Hugo Gustavo Zamora Medina, (San Juan Cosalá Jalisco).- Con motivo del 13 de mayo, Día de la Virgen de Fátima, aniversario de las apariciones de nuestra señora de Fátima, el barrio del mismo nombre y la parroquia de San Juan Bautista celebran cuatro días en su honor.
La festividad religiosa dio inicio este martes 10 de mayo a las 7:00 pm con el Santo Rosario y celebración de la Eucaristía; el día 13 hubo una procesión con la imagen de la Virgen por el pueblo a las 6:00 de la tarde y misa a las 8:00 de la noche. Después, serenata, castillo y un festejo popular, así como una variedad de comidas para degustar, dejando un derrame económico para los habitantes de esta localidad, y de otros que ejercen otra religión, mencionan los vecinos del barrio.
La celebración data ya de varios años en festejar a la imagen, la cual a su llegada a esta comunidad, está llena de datos curiosos. El primero, según la historia, fue un regalo de una mujer estadounidense, la señora María Luisa Landin, quien vivía en Guadalajara y que tenía como trabajadora domestica a la señora Hermelinda Pinto. A su regreso a Estados Unidos, no fue posible llevarse la imagen, por lo que buscó un lugar donde dejarla a través de su empleada.
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Jesucristo siempre chocó con la actitud, el comportamiento y sobre todo con la soberbia e intransigencia de los sacerdotes de su tiempo; los encaró con valentía y dureza porque habían convertido la religión en un comercio lucrativo para ellos y por su falta de amor a los demás. Nos lo advierte no para criticarlos, sino para ayudarlos a que recapaciten ellos y nosotros. “En la cátedra de Moisés han tomado asiento los escribas y los fariseos. Por tanto, todo lo que les digan, háganlo y cúmplanlo…, pero no hacen. Atan cargas pesadas y las echan en las espaldas de la gente, mientras ellos no quieren empujarlas ni con un dedo”, Mt. 23, 2-4 y 55.
Jesucristo no generaliza. Yo tampoco lo hago de ninguna manera, porque he conocido sacerdotes congruentes en su desempeño de guías espirituales. Por eso su amor, su celo en el cuidado del rebaño. Pero es triste y desesperante ver cómo otros no quieren darse cuenta de que su ejemplo, a quien más está dañando es a la niñez y a la juventud.
Son los mismos jóvenes quienes captan el mensaje doble, reflexionan y luego expresan su sentir sin tabúes ni falsos respetos humanos; no son fáciles de convencer ni pueden experimentar respeto por aquellos seres humanos que se presentan como orientadores o guías religiosos; que les enseñan una cosa pero hacen otra.
¿Qué sucede entonces?
Los jóvenes se alejan de todo lo espiritual y entran en conflicto con sus progenitores. Creen en Dios, pero no entienden por qué los que conocen a ese Dios están tan lejanos y retirados de ellos.
¿Qué haría usted si le tocara escuchar los comentarios que se dan entre los jóvenes, que expondré en breve? ¿Regañarlos? ¿Asustarse y mostrar indignación? ¿Decirles que son unos blasfemos que se van a ir al infierno? ¿Que Dios los va a castigar? ¡¡N’hombre!! Sólo Les va a servir de burla y sólo sentirán lástima por usted. Y, a parte, ningún mensaje les va a dejar, los va a desorientar todavía más.
Ahora, los comentarios que se hacen entre los jóvenes.
—Uta, güey, los padres (sacerdotes) se olvidaron de servir a la Iglesia, güey. ‘Hora nomás mandan, güey, nada les parece, güey, y de todo se encabronan, güey. Y todavía quieren que los que todavía creemos un poco vayamos donde están ellos, güey. ¡Dónde la vieron!
—Neta, güey. Güey, se la pasan encerrados en el templo. Yo nunca los veo, güey, que vayan a visitar a la gente a sus casas. Güey, si van por la calle ni siquiera saludan. Como que son más acá, güey. Yo no me imagino a Cristo así, güey. ¿Cómo está eso, güey? ¿En qué trabajarán? ¿Qué hacen?
—Sí, güey, quieren que vayamos a misa, y cuando mis jefes me obligan a ir, güey, se la pasan regañando y unos dicen que somos una bola de pecadores, gúey. Y de Diosito ni dicen nada, güey. No, pos, mejor me quedo en mi cantón, ese. Aunque a mi jefa esté chingue y chingue. Al cabo Dios está donde quiera, güey. Eso le digo a mi jefecita.
—Güey,pos ya sabemos que somos pecadores, pero luego nos dicen que no robemos, güey, pero ellos roban; que no digamos mentiras, y ellos mientes, güey; que nos abstengamos de todo contacto sexual, pero ellos violan y hasta a los pobrecitos niños, güey. Que no se manchen, güey. ¿Cómo quieren que nos acerquemos a lo bueno? Así, ¿cómo?
—No todos son iguales, güey. Si investigas, te das cuenta que son el 2 ó 5 por ciento. En todas las religiones y creencias se da, güey, no nomás en los católicos, güey. Todos sabemos que en donde más se da el abuso de niños es en las mismas familias, güey, y pos tampoco ahí se puede generalizar. La neta que no lo estoy diciendo para justificarlos, porque no hay justificación, güey. No se vale satanizar a todos.
—Hay muchos curas que sí son chidos, güey. Les gusta su jale, pero pos por las maniacadas de unos pierden todos, güey, como dice el dicho, y eso no se vale. Bien dice mi abuelo, que nuestra fe debe estar en Cristo, no en el Cielo. Diosito nunca nos va a fallar, güey.
—Pobres güeyes. Yo digo que los deberían dejar casar. Dicen, güey, que antes sí se casaban. Yo pienso que eso es hasta antinatural, güey. No manches, también son hombres y su cuerpo reacciona como el de nosotros, güey. Yo eso, neta que no estoy de acuerdo, güey. Todos deberíamos decirle al Papa, “dígales a sus padres que se casen”, y los que no quieren, por no y ya. ¿No, güey?
Todas estas conversaciones y las dudas que surgen entre los jóvenes de ambos sexos son para tomarse en cuenta, acercarse a ellos y aprender; creer unidos y juntos todos encontrar soluciones.
No es tan sencillo como lo plantean algunos allegados al templo, que arman un escándalo y dicen:
—Es que a veces Lalo dice…, es que Lalo es un blasfemo, es un maldito de Dios; es que Lalo se cree mucho, con poquito que estudió ya se atreve hasta a hablar de los sacerdotes…, es que Lalo piensa que es puro y bueno, pero es un hijo de la chingada. Y el periodicucho ése de la Laguna que le sigue la corriente.
¡No, señores de la buena consciencia! Lalo es tan pecador como todos ustedes, de puro y santo no tengo nada, soy tan o más católico que ustedes y mi fe se las muestro con mis obras, pero soy tan defectuoso como cualquiera. Dios lo sabe, Dios me conoce mejor que yo; pero amo a mi Iglesia y a sus sacerdotes, por eso no los alabo cuando la están regando; me uno a ellos y busco sus orientaciones cuando veo su interés por el rebaño, su sabiduría, su entrega a Cristo, a pesar de sus defectos contra los que tienen que luchar, como luchamos todos. Soy un maldito para ustedes, pero no para Dios.
Retomando las charlas de los jóvenes, aprendamos que la juventud es más sincera que nosotros los adultos. Sí está desorientada y entregada a las drogas, es porque nosotros y los sacerdotes no hemos sabido guiarlos. La juventud entiende que Dios es un misterio inabarcable a la razón humana y que en Jesucristo se hizo hombre y nos propone una nueva manera de vivir en sociedad: amándonos como Él nos ama, para ser felices y justos. Pero esa juventud no encuentra quien le desmenuce el mensaje y el amor de Cristo; quien se lo haga digerible. Aún dentro del misterio divino puede asimilarlo, pero le hace falta ver lo sólido de la congruencia en aquellos de los que trata de aferrarse. Al no encontrarla, se desvía y penetra a un mundo de vacío existencial, de desenfreno, de falta de valores… Se pierde en este mundo actual en el que lo que abunda es información engañosa, verdadera o falsa. Y todos somos culpables. Sacerdotes, pastores, sociedad y gobiernos.
