La entrada es libre.
Redacción.- A Chapala llegará una obra de teatro en formato radioteatro contemporáneo que promete ser toda una experiencia auditiva, se trata de “El Vocho” que se presentará el martes siete de septiembre en el Centro Cultural González Gallo (CCGG) con acceso sin costo al público.
“El Vocho” permite acercarnos a través de la escucha a la historia de Marcela y Renata, quienes migran en busca de Teresa en un país lleno de incertidumbre, políticas antiinmigrantes, feminicidios y guerras no declaradas. Un panorama cercano a la realidad que guarda una ligera línea entre el apocalipsis y la tercera guerra mundial.
El autor y director es Emmanuel Medina, mientras que la producción ejecutiva está a cargo de Armando Amezcua, contando con las voces de Lucia Cortes como Marcela, Mónica Tafolla como Renata y Lilah Martín del Campo como Ma. Teresa, con voces adicionales de Vriceida Guillén, Alejandro Rizo, Anahí Luna, Diego Ortiz y Kenji Kishi y el diiseño sonoro y musicalización de Kenji Kishi.
Fecha: 7 de septiembre
Hora: 18:00 horas
Lugar: Centro Cultural González Gallo (Chapala)
Dirigido a: Adolescentes y adultos
Duración: 36 minutos
Entrada libre
Primer Salto del Tepalo de Ajijic, uno de los senderos más visitados.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- Este segundo proyecto de credencialización por parte de la comunidad indígena de Axixic fue aún más rechazado que la primera vez por los habitantes del pueblo. Y es que las nuevas modalidades de cobro, no convencieron a los ajijitecos para unirse a esta nueva modalidad.
Es por ello que, Semanario Laguna además de entrevistar a 11 personas de Ajijic y algunas delegaciones cercanas, se mantuvo pendiente de los comentarios publicados en redes sociales para saber la opinión de la gente.
En redes sociales la gente se mostró molesta, tanto en las publicaciones oficiales de los miembros de la comunidad como en las publicaciones informativas sobre su nueva dinámica. Con groserías, varios usuarios expresaron su descontento y molestia, dejando ver que su creer, los comuneros solo buscan lucrar con las montañas, que son de Ajijic.
“Esta gente floja solo quiere dinero fácil y aprovecharse del pueblo. La vez pasada de perdis nos exentábamos del cobro, pero esta vez pagas o pagas. Los senderos se siguen viendo igual y mantenerlos limpios al menos es su obligación, no deberían esperar que paguemos por la limpieza de lo que supuestamente son sus caminos” agregó un entrevistado nativo de Ajijic.
Otro cuestionado residente de la delegación, aseveró que no conoce ni a la mitad de los comuneros, y que le parece que gente de fuera se está queriendo aprovechar de los caminos que han sido parte de la historia de Ajijic. “Nunca en la vida se había visto esto, pronto vamos a necesitar pasaporte para Ajijic”, mencionó.
Un joven de nombre Luis, proveniente de Guadalajara, que ha visitado los senderos al menos dos ocasiones, comentó que le parece un atropello sin razón de ser. “Le da mala imagen al pueblo y la comunidad, porque después del nombramiento se les subieron los humos y quieren lucrar hasta con las piedras, si quieren hacer un eco proyecto, al menos que ofrezcan algún beneficio real y no solo descuentos”.
“Si los de Ajijic se niegan a pagar 200 pesos anuales, ¿tú crees que alguien de fuera va a andar pagando 400 nada más para subir al cerro?, aparte considerando que vienen menos de 10 veces al año, y solo en época de lluvias que es cuando corre agua. Mínimo hicieran talleres, tuvieras acceso a un guía, te facilitaran equipo para acampar, o te dieran refrigerio cada vez que vas, pero así sin nada, no conviene”, comentó una vecina de Ajijic.
Entrada al sendero del Tepalo, el cual está ubicado en el polígono de la Comunidad Indigena de Axixic.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- La credencialización por parte de la Comunidad Indígena de Axixic para las personas que quieran transitar por sus senderos en el cerro reinició el sábado 21 de agosto; los precios (de la tipo membresía) varían dependiendo del sitio de residencia del solicitante y la anualidad pagada servirá para darle mantenimiento de los senderos.
Para los residentes de Ajijic el precio será de 200 pesos al año por persona, para la gente de delegaciones y municipios aledaños será de 300 pesos, y para la gente de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y de otros lugares (aunque aún no se ha establecido un costo fijo), se estima que será de aproximadamente 400 pesos por persona.
En comentarios publicados a través de la página de redes sociales, Comuneros Ajijic, se informó que entre los beneficios de tener la credencial se encuentran el obtener descuento en guías para grupos de senderistas.
El presidente de la Comunidad Indígena de Axixic, Margarito Rojas Mora, aseveró que para quien no guste aplicar para la credencial, simplemente se le pedirá una cuota voluntaria a la entrada de los senderos del polígono de la Comunidad.
