Tractocamión asegurado tras la detención. Foto: Fiscalía.
Redacción.- Oficiales de la Secretaría de Seguridad del Estado detuvieron a un hombre por su presunta responsabilidad en la posesión de pastillas psicotrópicas, así como plantas de peyote, en el municipio de Tizapán El Alto.
Los hechos se registraron el 15 de febrero en la carretera Morelia a Guadalajara, a la altura del kilómetro 50, por donde realizaban un recorrido de vigilancia cuando se percataron que el conductor de un tractocamión con doble remolque manejaba de manera errática, por lo que le solicitaron que detuviera su marcha.
El conductor, identificado como Julio César M, de 52 años, descendió de la unidad y accedió a una revisión del vehículo, por lo que en el interior de la cabina se halló un costal con 27 plantas de peyote, así como 132 pastillas de medicamento controlado, las cuales no pudo acreditar su legal posesión.
Los oficiales solicitaron mando y conducción al Agente del Ministerio Público, quien ordenó su puesta a disposición, así como el aseguramiento del vehículo pesado y la droga, para dar inicio a la respectiva carpeta de investigación.
La fiscal Especial en Personas Desaparecidas, Blanca Trujillo, y el titular de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco, Víctor Hugo Ávila Barrientos. Foto: Gobierno de Jalisco.
Redacción.- El Gobierno de Jalisco presentó este viernes 16 de febrero el Registro Estatal de Personas Desaparecidas, un registro que es transparente y que fue creado por la Fiscalía Especial de Personas Desaparecidas y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas.
Según las autoridades, el registro se desarrolló en colaboración con las familias y con conocimiento de los colectivos, el cual incluye información homologada de ambas instituciones (reportes o denuncias por desaparición) estadísticas, indicadores, numerología, resoluciones o avances de cada caso, y la información del registro se podrá descargar en cualquier momento. La información se puede consultar en el siguiente link: https://version-publica-repd.jalisco.gob.mx/.
Dicho registro representa una base de datos única desde lo local, confiable, veraz y que detalla caso por caso la cuantificación de víctimas, el estatus de las acciones de investigación o localización, así una profundización del tema con estadísticas, indicadores y documentos que serán descargables y actualizados cada mes.
El titular de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco, Víctor Hugo Ávila Barrientos, afirmó que ya notificó al Gobierno Federal sobre la creación de esta plataforma y recalcó que el registro se trabajó de la mano de las familias de personas desaparecidas y con los colectivos de búsqueda que, ahora con el registro en funciones, podrán encontrar información de casos por género, sitio donde ocurrió la desaparición, fecha de los hechos, edad de la víctima y folios para identificar cada caso.
El funcionario agregó que cada cédula de búsqueda tendrá un QR que dirigirá a la información con carácter de público detallada en la misma.
El Registro Estatal de Personas Desaparecidas protegerá datos de las víctimas de desaparición y sus familiares de conformidad con la Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco. Sólo dará acceso a cédulas de búsqueda que fueron emitidas por la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco con la aprobación de los familiares para su publicación.
También contará con un apartado muy importante y que será clave para avanzar de una manera más ágil en las acciones de localización, un formulario donde cualquier persona podrá proporcionar información de manera anónima sobre el posible paradero de una persona reportada como desaparecida.
Al respecto, la fiscal Especial en Personas Desaparecidas, Blanca Trujillo, destacó que para crear el registro estatal se tuvo que empezar de cero y que, gracias al trabajo continuo de los últimos cinco años, Jalisco ya cuenta con este instrumento donde está el 100% de casos de personas desaparecidas y que podrá ser visto por cualquier ciudadano, así como especialistas, académicos e investigadores con fines de estudio.
Por Ili
Se le llama sinestesia a una sensación involuntaria que resulta como respuesta a un estímulo. La sinestesia léxico-gustativa es una forma neurológica rara de sinestesia. En esta condición un estímulo, ya sea sensorial o cognitivo, provoca una manifestación involuntaria en el sentido del gusto. Y como consecuencia, la sensación captada se manifiesta siendo asociada y percibida con un sabor en específico.
Una persona con sinestesia léxico-gustativa tiene la capacidad de degustar alimentos y otros sabores al leer, escuchar, pensar o pronunciar palabras específicas. Dichas sensaciones evocarán el mismo sabor y persistirán durante un largo tiempo.