Mientras que el Papa Francisco I pide a sus feligreses una iglesia incluyente, solidaria, humilde, que abrace a los más necesitados, y a los excluidos, entre los que ha mencionado explícitamente a los divorciados y a los homosexuales, por no mencionar a quienes profesan otras religiones, algunos representantes de esa misma iglesia en la ribera de Chapala se empeñan en lograr justamente todo lo contrario.
Como si se tratase de un acto de rebeldía hacia el Santo Padre y sus directrices, los curas encargados de las parroquias de Ajijic y San Antonio Tlayacapan se desviven por demostrarnos que sus prédicas de amor al prójimo son sólo de palabra. Su falta de respeto a los demás encuentra su acto más que simbólico en la receta diaria del rosario en altavoces por todo el pueblo de San Antonio cada que el sol sale (“al que no le guste, que se largue de mi pueblo”, es lo que siempre dicen los fanáticos).
Si por algo los ribereños hoy en día recuerdan fehacientemente cuando y quienes fueron los primeros evangelistas en la ribera (1531, franciscanos), es porque esa primera generación de predicadores cristianos no solo vino a hablar de misericordia, sino que también fueron misericordiosos; no solo vino a imponer una tradición, sino que se maravillaron y se fundieron también en la tradición que encontraron.
Por eso es que los sacerdotes egoístas, rencorosos y autoritarios (no todos son así, hay que decirlo), copias chafas de Juan Sandoval Íñiguez, ese Cardenal emérito que nadie echa de menos, no encajan con sus feligreses, un pueblo que sabe de humildad y solidaridad, pues ambas virtudes son las que estos ribereños practican en su vida comunitaria día a día.
Todo parece indicar que el poblado menos favorecido ante la designación de párrocos es Ajijic. El dedo en la llaga lo ha puesto una vez más, un valiente hijo de este pueblo que, una vez más, nos ha demostrado que la hombría no está en la orientación sexual, sino en la capacidad de ser valiente y decir públicamente las cosas como son.
El señor Eduardo Ramos, quizá el evangelizador católico más efectivo en el pueblo, responsable de la manifestación más importante, impactante y tradicional de Ajijic hacia el Dios de los católicos, denunció recientemente, no sólo el boicot del párroco a la Pasión de Cristo, sino además una serie acciones, omisiones y actitudes del cura, que no hacen sino demostrar que hay sacerdotes que hacen y dicen todo lo contrario a lo que el Papa pide a su iglesia.
Entre lo que ha salido a la luz con relación a este párroco, está el rumor de que en algún momento ciertos testigos le escucharon decir textualmente: “yo no estoy a gusto aquí”. De ser así, lo ideal sería que este señor solicite su cambio a otro templo. Se haría un gran favor y de paso le haría también un gran favor a este pueblo que desde hace tiempo espera un párroco amoroso, solidario, humilde y caritativo: un buen cristiano.
Cronista: Gabriel Chávez Rameño
En alguna edición de las crónicas en Laguna, escribí sobre un tesoro que se encuentra en el cerro de García, específicamente en un lugar que le llaman “Las Tinajas”. Dicho tesoro, al igual que muchos que se saben, está maldito o encantado, y se debe de hacer un ritual para poder hacerse de él. Para poder llegar a ese lugar, se debe de tomar el camino que lleva a el pueblo de El Sauz, de ahí caminar con rumbo al cerro de García y, al llegar a un arroyo, se toma el camino que va directo al paso de Toscano, donde hay unas peñas. Por cierto, hace unos meses ampliaron el camino para que pudieran pasar automóviles y de ahí surge esta historia.
“Llegué al trabajo y me pidió el patrón que agarrara la maquina porque nos íbamos a ir a El Sauz a chambear. Ya ves que tengo tiempo trabajando la maquina. Bueno, después de subirla al camión, nos fuimos y me dieron las indicaciones del trabajo que iba a realizar. Íbamos a ampliar la calle y a rebanar parte de la peña que está ahí, cerca de “Las Tinajas”. Por cierto que está bien bonito. Bueno, cuando el del camión me dejó, prendí la máquina y empecé a caminar con rumbo a donde iba a ser el trabajo. El compañero del camión se fue y quedé sólo trabajando… Ahí andaba, echándole ganas al trabajo, cuando llegué hasta las peñitas. Ya casi era la hora de comer, así es que seguí trabajando, y al poner la pala en la peña para empezar a tumbarle pedazos, de repente la máquina se paró. Volví a echarla andar y otra vez, y cuando quise poner la pala en la peña, la máquina se volvió a apagar. En ese momento pensé que estaba sobrecalentándose, así es que la deje apagada y me fui a comer… Cuando volví, prendí la máquina y creía que por estar fría había encendido fácilmente, y me puse a trabajar quitando tierra que había en el camino. Me encaminé otra vez hasta la peña, y volvió a pasar lo mismo: la máquina se paró al momento que trate de derrumbar la peña. Empecé a sentir como algo raro. Como si me estuvieran viendo, y nada más me retiraba de la peñita y la maquina seguía jalando sin parar. Volví nuevamente a querer derrumbar la peña y de pronto la pala quedo atorada. La maquina seguía jalando, pero como si la hubieran agarrado y no se movía ni p’arriba ni p’abajo, y en eso empecé a escuchar en la lamina del techo como si estuvieran aventando piedras. Eran golpes muy fuertes, y en eso vi como las piedras revotaban. Me fui en reversa, la pala se aflojó y pude sacar la máquina, pero seguía escuchando como me aventaban piedras. Cuando me retiré un poco, me salí de la máquina y me asomé a ver quiénes eran los que me aventaban las piedras, pero no había nadie. Ya eran como las cinco de la tarde y ya me quería venir a mi casa. En eso llegó el patrón y el chofer del camión, y me preguntaron que por qué tenía la cara de asustado. Les platiqué lo que me había pasado. Me dijeron que no era cierto y me hicieron que prendiera la máquina y volviera a trabajar, que ellos iban a estar ahí y que iban a ver. En eso, cuando me acerqué otra vez a la peña, se volvió a trabar y el patrón y el chofer se quedaron sorprendidos, y cuando retrocedí la máquina y moví la pala p’arriba y p’abajo funcionó muy bien. Volví a intentar, y pasó lo mismo. En eso, volvieron a aventar piedras, y el patrón y el chofer corrieron para ver quiénes eran, y su sorpresa fue mayor cuando no vieron a nadie. Nomás las piedras pegaban en la máquina. En eso, volvieron conmigo, y de pronto se escuchó como si una manada de caballos viniera. Nos subimos a la máquina y no pasó nada. En eso que me dice el patrón:
—¿Sabes qué? Mejor vámonos. Ya mañana le seguimos.
Y nos retiramos del lugar…
Llegamos a El Sauz a tomar un refresco y, platicando ahí, el señor de la tienda nos dijo que eran las ánimas de “las Tinajas” que cuidan un tesoro que está por esos rumbos escondido… Ya el patrón me dijo que abriera el camino por otro lado, y desde ahí ya no me dejó andar sólo. Yo creo que pensaba que si me encontraba el tesoro me iba a ir…”
Así lo platico Arturo R., quien vivió esta experiencia y que sintió lo que muchos cuando las manifestaciones de otros mundos se hacen presentes.
Arturo Ortega (San Antonio Tlayacapán, Jal).- El comité organizador de San Antonio Tlayacapán ya inició los preparativos para celebrar las Fiestas de la Cruz el próximo 3 de mayo.
Este año se espera que asistan más de 500 personas a la fiesta religiosa que por primera vez en 39 años realizará una procesión que culminará en el barrio de La Purísima.
La procesión para el día del albañil contará con dos carros alegóricos, albañiles, charros, danzantes y sayacos. Iniciará a las 18:00 horas partiendo de la unidad deportiva y circulará por cuatro de los cinco barrios de San Antonio.
El presidente del comité organizador de las fiestas de la Santa Cruz, Ramiro Rentería Silva, agregó que este año también se reconocerá a la señora Aurelia Milián, quien inició con adornar de flores y rezar a la cruz del barrio de La Purísima por 30 años y a Antonio Rivera quien continuó con la tradición por dos años más.
Desde hace 7 años, el Comité Organizador de las Fiestas de la Cruz del barrio La Purísima se hace cargo de esta celebración en la que ofrecen una cena y un baile gratuito por la noche bajo la consigna de dar más que el año pasado.
En el 2015 prepararon más de 25 kilos de maíz para pozole que ofrecieron a más de 400 asistentes. Este año prepararán 40 kilos de maíz para más de 500 asistentes.
Rentería Silva explicó que la comida y la música que se ofrecen de manera gratuita a toda la gente son proporcionadas por los habitantes del barrio La Purísima. Por ello en el comité han decidido iniciar con dos meses de antelación la organización para contar con los recursos necesarios para lo que se proyecta este año.
El día de la cruz en San Antonio es celebrado con un novenario de rezos al pie de la cruz que se ubica entre las calles Colón y La Bandera a partir de las 20:00 horas.
Los feligreses acostumbran adornar la cruz de cada barrio con flores y ofrendas de pan, frutas, vino y despensa. Por la noche, se dirigen al barrio de la Purísima para disfrutar de la comida y el baile que se ofrecen desde hace 7 años.
Hugo Gustavo Zamora Medina, (San Juan Cosalá, Jalisco.).- Ladrones se llevaron la placa del busto del padre Adalberto Macías Llamas, instalado en el atrio de la parroquia de esta localidad. Esto se dio a conocer el miércoles por fieles quienes salían de misa de 7:00 de la tarde.
El día en que ocurrieron los hechos se desconoce, ya que, según menciona una catequista, esto pudo haber sucedido el lunes, pues el martes ya no se encontraba, pero no avisó a la parroquia porque pensó que posiblemente podían haberla quitado para límpiala, mencionó la señora.
Según se mencionó por parte de la parroquia, debido a lo sucedido existe la posibilidad que se retiren las demás placas y bustos, ya que desafortunadamente sí hay gente que “vandaliza” lo que se le pone enfrente.
El busto del padre Beto fue develado en el atrio de la parroquia el primero de noviembre de 2013, por motivo de sus 60 años de vida sacerdotal.
La obra del padre Beto, no es la única que ha sido blanco de vandalismo o intentos de robo, también quisieron robar la placa del padre Salvador Mora Medina, que está ubicado a lado del busto del padre Macías.
Tras la desaparición de la placa, se exhorta a la comunidad a respetar o a difundir la desaparición así como delatar al comprador y a quien robo la estructura.
En esta área del atrio parroquial se encuentran dos bustos más de los sacerdotes que han ejercido su ministerio sacerdotal: el padre Francisco Castellanos, quien estuvo adscrito en esta comunidad colocada por sus familiares, y del padre Salvador Mora Medina, colocada en honor de sus 50 años de vida sacerdotal.
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá, Jal.).-Este miércoles el que fuera cura de la parroquia de San Juan Bautista por 11 años, Salvador Mora Medina “Chava”, falleció por complicaciones de salud en un hospital de Guadalajara. La noticia sacudió de manera inmediata las redes sociales.
Durante toda su vida sacerdotal, el padre “Chava” trabajó en diferentes parroquias, donde se destacó por su trabajo. En San Juan Cosalá dio inicio a muchas obras, varias de las cuales son hoy visibles en la parroquia.
El padre Salvador Mora Medina llegó a San Juan Cosalá el 28 de agosto del 2000, donde permaneció once años y medio. Nació en Tepatitlán, Jalisco, el 24 de diciembre de 1933, y recibió la orden sacerdotal el 22 de diciembre de 1962.
Ejerció sus labores sacerdotales en: La Yesca en Nayarit, Amatlán de Jora, Santa Cruz de las Flores, Puente Grande, León en Guanajuato, parroquia de San Joaquín en Guadalajara, en la parroquia San Juan Bautista de San Juan Cosalá, y en Santa María Tequepexpan.
Su cuerpo está siendo velando en la parroquia de Santa María Tequepexpan, en Guadalajara, con distintos horarios de misa de cuerpo presente. Será velado hasta el viernes a las seis de la mañana, para llevarlo a misa de nuevo en Puente Grande, donde será enterrado.
Al párroco le sobrevive su hermana, Carmelita, de 78 años de edad.
Domingo Márquez (Chapala, Jal.).- La poca solidaridad con el pueblo, su cuadratura para dirigir la iglesia y el poco sentido de identificación con las familias del pueblo son algunos de los factores que han mermado la popularidad del cura Javier García Orozco entre los ajijitecos, ha señalado en entrevista el coordinador de la obra catequista Pasión de Cristo, Eduardo Ramos Coredero, la cual tiene 36 años realizándose ininterrumpidamente en la población de Ajijic.
Ramos Cordero ha manifestado que desde hace más de un año, la gente no está contenta con este cura, quien recibió su nombramiento territorial el 30 de junio del 2014, y que suplió al párroco Alfredo Arreola, quien actualmente se encuentra ejerciendo su ministerio en el templo de la Soledad en Tlaquepaque.
Lalo, como es conocido entre los locales, indicó que la población no busca un sacerdote a su medida y capricho sino que se busca un párroco congruente con su ministerio sacerdotal.
“Que ame a Cristo y que lo demuestre en su pastoreo. No queremos sacerdotes perfectos, porque no los hay, pero queremos un sacerdote que no sea caprichudo y lleno de amargura”, espetó el entrevistado.
Además dijo que es necesario levantar la voz y defender a la iglesia de quien sea. “Si la he defendido de los sacerdotes tengo que hacerlo no porque sea perfecto, sino porque no está cumpliendo con su ministerio con el que se comprometió con Cristo voluntariamente; nadie lo obligó ni a él ni a ningún sacerdote”.
Añadió que da flojera arrimarse con los curas porque son intransigentes, soberbios, no escuchan y sólo quieren hablar de ellos.
También denunció que el cura Javier García Orozco no permite hacer guardia a los difuntos, “que porque no está bien. Bueno esa son nuestras costumbres. Eso lo hace por su falta de amor, de tacto hacia la gente y su apatía a visitar cada hogar del pueblo para empaparse de sus necesidades”.
Eduardo, mencionó que el pueblo debe hablar, externar sus sentimientos. “Tenemos un gran cariño a los sacerdotes, pero ellos mismos se encargan de convertir nuestro cariño en coraje en apatía”.
Además, expresó que el pueblo se tiene que quitar su fanatismo que es lo que más le daña. “Pastores y ovejas son lo mismo y debemos caminar al unísono, ayudarnos unos a otros, el pueblo debe saber, si su sacerdote no está obrando cristianamente, se deben de bajar del pedestal (los sacerdotes) donde ellos mismos se subieron, nadie los subió”.
En el transcurso de la entrevista, realizada en las oficinas de Periódico Laguna, Lalo ahondó explicando que el cristiano, el fiel católico, debe ser valiente, debe denunciar cuando la actitud de los sacerdotes no es buena. “Deben tener miedo de callarse (los habitantes), porque cuando nos muramos, el Señor nos va pedir cuentas de lo que debimos haber hablado”.
“Como yo conozco mi catolicismo, estudié, ya no veo a mis sacerdotes como dioses o seres intocables. Los veo como seres humanos dignos de ser amados, dignos de ser respetados, pero en cuanto ellos sean dignos de eso. Si no lo son yo no les brindo mi respeto”, expresó el coordinador de Pasión de Cristo.
Al preguntarle si había ya tenido un acercamiento con el cura Javier ( foto a la Izq.), Lalo dijo que en un principio se llevaron bien, pero la relación se ha fracturado por la actitud que ha tomado el párroco hacia la población.
Lalo contó a Laguna que cuando fue a buscar al cura para pedir un favor, antes de preguntarle a qué iba, le comenzó a cuestionar por qué no iba a misa, por qué no se confesaba. A los que le respondió que para él era más importante el amor a su comunidad, esforzarse para ayudar al prójimo que estar rezando novenas y pasártela todo el tiempo en el templo.
Además, “si yo no voy al templo y a clases de biblia, él tiene que ir con cariño. No sólo conmigo sino ver qué les pasa a las familias, porque están sufriendo. Lo que están sufriendo por la drogadicción de sus hijos, por la falta de trabajo. Nada más se limitan a oficiar, bautizar, confirmar y a administrar las limosnas”, sentenció.
Añadió: “Yo no sé qué están haciendo en sus curatos, administrando el dinero de las limosnas, llenando papeleo, pues para eso tienen un secretario. El único que yo sé que trabaja, aparte de cumplir con su obligación, trabaja en el Instituto de Antropología y es un excelente pastor. Es el padre Everardo”.
Lalo también confesó que un sector del pueblo se encuentra molestó por la actitud que tuvo con la muerte del catequista Manuel España. “Se molestó porque le dieron clamores muy largos. La gente se dio cuenta y comenzó a decir ‘bueno, ¿y en qué le afecta?’ o ‘¿qué las campanas se desgastan?’ o ‘¿acaso ignoraba quién fue Manuel?’. Manuel sangró amor desde niño en Ajijic, por eso cosechó amor, por eso cosechó tantas muestras de cariño, tantas lágrimas el día de su partida”.
El entrevistado explicó que también el párroco se molestó cuando le abrieron la capilla del Rosario para meter por unos momentos el féretro y rezar por el alma del catequista que dedicó más de 50 años de su vida a la evangelización.
“Qué tiene que te abran la capilla para que entre un hombre que amó a María del Rosario. La gente quería rezar un rosario y orar por su alma”, dijo.
Además manifestó que ya descubrió que el cura no está a gusto aquí en Ajijic. “Hay gente que me lo ha dicho. Nos hemos salido de misa porque es incongruente lo que dice. ‘Repórteme en el arzobispado, no me molesta, al contrario, me harían un gran favor; yo no estoy a gusto aquí’”.
Lalo refirió que “¿por qué tenemos que denunciarlo nosotros? ¿Por qué no les dice a sus superiores que está molesto en Ajijic? ‘Quiero irme, el pueblo está molesto’”.
Al igual, Ramos Cordero, se quejó por el poco apoyo que recibió la obra catequista “Pasión de Cristo” en su treintaiseisava representación, ya que no les permitió el uso de energía eléctrica en el atrio de la Parroquia de San Andrés, ni les facilitó el atrio de la capillita para realizar la “Verbena del Pasado”, kermesse que se hace cada año en la plaza principal para recaudar fondos para la obra catequista. “Nos permiten hacer las cosas, pero no nos ayudan”.
Sin embargo, señaló que “si te pones a pensar a lo mejor tiene razón: En la capillita cada vez que finaliza ‘La Verbena del Pasado’ termina un cochinero, pero deberían tomar en cuenta que al día siguiente se tiran los desperdicios de la comida, [limpiamos] cuatro o tres días [después], y a veces más, porque estamos cansados se recoge absolutamente todo y entregamos el atrio mejor de los que recibimos”.
Además indicó que “yo siempre he cuidado que nos divorciemos del clero (Pasión de Cristo), no de la Iglesia, porque nosotros somos la Iglesia. Como en Iztapalapa, entonces todo se convierte en borrachera, derroche de dinero a manos llenas, mientras no nos den motivo para separarnos”.
Para finalizar, Lalo dijo que el cura Javier García Orozco debería acercarse a platicar para llegar a acuerdos. “’A Pasión de Cristo’ se nos cerraron unas puertas, pero se nos abrieron otras, la Casa de la Cultura de Ajiijc, y el Ayuntamiento de Chapala nos ayudó a sacar la obra catequista mandando personas y facilitando sus instalaciones del Centro Cultural Ajijic para que los actores se cambiaran de vestuario”.
Fueron alrededor de 70 locales quienes dieron vida a la “Pasión de Cristo 2016” durante el Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo, Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección. Pulsa la fotografía para ver la imagen completa.
