Recorrido con San Sebastián por las calles del barrio. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Con la inauguración de un nicho, pre-inauguración de un mural y el regreso de San Sebastián a la Capilla de Nuestra Señora del Rosario tras el fiesta, fue como se realizó el festejo de tres días en honor a San Sebastián.
La celebración se realizó desde el sábado 18 al lunes 20 de enero. Además de las actividades tradicionales del 19 y 20, se agregó un día, enfocándose en un aspecto más cultural, es decir, el mural que se encuentra en el corazón del barrio, al cruce de las calles Marcos Castellanos y Emiliano Zapata.
Nicho de San Sebastián tras ser bendecido. Aquí se colocará una figura de San Sebastián. Se ubica sobre la calle Zapata, poco después de su cruce con Marcos Castellanos. Foto: Sofía Medeles.
El primer día se pre-inauguró el mural de Bruno Mariscal, que aún se encuentra en proceso de trabajo, al ser elegido para continuar con el trabajo que dejó iniciado Juan Navarro. Durante este evento, se explicó de qué se trata el mural y todos los elementos con los que cuenta. Ese día se cerró con la presentación del dúo «Los Románticos del Lago» y repartiendo pan tachihual, cemas, ojitos y chocolate caliente.
«En el mural hay personas que significaron mucho para el barrio, que se seguirán recordando. Está doña «Rafaila» con su esposo y el pan tachihual. Recuerdo que a todos en mi generación nos tocó vender pan tachihual. Está Joel Martínez, el charalito, Piñas, personas que apoyaron la tradición. Ahí hay una Sayaca con una vestimenta muy particular, que es un atuendo que usaba Juan Navarro, de su autoría para participar en las sayacas. Iré llenando espacios con personas que marcaron el festejo, me siento comprometido con el muro y el barrio para capturar la esencia de todos. Será un gran mural que los va a hacer sentir y recordar, los transporta al pasado de esta tradición tan bonita», compartió Bruno.
El mural del barrio dedicado a San Sebastián iniciado en un principio por Juan Navarro será terminado por Bruno Mariscal. Foto: Sofía Medeles.
Por otro lado, el lunes 20 de enero se bendijo e inauguró un nicho en el barrio, donde se mantendrá colocada una figura de San Sebastián. Este nicho tuvo sus toques finales días antes del festejo, pero sí se alcanzó a concluir.
Además, este año, tras los festejos en el barrio, se volvió a regresar a San Sebastián a la capillita de Nuestra Señora del Rosario, el cual es el lugar donde la figura del santo se encontraba normalmente antes de la restauración del recinto, que duró alrededor de tres años.
Lo demás se festejó de manera tradicional, es decir, el palo encebado y la presentación de mariachi la noche del 19 de enero y luego el desayuno, comida, procesión, papaqui y baile tradicional en el barrio durante el 20 de enero.
«Aunque el barrio siempre ha estado presente, siempre se han unido más personas y jóvenes para mantener viva nuestra tradición, rica en religión, cultura, solidaridad y armonía. Esta tradición es de las más antiguas, ya que comentaban los señores y señoras que aquí nació la Sayaca, el papaqui que significa alegría y gozo, hasta toros había; habla del inicio del carnaval y después la cuaresma», dijo Cristela Parra, hija de la señora Irene Martínez y una de las organizadoras de la celebración sobre el festejo, quien además agradeció a los que apoyan y reafirmó que seguirán con la tradición hasta que Dios les preste vida.
«Es una fiesta muy vieja que siempre se ha celebrado. Las señoras Irene, Catarina y Efigenia fuimos de las que iniciamos con la celebración y ha perdurado, y Dios quiera siga por años más», compartió la señora Bertha Barón, quien creció en el barrio y aunque actualmente reside en la ciudad de Guadalajara, compartió que siempre que puede, busca venir a la fiesta.
Finalmente, organizadores de la Fiesta de San Sebastián agradecieron a todo el barrio, vecinos, pueblo, a Don Juan Soto y su esposa Gloría Basulto, al señor Mario Lopez y familia “gracias, gracias, infinitas gracias”.
San Sebastián en su altar, al llegar al barrio -cruce de las calles Marcos Castellanos y Emiliano Zapata- la noche del 19 de enero. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Los festejos de San Sebastián, por fin se celebraron con las tradiciones completas, tras dos años haciéndose “a la mitad”, debido a las restricciones de la pandemia.
Desde el jueves 19, recibieron a la imagen de San Sebastián con mariachi, y con un palo encebado para los niños. El día 20, las tradicionales actividades dieron inicio desde muy temprano, con las mañanitas, la misa de 8 y el desayuno.
A mediodía, ofrecieron comida a los asistentes, y acto seguido se dio paso a la procesión para entregar a San Sebastián. En el recorrido hubieron sayacas, carros alegóricos y música de banda.
Tras entregar al santo, el contingente regresó al barrio para hacer el papaqui, que consiste en lanzar huevos con confeti, y acto seguido inició la presentación de la Sonora Pachanguera de San Juan Cosalá. Al final, se quemó un torito pirotécnico, y la presentación de la banda Los Lagos.
Niños participando en el Palo Encebado. Foto: Sofía Medeles.
Sayacas pequeñas que participaron en el desfile con harina, jugando con un niño que las cucaba. Foto: Sofía Medeles.
Sayacas que participaron en la procesión del día 20 de enero. Foto: Sofía Medeles.
Procesión entregando a San Sebastián a la parroquia de San Andrés Apóstol. Foto: Sofía Medeles.
Uno de los carros alegóricos. En este, participó un extranjero, caracterizado como San Sebastián. Foto: Sofía Medeles.
El segundo carro alegórico de San Sebastián, con tachihual embetunado y cazuelas con comida. Foto: Sofía Medeles.
Sayaca bailando al llegar al barrio de San Sebastián. Foto: Sofía Medeles.
Niños y grandes presentes se sumaron a jugar al papaqui. Foto: Sofía Medeles.
Torito pirotécnico antes de ser encendido. Foto: Sofía Medeles.
San Sebastián sobre su anda, saliendo del barrio de San Sebastián, ubicado en la parte norte de la delegación de Ajijic.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- Pese a que se celebró a San Sebastián con una ceremonia muy modesta, los vecinos del barrio no perdieron oportunidad para festejar al Santo, con una misa en el barrio ubicado al norte de Ajijic, conviviendo con chocolate caliente y pan, y en la tarde, con una pequeña procesión para devolver a la figura religiosa, amenizada con una agrupación musical y las tradicionales sayacas.
Durante la mañana, en la misa no asistieron más de 50 personas y todas respetaron en todo momento los protocolos de salud vigentes. Al finalizar se repartió chocolate, canela y pan tachihual para los participantes de la ceremonia eucarística. “Estuvo bien, fue chiquita a diferencia de otros años, pero se sintió igual de bonito”, mencionó don Antonio, vecino cercano del barrio.
Una pareja de turistas se unió al baile de las sayacas que acompañaron a San Sebastián en su recorrido por algunas calles de Ajijic.
Más tarde, durante la procesión, se pudo ver más gente -aproximadamente 70 personas-. La procesión inició con las sayacas bailando, mientras detrás de ellos iba una agrupación musical, y al final, San Sebastián, cargado por cuatro hombres.
A lo largo de la procesión, hubo un grupo de niños que buscaban ser perseguidos y enharinados por las sayacas, quienes solo se limitaron a bailar, y a su alrededor, espectadores que disfrutaban el festejo mientras grababan.
“Esto es lo que le gusta a uno, ya ha habido tantos festejos tan grandes, como el de Joco, no creo que hagan escándalo por esto. Aquí hay puros vecinos y todos con nuestros cubrebocas. Ya nos dimos el gusto de convivir y además compartir una cervecita”, aseguró don Nico, minutos antes de iniciar la procesión.
Aunque el recorrido cambió un poco -por las calles de Zapata, Javier Mina, Guadalupe Victoria, una vuelta por la plaza, y finalmente la calle Parroquia- estuvo todo el trayecto acompañado de espectadores. En la plaza, un par de turistas emocionados, se unieron a la procesión a bailar con la música de la banda.
Entrada de la procesión a la parroquia de San Andrés Apóstol, donde finalmente fue dejada la imagen del santo.
“No nos imaginábamos que iba a haber un desfile, solo vinimos a dar la vuelta porque hubo chance. A San Sebastián no lo conocíamos, mucho menos imaginábamos que aquí en el Pueblito Mágico es tan querido”, mencionó un señor que estaba sentado en la plaza.
Al final, a la parroquia de San Andrés Apóstol donde fue llevado el santo, solo entraron quienes cargaban a la imagen, así como unos pocos acompañantes, mientras las sayacas se quedaron a la entrada de la parroquia, y la banda tocando las mañanitas afuera del templo. Tras dejarlo, las personas regresaron al barrio de San Sebastián, ubicado al norte, en Ajijic.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala