Hormonas hermanas
Por: Leticia Trejo
Cada vez hay más información sobre el estrés pero parece que cada vez somos menos capaces de resistir sus efectos negativos. Sabemos que es una respuesta primitiva y perfectamente natural del organismo, que es estimulante, que nos ayuda a salir de situaciones difíciles y peligrosas, que nos ha permitido sobrevivir en la faz de la tierra durante miles de años, entonces, ¿por qué lo seguimos viendo cómo enemigo?
Adrenalina y noradrenalina son neurotransmisores que se liberan en el organismo cuando se presenta una situación que la persona considera de alto riesgo. La adrenalina (epinefrina) es sintetizada y almacenada en la médula adrenal y liberada hacia la circulación sistémica, es decir hacia todo el cuerpo: músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, músculos de la respiración, corazón, sistema digestivo y excretor. La noradrenalina (norepinefrina) es sintetizada y almacenada no solamente en la médula adrenal sino también en los nervios simpáticos periféricos (cerebro-mente).
Estas hormonas se producen en dos glándulas pequeñas de forma triangular en la parte superior del abdomen ubicadas justo en la parte superior de cada riñón y que se conocen como glándulas suprarrenales. En una parte de ellas se producen hormonas esteroides como cortisol, aldosterona y hormonas que pueden ser convertidas en testosterona. En su parte interna, llamada médula es en donde se producen la adrenalina y la noradrenalina. Cuando estas glándulas padecen un desequilibrio estarán produciendo más hormonas de las necesarias o menos hormonas generando diversas enfermedades.
En las situaciones “estresantes” (cada persona interpreta de forma diferente mismas situaciones) las suprarrenales “disparan” adrenalina para obtener una respuesta física por ejemplo tensar los músculos para prepararse para huir del lugar o para defenderse, o abrir la cámara obturadora de los ojos para agudizar la vista (¿es eso una serpiente o una cuerda?) Pero la producción de adrenalina solo dura siete minutos, el problema es que el cortisol se queda en el torrente sanguíneo más de siete horas (esto cambia dependiendo que tan eficientemente regule el estrés cada organismo). Y lo mismo ocurre con la noradrenalina, es “disparada” por las suprarrenales pero enviada al cerebro para que reaccione rápidamente ante la situación “estresante” pero después de siete minutos las otras hormonas del estrés siguen viajando por el cuerpo.
Las personas que tienen intensas y continuas interpretaciones de estrés todos los días no dejan descansar a sus glándulas suprarrenales tienen consecuencias tales como: tasa de crecimiento lento en niños, aumento de peso con acumulación de grasa en el tronco, pero pérdida de grasa en brazos piernas y glúteos (obesidad central), infecciones en la piel, dolor de espalda (aun en actividades cotidianas) dolor o sensibilidad en los huesos, músculos débiles especialmente en caderas y hombros. Y los ya conocidos: diabetes tipo 2, presión alta, colesterol y triglicéridos elevados, problemas de erección, fatiga, depresión, ansiedad, dolor de cabeza, etc.
¿Vale la pena que empieces a revisar tu sistema de creencias? ¿Sería importante que reflexiones si tienes una personalidad controladora? ¡oh SI! ya que estos son dos rasgos de carácter que nos mantienen atados a la producción de las hormonas hermanas. Te deseo una sensible regulación de estrés y nos leemos en la próxima.
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