Las personas que experimentan estas sensaciones no precisamente comparten el mismo sabor, ni tampoco la intensidad de este; es decir, si una persona con sinestesia léxico-gustativa indica que la palabra “corcholata” le sabe a chocolate, otra puede percibir un sabor diferente o bien puede no asociarlo con nada.
Este fenómeno neurológico, también estudiado en Psicología, carece de etiología conocida, sin embargo, se presume que es algo genético, el cual no es categorizado ni como trastorno o enfermedad, sino como una simple variación cognitiva y sensorial.
Para los investigadores en la materia, su diagnóstico es un desafío, pues se basa en la indagación subjetiva. Pero por lo general, las siguientes características se presentan en un individuo:
La persona que dice poder saborear las palabras tiene que presentar una respuesta física de que así lo es y no precisamente que lo esté imaginando.
El estímulo de degustar las palabras debe aparecer de manera involuntaria, ósea que la persona no puede elegir cuándo y ni por cuánto tiempo una palabra le sabe a algo o no, y si el sabor dura unos segundos unas veces o incluso minutos otras.
Las mismas palabras deben de provocar los mismos sabores durante meses o incluso años, ósea no cambian de sabor. Otro factor desconocido acerca de la sinestesia léxico gustativa, es que hasta ahora ha sido imposible determinar el número a nivel mundial de personas afectadas; ya que su origen es nuevo, poco estudiado y por las dificultades previamente mencionadas para su diagnóstico.
Por otro lado, y con mayor certidumbre se sugiere que la prevalencia es mayor en mujeres que en hombres.
El impacto de la sinestesia léxico-gustativa en una persona puede variar, ya que para algunas resulta una experiencia enriquecedora, ya que expande la percepción del mundo a través de experiencias sensoriales más enriquecedoras. Mientras que para otras puede ser bastante incómodo, ya que la comunicación puede verse truncada, ya que evitan mencionar ciertas palabras, escuchar ciertos sonidos y más que nada la dificultad de poder expresar que tienen estas sensaciones, ya que se quiere evitar que se les catalogue como diferentes.
Para otras, resulta abrumador, ya que la intensidad de los sabores percibidos resulta exacerbada y persiste mucho tiempo. A este último, un ejemplo es que al escuchar la palabra “hielo” se perciba un sabor amargo y que persista por varias horas.
No existe hasta ahora un tratamiento para combatirla, puesto que no se considera un mal mental o físico, pero el apoyo, la empatía y la compresión hacia las personas que poseen esta singular habilidad, les sería útil para no sentirse señaladas.
Relleno al Lago de Chapala. Foto: Cortesía.
Por José Antonio Flores Plascencia.
En días pasados nos dimos cuenta de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sí existe. Actúo clausurando las obras de un cárcamo de aguas residuales (depósito de bombeo para conducir aguas a la planta de tratamiento), en Riberas del Pilar, ejecutadas por el Ayuntamiento de Chapala.
Esta clausura tiene dos visiones, la primera: la preocupación del ayuntamiento de sanear la agencia municipal de Riberas del Pilar y, estoy seguro que el presidente municipal, Alejandro Aguirre, lo hace de buena fe, pero es importante que su gente y conozca las condiciones y repercusiones técnicas y jurídicas que una obra de esta naturaleza conlleva, porque lo único que están haciendo es exhibir al presidente municipal. Detrás de esa clausura, denota falta de experiencia.
Y la segunda visión es que el elefante reumático del que habla Andrés Manuel López Obrador, presidente de México en asunto de aguas nacionales, la invasión de la zona federal del Lago de Chapala sigue siendo un gran pendiente. Además tenemos la ineptitud de quienes dirigen la Conagua en Jalisco, aunado a la corrupción de los funcionarios municipales de los diferentes ayuntamientos ribereños que dan permisos de construcción y de los notarios que otorgan escrituras en zonas federales.
Como parte de los antecedentes de los cárcamos construidos en los lechos del lago en las diferentes poblaciones, todos presentan infiltraciones de agua cuando se incrementan los niveles del lago, la mayoría de ellos fueron hechos en la administración de Francisco Ramírez Acuña. Cito ejemplos: Mezcala, San Juan Tecomatlán, San Pedro Itzicán, pero también las redes de alcantarillado de poblaciones en la ribera reciben infiltraciones de aguas del lago.
Uno puede cuestionarse cuál es el problema, bueno el problema radica en que cuando se empieza a operar los cárcamos con influencia de agua pluvial los sistemas de bombeo no son suficientes, porque siempre están inundados y eso encarece los costos de energía, además esa agua pluvial diluye la concentración de la materia orgánica que es la función principal de una planta de tratamiento. Por lo tanto una obra que debiera beneficiar al saneamiento del lago y a una población se convierte en un elefante blanco o una obra sin sentido o solamente de aparador.
Esa clausura al ayuntamiento de Chapala debiera ser para todos aquellos que han invadido la zona federal. El Código Penal Federal en el artículo 420 bis señala, se impondrá pena de dos a diez años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa, a quien ilícitamente: I. Dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos.
Para todos aquellos que han rellenado, dicho código contempla hasta 10 años de prisión.
Orillas del Lago de Chapala. Foto: Cortesía.
¿Así que Jocotepec quiere el control de la zona federal del Lago de Chapala en sus límites municipales? Dadas las «invasiones» desenfrenadas del lago, por parte de propietarios privados e incluso agencias locales, parece una buena idea. Un gobierno más cercano a la gente tomaría el control local sobre el activo más importante de la Ribera de Chapala. La desidia de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sería sustituida por la acción local.
Los propietarios y desarrolladores privados ya no podrían construir desde una barda hasta un hotel en terrenos públicos sin permiso. Ya no circularían camiones ilegales por las calles de los barrios, en la oscuridad de la noche de camino a tirar escombros y rellenos en la playa, como cimientos para edificios no permitidos. Las personas que han vivido legalmente durante décadas cerca del lago ya no se despertarían una mañana con el ruido de construcciones ilegales en terrenos públicos frente a sus casas.
Y los habitantes ya no tendrían que depender de su propia iniciativa para hacer cumplir las leyes que la Conagua ignora. O no.
Cuando la Comisión Costera de California fue creada por el pueblo del estado a través de una iniciativa electoral, uno de sus retos era cómo tratar con los gobiernos locales, con la industria inmobiliaria y los ricos propietarios de locales frente a la playa. Para algunos funcionarios el «control local» significaba un control por parte de los constructores, promotores locales y los políticos locales que acumulaban riquezas en sus bolsillos.
Lo que siguió, fueron décadas de guerra política y legal, y no pocos funcionarios locales que fueron a la cárcel, perdieron las elecciones o dimitieron cuando salieron a la luz sus estrechas relaciones con los promotores inmobiliarios, para conceder permisos en primera línea de playa a cambio de «contribuciones de campaña» y otras cosas.
Había un nuevo sheriff (alguacil) en la ciudad y tenía la última palabra sobre el desarrollo, junto con el personal y el poder legal para respaldarlo. Y proporcionó información y apoyo a grupos ecologistas estatales y locales para destituir o acusar a funcionarios locales, que seguían sin captar el mensaje de que la costa era de todos.
Con el tiempo, la guerra dio paso a un trasfondo de maniobras de bajo nivel, con ocasionales atropellos a la ley en los tribunales y la Asamblea Legislativa, por parte de los promotores, además de algún escándalo aquí y allá, pero en su mayor parte, la costa quedó protegida y el control local permaneció en manos de la población local.
Pero no hay un nuevo sheriff en la Ribera de Chapala. No hay una Comisión de la Costa de los Lagos formada por activistas medioambientales, científicos y representantes locales con la influencia legal y los recursos necesarios para hacer cumplir la ley.
El único mecanismo de aplicación para garantizar que «control local» significa un «control de la población local» es, en última instancia, las urnas. Podríamos intercambiar la negligencia de la Conagua, por permisos de los gobiernos locales que resulten en el desarrollo de aún más costa lacustre, sin ningún recurso legal. Todo se reduce a quién está en el cargo.
Afortunadamente, tanto Jocotepec como Chapala parecen tener un liderazgo que se da cuenta de lo que está en juego con el lago y quiere ser capaz de proteger su orilla cuando la Conagua no lo hace. El control local en Jocotepec y Chapala, bajo los gobiernos actuales, sería un largo camino hacia la protección de la orilla del lago de la gente, para la gente e impedir que los desarrolladores inmobiliarios y los propietarios jueguen con las reglas. Pero, en última instancia, todo se reduce a quién es elegido.
Thomas Jefferson dijo una vez que en democracia «el gobierno que eliges es el gobierno que mereces». Así que sigamos adelante con el control local de la orilla del lago, y esperemos que los gobiernos que salgan elegidos sean los que el lago se merece.
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