Redacción (Ajijic, Jal.).- Pese algunos inconvenientes con el equipo de sonido, cambios en el libreto y el poco apoyo por parte del cura de la Parroquia de Ajijic, Javier García Orozco, la obra catequista “Pasión de Cristo Ajijic 2016” no dejó de sorprender a los cientos de personas que se dieron cita para presenciar la representación de los últimos días de Jesús en la pintoresca población.
Para algunas personas que cada año asisten a ver Pasión de Cristo, la crucifixión realizada al pie del cerro en Ajijic fue menos emotiva que otros años, ya que el sonido se descompuso y el joven quien interpreta a Jesús por segundo año consecutivo, Álvaro Romero Ochoa, sufrió de insolación cuando se encontraba arriba de la cruz, por lo que dicha escena fue terminada antes de tiempo.
Al igual, el cura Javier García, quien tiene dos años de párroco en la población, les negó al grupo de “Pasión de Cristo” el uso de la electricidad durante la escena donde Jesús es presentado ante Herodes y Pilatos, la cual se realiza en el atrio de la parroquia de San Andrés.
El argumento del cura fue que sale muy costoso el uso de la electricidad aunado que el otro año pasado se quemaron lámparas y pastillas de electricidad durante las pruebas de sonido.
Sin embargo, el ayuntamiento de Chapala le colocó al grupo de “Pasión de Cristo” unos conectores externos para que pudieran representar la obra catequista que tiene 36 años de tradición en el pueblo.
En entrevista para Laguna, el coordinador general de “Pasión de Cristo Ajijic 2016”, Eduardo Ramos Cordero, denunció que el párroco no les permitió el uso del atrio de la capilla ni para la kermés de la Verbena Jamaica del Pasado, la cual se realiza para recabar fondos, ni para cuando se cambian de vestuario los actores el Jueves y Viernes Santo, días de la representación de la obra catequista.
Al igual, dijo que tampoco les dejó utilizar la electricidad del templo, y el Viernes Santo les prohibió dejar la escenografía en el lado norte del atrio “porque se veía fea”.
Lalo, explicó que en años anteriores, los otros párrocos les permiten dejar la escenografía, ya que los miembros de “Pasión de Cristo” bajan cansados del cerro, donde se representa la crucifixión.
“Los actores, cansados de actuar, decoradores y los directivos no hallamos ni qué atender. Es muy conveniente dejar las cosas y después ir otro día en camionetas para recoger la escenografía para llevarla a la bodega de ‘Pasión de Cristo’”, señaló el entrevistado.
La entrevista completa con Eduardo Ramos Cordero en la edición 216.
Foto- Galería de Pasión de Cristo Ajijic 2016
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá.).- Se admira a la gente que ha formado parte de la vida de una persona durante 50 años, y la admiración crece si esa misión ha sido realizada en el desarrollo de la comunidad. En San Juan Cosalá estamos delante de alguien ante quien debemos quitarnos el sombrero. Ésa es la historia del Padre Adalberto Masías Llamas.
Originario del estado de Zacatecas, y ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Guadalajara en 1952, el padre Adalberto Masías Llamas llegó a esta población el 19 de marzo de 1966, e inició su misión sacerdotal y educativa. Después de ser párroco por 27 años, dejó como sucesor al cura Celso Manzano López, para dedicarse de lleno a su institución de “Niños y Jóvenes”.
El padre Masías, que todavía se emociona hablando del trabajo educativo y evangelizador, el 19 de marzo, pese a estar convaleciente después de estar en el hospital, celebró misa a las 12:00 por haber llegado aquí a San Juan Cosalá, en donde con su sencillez de vida nos lleva a reflexionar y descubrir una vez más la necesidad de ser testigos en la misión de hacerlo con entusiasmo y alegría.
Padre Beto dedica cariño y amor a su institución de “Niños y Jóvenes”, y a la población en general. Oficia misa en el internado a la 1:00 de la tarde para las personas de alrededor, y el domingo en la parroquia a las 9:00 de la mañana, así como el martes suple al señor cura en sus descansos y compromisos.
El padre Beto hace 50 años.
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