El estudiante Andrés González Cortes determinó la cantidad de proteína en el guamúchil y Rocío Gómez Hernández, destacó con su platillo «Birria de carpa».
Andrés González Cortes, Rocío Gómez Hernández y Juan Manuel García, participantes en el XXI Congreso de Ciencia y Tecnología del Mar.
José Antonio Flores Plascencia (Jocotepec, Jal.).- Desde el 8 al 11 de octubre se celebró el XXI Congreso de Ciencia y Tecnología del Mar, en la Isla de Cozumel, estado de Quintana Roo. Fue auspiciado por la Dirección General de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar (DGECYTM), subsistema al que pertenece el Cetac de Jocotepec.
En el suceso participaron Andrés González Cortes, que actualmente cursa el tercer semestre de la carrera de Técnico en Producción Industrial de Alimentos. Su ponencia en la exposición de carteles fue con el tema: Determinación de proteínas del guamúchil (Pithecellobium dulce).
Rocío Gómez Hernández, quien también estudia la misma carrera y se encuentra en quinto semestre, se destacó por su participación en la muestra gastronómica con el platillo “Birria de carpa”, comida tradicional de la Ribera del lago de Chapala. Los alumnos fueron acompañados por el Ing. Juan Manuel García Rodríguez, jefe de la carrera.
Cabe señalar que al Congreso no sólo asistieron los 36 planteles de toda la república mexicana que pertenecen a la DGECYTM, sino escuelas de nivel medio superior e instituciones como la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional y la UAM entre otras universidades del país. En total fueron 235 ponencias sobre: acuacultura, recursos y medio ambiente, biodiversidad, pesquerías, oceanografía, así como conferencias magistrales y el Segundo Congreso Juvenil.
El propósito del congreso, según Juan Manuel García Rodríguez, es fortalecer el desarrollo de la investigación del nivel medio superior de los alumnos y de los docentes.
La joven Gómez Hernández, comentó que su participación en la muestra gastronómica fue todo un éxito porque “se utilizó un producto acuícola de la Laguna de Chapala, y para los asistentes fue la novedad”. García Rodríguez comentó que “compitieron con platillos elaborados de productos de mar como el camarón, pulpo y jaiba entre otros y me queda la satisfacción de que un producto de bajo costo, como es la carpa, compite con el camarón (crustáceo) que tiene un valor en el mercado mayor a cuatro veces, y al mismo tiempo da un alto valor proteico, entre el 18 y 20%, no así el camarón que tiene un valor proteico bajo y demasiado colesterol, con ello mostrarle a la población que un producto que tiene un valor más alto no siempre es el mejor”.
Por otro lado, el estudiante González Cortes mencionó que el propósito de su presentación fue determinar la proteína del guamúchil, que su porcentaje es comparable con el contenido proteico de organismos de origen animal, como la pechuga de pollo con 22.8%, carne de cerdo 21.2% y atún 23%, mientras que el guamúchil contiene 21% de proteína por cada cien gramos. El alumno citó a Morales (2012) “con esto quiero decir: para que las proteínas de origen vegetal sean completas en sus aminoácidos esenciales se tienen que hacer combinaciones como lo es contrario a los vegetales, en los cuales es necesario completarse entre sí con otros alimentos, por ejemplo: una legumbre más un cereal o un fruto seco más arroz”; finalizó diciendo “aquí es donde el guamúchil, siendo una legumbre puede ser candidato a dicha combinación”, a un costo mucho más accesible”.
Foto: José Antonio Flores Plasencia
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