Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo Laguna.
Por: Leticia Trejo.
Son las últimas semanas de diciembre de 2023 y seguramente, como cientos de personas, has estado saturado de actividades en muchos aspectos de tu vida, cierres de año en el trabajo o empresa, planeación para el siguiente año, limpieza de la casa porque quizás recibes la visita de tus familiares, organización de lo que va a ocurrir en Navidad y en Año Nuevo, etc.
Hacer un plan o estrategia de salud para 2024 es lo último en lo que invertirías tu tiempo en estas fechas pero, ¿qué te parece si jugamos a que sí se puede? Juguemos a que si se puede realizar algunas acciones que te ayudarán a mejorar tu percepción de tu propia salud y bienestar para el siguiente año.
Semana del 25 de diciembre al 31 de enero: AGRADECE, toma varias hojas en blanco o una libreta o un block de hojas amarillas y dibuja 12 recuadros grandes, en cada uno dibuja en una esquina una pequeña flor, o estrella, o adorno, o emoji sonriente y anota en ese recuadro 5 cosas buenas que te pasaron en cada mes de 2023 y agradece; te vas a dar cuenta que algunas cosas “malas” que te sucedieron en realidad te ayudaron a crecer y aprender.
Semana del primero al 7 de enero de 2024: En lo que hayas elegido para anotar tus agradecimientos de cada mes del año que acaba de pasar anota, de forma general, las veces que lograste abstenerte de hacerle daño a tu salud, quizás pudiste rechazar algunas veces ese cigarro que te ofrecían, y lograste retirarte a tiempo de una reunión en la que pudiste haber terminado en estado de ebriedad, o quizás evitaste una relación que no te iba a aportar cosas buenas o conseguiste comer algo super saludable en lugar de algo que sabías que te iba a hacer daño; o evitaste una discusión solo por querer demostrar que tenías la razón y pudiste ver las razones del otro. Casi puedo asegurar que tuviste varios logros que puedes aplaudirte ¡así se empieza! Un paso a la vez en cada área de tu bienestar.
Semana del 8 al 14 de enero de 2024: Ahora sí, una vez pasado el acelere de las fiestas y lo pesado de iniciar el año nuevo puedes sentarte a hacer una buena planeación de los días y horario que le vas a dedicar a cuidar de alguna o algunas áreas de tu bienestar, envía mensaje a los asesores que te pueden ayudar: nutriólogo, entrenador, médico internista para valorar tu estado actual, busca al psicólogo, sexólogo, especialista en inversiones, etc. No estás solo en tus esfuerzos, solo crees que lo estás. Anímate a que te acompañen los expertos, anota en tu cuaderno o lo que hayas elegido a quien vas a ver cada mes, quizás en enero el médico internista, en febrero el nutriólogo, en marzo un entrenador y así poco a poco, sin prisas y sin querer hacerlo todo al inicio del año.
Dicen los expertos en procrastinación que no hacemos lo que debemos de hacer porque tenemos miedo y honestamente y sin afán de ofender me parece bastante ingenuo e infantil tener miedo a estas alturas de la vida, has sobrevivido catástrofes, errores, sufrimiento, relaciones y trabajos tortuosos, entre otros desafíos desde que naciste, no le hagas espacio a la duda y CONFÍA. Trae a tus miedos contigo y trasciende, lo peor que puede pasar es que no logres todos los objetivos o que no los logres en el tiempo que pensaste pero por lo menos sabrás que lo estás intentando.
Leticia Trejo.
Sé que no a todas las personas nos agrada la actividad física, pero todos aspiramos al bienestar; con tanta oferta de disciplinas de ejercicio y fitness puede ser difícil elegir, así que nos decidimos por la más “fácil” que es correr. En nuestra mente generamos una imagen de nuestra ropa deportiva, tenis y los atractivos lugares en donde realizaremos nuestro sueño de bajar de peso, mejorar condición cardiovascular, y quizás, por qué no, de conocer gente nueva para compartir esta actividad. Mi recomendación más fuerte es ¡no lo hagas!, sin antes visitar a algunos especialistas o leer de fuentes aprobadas la información que necesitas para que esta actividad sea segura.
¿Estás enterado si tu pisada es prona o supina?, ¿sabes si tus rodillas tienen posición genus valgo o genus varo?, ¿alguien te ha mencionado si tienes escoliosis? Todas estas condiciones anatómicas-posturales afectan de manera negativa la salud de tus articulaciones, y claro, antes de un año los dolores te harán tomar la decisión de declinar tus buenas intenciones de mejorar tu salud. Pero, el problema no es empezar a correr sino no tener una estrategia adecuada.
Lo primero es visitar a un ortopedista para que determine si tu tipo de pisada necesita de alguna plantilla adicional a los zapatos deportivos que quieras adquirir; incluso en algunas tiendas deportivas cuentan con un aditamento que realiza una evaluación sencilla para saber qué tipo de tenis te conviene comprar. El mismo ortopedista puede también informarte si tus rodillas tienen alguna posición inconveniente para correr, y en este momento voy a hacer una pausa para explicarte algo MUY importante:
Las rodillas dependen casi totalmente de la articulación de la cadera, el fémur (el hueso más largo del cuerpo y de las piernas) cuenta con dos cabezas superiores de las cuáles una de ellas es completamente redonda y se inserta en la cavidad de la pelvis llamada acetábulo formando ángulos diversos que predisponen la posición de las rodillas. Aunque esto no puede modificarse, ya que es una construcción de nacimiento, si tenemos la capacidad de mejorar esta integración de acetábulo – cabeza del fémur – rodilla – pies. Trabaja con ejercicios que fortalezcan las cuatro caras de tus piernas: interna, externa, lateral derecha y lateral izquierda, así como los rotadores externos de tu cadera tanto con ejercicios de fuerza como con ejercicios de elasticidad.
Después de tener el conocimiento adecuado en los puntos anteriores puedes visitar a un fisioterapeuta que revise algunos aspectos de tono muscular, posición de la columna, relación de la cintura pélvica con la cintura escapular y él o ella te hará las recomendaciones adecuadas.
Adquiere un pulsómetro (medidor de la frecuencia cardiaca) para que en base a tu peso, estatura y edad puedas medir los latidos de tu corazón. Este aparato digital te va a indicar, incluso a veces con colores, la frecuencia cardiaca en donde tu actividad será más eficiente, latidos debajo del mínimo no son eficientes, pero tampoco latidos arriba de tu máximo permitido. Y te recuerdo: EL SUDOR ES AGUA, no creas que por sudar mucho estás quemando grasa y mejorando tu condición física.
Por último, sé paciente, aplica la regla: Gradualidad – adaptabilidad – mantenimiento. Disfruta el proceso y conecta con todas tus sensaciones corporales para que aprendas a escuchar a tu cuerpo y sepas qué necesita y qué podría estarlo dañando.
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