lugar alternativo donde dejarlos encargados mientras laboran. Incluso se sabe que esta situación ha provocado un mayor estrés en el entorno e incluso ha aumentado los índices de violencia y maltrato infantil.
Esta pandemia ha puesto de cabeza al mundo. Cada vez somos más quienes hemos perdido a un ser querido debido a la enfermedad. Nos hemos visto obligados a cambiar radicalmente nuestra forma de vida y en muchísimos casos, también nuestra economía se ha visto afectada.
Sea cual sea la decisión que se tome, ya sea la autoridad gubernamental, el plantel escolar e incluso cada padre y madre de familia en relación al regreso a clases de nuestros niños, nos corresponde a todos el mantener una actitud responsable hacia nosotros mismos, nuestra familia y entorno, para reducir riesgos y evitar que el virus se siga propagando.
De nada servirá cualquier política gubernamental, todo esfuerzo de la escuela o colegio por garantizar escuelas saludables y seguras, si los padres de familia siguen organizando fiestas o llevando a sus hijos a lugares inseguros y concurridos. Para garantizar que nuestros niños estén libres de todo riesgo, debemos comenzar por nuestro hogar.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala