El agua estancada en las calles suele mezclarse con virus y bacterias, por lo que representa un riesgo de infección
Los mariscos tienen altas cantidades de parásitos y bacterias; deben con algún método de cocción y no sólo con limón. Foto: Internet.
Redacción.- “El agua estancada en las calles luego de una tormenta suele mezclarse con virus y bacterias ambientales, por lo que, al tener contacto con ella, ya sea a través de las manos, comida o un objeto, se corre el riesgo de desarrollar una infección”, explicó el doctor del SSJ, José Luis López Macías.
Hervir el agua antes de beberla o ingerirla únicamente de garrafón, así como no consumir alimentos en la calle, especialmente aguas frescas, frutas y productos del mar, son medidas necesarias para reducir el riesgo de enfermedades gastrointestinales durante la temporada de lluvias.
“Muchos de los alimentos que encontramos en vía pública no se lavaron adecuadamente, y tampoco cuentan con agua y jabón para un adecuado lavado de manos, por lo que es mejor preparar los alimentos en casa y preferir el agua natural, sea que la llevemos desde nuestro domicilio o esté debidamente embotellada”.
En cuanto a los mariscos, el experto dijo que, además del riesgo de contaminarse con agua, en esta época del año pueden descomponerse rápidamente si no fueron conservados en una adecuada red de frío, por lo que al consumirlos la persona podría sufrir de diarrea y una posterior deshidratación.
“En muchos casos los mariscos no se preparan necesariamente con calor, sino nada más con limón. Tales productos del mar tienen una alta cantidad de parásitos y bacterias entéricas como la shigella y la salmonella, causantes de gastroenteritis”, por eso es importante someterlos a una preparación distinta, una técnica de cocción.
En este sentido, López Macías pidió a la población acudir a consulta en cuanto tenga los primeros síntomas de infección gastrointestinal, vómito, dolor abdominal, muscular o de huesos, evacuaciones frecuentes y líquidas, pérdida de apetito, y fiebre. En los adultos un rasgo destacable es la fatiga y en los niños pequeños se observan ojos hundidos y llanto sin lágrimas cuando la infección gástrica ya derivó en una fuerte deshidratación.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala