Pluralidad de ideas, gobierno sordo
Gabriel Chávez Rameño.
Comentarios: laresortera@live.com.mx
En las últimas semanas hemos visto cómo la sociedad se manifiesta e incluso en ocasiones de manera violenta, afectando a terceros, la libertad de expresión y manifestación de ideas expuesta en nuestra Carta Magna es una garantía individual que ninguna autoridad tienen derecho a coartarla y la sociedad no puede utilizar este precepto constitucional para hacer actos vandálicos.
Si bien es cierto que todos pensamos de manera distinta las ideas deben de exponerse en acciones que beneficien el diálogo con las autoridades y no irrumpir y violentar el Estado de Derecho del que gozamos.
Podemos no estar de acuerdo con las acciones de las autoridades, sin embargo, podemos manifestar las ideas de manera pacífica, ahora bien, si tenemos un gobierno elegido democráticamente debemos de respetar la decisión de la mayoría aunque ello nos lleve por un mal camino, la opción no es la violencia sino el diálogo y es aquí donde la sociedad manifiesta su grado cultural y posee una de las herramientas más fuertes en cuanto a la ética se refiere.
El plebiscito es una herramienta democrática por la cual podemos elegir una nueva alternativa, es otro mecanismo organizado por el gobierno para conocer la opinión de los pobladores; sirve para que el gobierno tome decisiones, es como idea o medida de la opinión que los ciudadanos tienen respecto a un tema, en este caso el cambio de gobernantes, sin embargo el gobierno es el que decide sobre qué actitud tomar.
En cambio el referéndum, es un mecanismo de la democracia más fuerte y sólido, en donde a petición ciudadana en la cámara de representantes, Diputados y Senadores, o a través de organismos como el INE (Instituto Nacional Electoral) la autoridad puede hacer encuestas ya sea para aprobar o rechazar la creación, modificación o derogación de una ley o sistema de gobierno y a diferencia del plebiscito el gobierno debe de aceptar lo que decida la ciudadanía. Por ejemplo cuando termino la segunda guerra mundial, en Italia preguntaron a las personas ¿Desea Usted que Italia siga siendo una monarquía? ¿sí o no? Y los Italianos contestaron directamente que no querían un rey. La decisión de un cambio de gobierno o de gobernantes o cambio de un sistema de gobierno depende directamente de los ciudadanos y es un deber participar y exigir a los servidores públicos un buen trabajo o cumplimiento del mismo o que renuncien si no tienen la capacidad para ello.
Desafortunadamente como ciudadanos nos sentimos impotentes al ver como algunos servidores públicos federales, estatales o municipales hacen oídos sordos a los reclamos y peticiones de los ciudadanos, que con derecho exigen el cumplimiento de su trabajo. Servidores públicos que se creen dioses, prepotentes y sínicos que amenazan o incluso mandan matar a quienes les incomodan. Y es mucho más impotente ver como en muchos casos la ley pareciera que no se hizo para castigar a estos criminales disfrazados de servidores públicos. Es sano que nuestras autoridades federales, estatales y municipales sepan tener disponibilidad al diálogo y a dar la información precisa, sin esconder ni manipular nada, sin temor a que sean criticados o blanco de habladas y más cuando tienen pretensiones de continuar su vida en la política, como reza el refrán “cuentas claras amistades largas.”
Es importante que como ciudadanos sepamos hacer valer nuestro derecho de Petición y las autoridades deben de mostrar su disponibilidad al Diálogo, ya que la violencia ni la supresión no son el camino a la resolución de conflictos, debemos de tener conciencia cívica en nuestra vida en sociedad.
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