El ahorcado de las seis esquinas
Imagen actual de la plazoleta donde se encuentra el Árbol de las seis esquinas en Ajijic Foto: gomexicoway.com
Por: Cronista Mtro. Gabriel Chávez Rameño.
Quiero aprovechar estas líneas para agradecer a los lectores del Semanario Laguna y a todos aquellos que ya me han hecho parte de su lectura sabatina, además que en éste último escrito del año quiero desearles unas felices fiestas navideñas y que la luz de la esperanza se ilumine en su persona y familia, para que el próximo año esté lleno de bendiciones.
Ojalá que la vida me pueda dar la satisfacción de entregarles el próximo año más y más crónicas de nuestra región y les paso la noticia de que entrando el año 2015 entregaré el primer libro de historias de nuestra región.
Un acontecimiento olvidado en la actualidad y los que recuerdan prefieren no hablar de eso ya que les trae tristes recuerdos. Los vecinos de Ajijic presenciaron la crueldad humana en el árbol que hoy es símbolo del llamado lugar seis esquinas.
Durante el movimiento cristero, el derramamiento de sangre en nuestra región fue bastante. En San Juan Cosalá acontecieron eventos trágicos y muchas muertes de vecinos del lugar y de otros poblados, sin embargo en las seis esquinas en una ocasión apareció el cuerpo de un hombre de aproximadamente cuarenta y cinco años de edad, colgado en el árbol de camichin. Arnulfo Gómez Díaz originario de Zacoalco de Torres y avecindado por unos días en San Juan Cosalá. Fue detenido por los federales a la altura de lo que hoy es la Cristina cuando venía de Chapala y traía armas de fuego y municiones escondidas en la carga de pastura que traía en sus mulas y burros.
Arnulfo Gómez había venido de esta zona del sur de Jalisco enviado por el padre Michel quien era de los defensores de la fe en esta región. La encomienda era recoger y llevar a Zacoalco y Tamazula armas y municiones, para esto el punto clave era San Juan Cosalá y de ahí cruzar las armas en canoa hasta San Cristóbal y subir por el cerro por la brecha de El Sauz para llegar a su destino.
Arnulfo Gómez llegó a San Juan Cosalá, a vivir con unos parientes que ahí tenía. Don Leónides Díaz, tío de Arnulfo era quien lo atendía y le prestaba la canoa para llevar el cargamento, utilizaban esta ruta para evitar a los federales acampados en Jocotepec.
Las armas las traían a Chapala por el ferrocarril y de ahí las trasportaban en burros y mulas camufladas con pastura o leña, aparte de armas también trasportaban dinero para llevar a los diferentes grupos defensores de la fe, una persona de nombre Ceferino Márquez era quien llevaba los animales hasta Ajijic y de ahí Arnulfo Gómez las llevaba a San Juan.
Nadie sabe el momento de cuando lo ahorcaron. “Yo nomás me acuerdo cuando vinieron unos de Ajijic a avisar que estaba un ahorcado, que si no era de aquí, y vinieron conmigo, yo estaba en el desmonte cuando mi esposa Cuca fue y me dijo que el chino (Arnulfo), así le decíamos, lo habían matado los federales que fuera a recoger su cuerpo. Ahí quedó en Ajijic, ahí lo enterramos, el padre Mario que estaba en el pueblo le dio la bendición, pero luego, luego se fue ya que tenían miedo de que los agarraran también”, comentó don Leónides Díaz.
«Me dijeron que lo agarraron en los mezquites, ahí cerca del Bajío y que se lo llevaron arrastrando hasta ese árbol y que el capitán se los dejó a los soldados para que lo cuidaran pero que uno lo amarró del pescuezo y lo jaló con el caballo y lo dejaron colgando y que cuando ya estaba muerto le dieron unos balazos. Malditos”.
Duro un día ahí el cuerpo ya que los federales amenazaron con la muerte a quien lo recogiera y se lo llevara, y fue hasta que los soldados se fueron a Chapala cuando lo pudieron bajar.
Algunos transeúntes han comentado que han visto una sombra o como un bulto en el árbol, otros aseguraron haber visto el hombre colgado, pero en la actualidad la protección de la virgencita de Guadalupe, le da el descanso eterno a esta persona que ahí falleció.
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