Silvia Comparan junto a su cuñada Irene y las mujeres a quienes ayudan, Juana Moreno y su hija Estela.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- Motivada por la complicación de salud que padeció, Silvia Comparan Márquez creó el proyecto “Vive y convive”, con el objetivo de apoyar a las personas cuya condición de enfermedad no les permita llevar a cabo actividades cotidianas.
La iniciativa pretende no sólo otorgar ayuda a través de despensas o aportaciones económicas, sino también de forma emocional, mediante convivencia y atención personal, para evitar que “caigan” en depresión -una situación común en quienes enfrentan padecimientos de salud-, con atenciones como el cuidado de la persona, lavado de ropa, dar masajes, bañarlos y demás quehaceres.
Luego de haber estado postrada en una cama de hospital por más de un año, la señora Silvia puso manos a la obra para ejecutar un plan de ayuda para quienes padecen las terribles limitaciones de la enfermedad, tal como ella tuvo que enfrentarlas: «Es deprimente estar en este tipo de situaciones, en las que no se permite desarrollarse como se hacía antes de la afección, y este grupo precisamente es para evitar esa depresión, conviviendo con los enfermos y cuidándolos, porque en muchas ocasiones sus familiares tienen que trabajar».
Aunque de momento solo ha ayudado a un pequeño número de personas, espera que aumenten los benefactores y beneficiarios, deseando que el proyecto tenga mayor repercusión de la que ha podido imaginarse: «Siempre hay quien se preste para ayudar, doctores está personas normales que nos apoyan compartiendo expensas usando los quehaceres otras personas, o simplemente viniendo a platicar un rato, todo tipo de ayuda se acepta ahora que vamos empezando».
Por el momento, Silvia se encuentra iniciando sus planes únicamente con ayuda de su cuñada, sin embargo, espera recibir apoyo y que más gente se sume a su iniciativa: «Lo que tenemos los Ajijitecos es que nunca nos dejamos abajo. La pandemia, más que separarnos, nos unió y es momento de demostrarlo», agregó.
Finalmente, comentó que “lo que les quiero demostrar es que todos podemos salir de estas difíciles situaciones, sólo hace falta voluntad y convivencia para mantenerse alejados de la depresión; no hacen falta millones para ayudar, simplemente con una plática o una oración ya es un gran apoyo para las personas».
Para ponerse en contacto con Silvia para cualquier tipo de apoyo, puede comunicarse a través del número telefónico: 33 3450 9881.
El apoyo se dio a los más necesitados.
Redacción. La entrega de ropa gratuita a vecinos de la cabecera municipal y sus delegaciones, por parte de Jorge Hernández Lomelí “Kimba” con el apoyo de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (COCYP), continúa por distintos barrios del municipio ribereño.
Y es que, desde hace más de año y medio Jorge Hernández “Kimba” se ha preocupado por hacer llegar a los más necesitados cambios de ropa tanto nueva como usada.
Durante las últimas semanas, se han visitado con muy buena respuesta por parte de las familias, barrios de la cabecera municipal como el Tepehua o la calle Francisco Villa, además de delegaciones como San Antonio Talyacapan o Ajijic, en el barrio conocido como la ciruelera.
Durante este año y medio de trabajo, se han regalado más de 14 mil prendas de vestir de todo tipo; sin embargo, en este invierno se hicieron llegar suéteres, bufandas y chamarras, además de cubre bocas.
“Kimba”, como es conocido en la población, no pudo ocultar su alegría por la respuesta positiva de las personas, además de ayudar a los que menos tienen, ya que esta no ha sido la única labor altruista en la que se ha visto envuelto.
Tiempo atrás, se dio a la tarea de hacer fumigaciones gratuitas para combatir el dengue, ha regalado centenas de carteras de huevo, y cuando llegó la pandemia fue el primero en regalar mascarillas para evitar la propagación del coronavirus.
Al preguntarle, qué lo motiva a ayudar, “Kimba” contestó que, desde pequeño, se le enseñó a ayudar a los más necesitados, además de que “el que ayuda no se equivoca”, dijo.
Para saber:
La ropa en buenas condiciones y en muchos casos nueva, se ha conseguido a través de gestiones a grupos sociales y peticiones a la Aduana, y es por ello que las prendas se han regalado en barrios de la cabecera municipal y poblaciones como Ajijic, San Antonio, Santa Cruz y San Nicolás.
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