Para mayor información o inscripciones, los interesados pueden consultar la página en Facebook de Comuneros Ajijic o dirigirse a la casa comunal al Norte de Ajijic, con dirección en Galeana #289, en un horario de las 5 a las 6 de la tarde, los días sábados.
El anuncio que da la bienvenida “Al carajo”
María del Refugio Reynozo Medina.- “Al Carajo” se llega caminando por la calle Juárez desde Zaragoza, pasando primero por el templo hasta topar con la calle Hidalgo y doblar ligeramente a la derecha, justo a una cuadra de la laguna, (así llaman los habitantes de San Cristóbal Zapotitlán a la laguna; no le dicen lago, aquí la laguna es mujer). Una puerta amplia de metal conduce a las escaleras que llevan a lo que muchos también llamaban “Las Jarras”.
“Al Carajo de San Cris”, así llamó Luis Gómez Ortega a la terraza que construyó hace poco más de veinte años en el segundo piso de su casa y que en las noches de fin de semana lucía repleta de asistentes. El lugar donde se podía tomar abundante cerveza de barril y escuchar a José José, Vicente Fernández, Camilo Sesto desde una rockola mientras las luces de los pueblos de la ribera se reflejaban en el lago convertido en espejo de agua. Recuerdo que vendían cena y en ocasiones había la presentación de algún trovador, así como las peñas de la antigua Guadalajara.
Llegar a ese lugar no sólo garantizaba una perdurable velada sino también estar en un sitio vigilado por su propietario mientras despachaba en la barra y recorría con la mirada la terraza central y ambas alas en las que cabían hasta ochenta personas.
Quiso siempre ofrecer un lugar familiar, en alguna riña que se dio una noche, recibió un mal golpe por impedir que un muchacho agrediera a otro.
Los clientes eran de los alrededores; al lugar asistía gente de Jocotepec, San Luis Soyatlán y San Pedro Tesistán, a veces también de Guadalajara. Sobre todo, los fines de semana. Iban a tomar tragos de oscura cerveza y largas conversaciones con Luis en un espacio bohemio que perduró por unos diez años.
Luis fue el sexto de diez hermanos; tenía seis años cuando emprendió su primer proyecto, la renta de revistas de corte popular como El Libro pasional, Sensacional de traileros, Sensacional de luchas y Valiente que acomodaba en un tendedero afuera de su casa. Antes, ya vendía los vegetales cultivados por las manos de su madre en un solar lejano.
Desde pequeño asumió una responsabilidad con su familia superior a su edad. Tenía unos diez años cuando iba con sus hermanos a las fiestas en Jocotepec y mientras ellos daban la vuelta, él vendía helados para darles con qué gastar en la feria.
Luis ingresó al seminario a los catorce años; se adaptó a la disciplina y cultivó grandes amistades y lazos fraternos con muchos de sus compañeros.
-Éramos como hermanos-
Dice Lupillo un entrañable amigo que fue su compañero por los ocho años en los que compartió partidos de futbol, actividades comunitarias, disciplina, rezos y viajes en las misiones por algunos estados de la República.
A sus 22 años abandonó el seminario y volvió al pueblo, inevitablemente comenzaron a llamarle “padrecito”, en un medio donde muy pocos se escapan de los apodos.
El “padrecito” emprendió entonces una jornada permanente de lucha por la vida, y aprecio por el valor del trabajo.
Llegó a ser gerente de Papelería Cornejo; y en ese tiempo abrió la papelería “El Peque” en la esquina de su casa, por la que ahora muchos llaman “La peque” a Bertha una de sus hermanas. Participó bastante en los temas colectivos de la población, en jornadas pastorales, ejercicios espirituales de la semana santa y pascuas juveniles.
En 1990 como presidente de las fiestas patrias, pensaba que las reinas no solo podían calificarse con la belleza física o con la solvencia económica de la familia, sino con sus talentos, fundó los certámenes de belleza en San Cristóbal, en los que para ganar una corona había que emitir un discurso y portar atuendos regionales, saber y sentir orgullo por las raíces y cultura mexicana. Surgió así el concepto de Señorita San Cristóbal.
Como admirador del Atlas, una de sus pasiones fue el futbol; llevó al triunfo local al equipo San Cristóbal con el que vivió muchos éxitos y campeonatos regionales.
Uno de sus trabajos en los que más perduró y que lo acompañó hasta el final, fue como taxista a bordo primero de un Tsuru y en los últimos años una miniván.
Su trabajo como taxista lo colocó en el punto ideal para hacer lo que mucho le gustaba, conversar y ayudar.
No podrían entenderse algunos mítines políticos, las urgencias al médico y los viajes al aeropuerto sin la presencia de Luis, “el padrecito”; en su miniván amarilla rotulada con una invitación, a ir “Al Carajo de San Cris”.
Como taxista le tocó lidiar con enfermos, en una ocasión realizó una reanimación pulmonar y volvió al paciente. Una vez le tocó completar para pagar alguna cuenta y hasta higienizar a una anciana que hizo sus necesidades dentro del taxi. Otro día, le tocó atender un parto mientras llegaba el auxilio.
En agosto del pasado año celebró su cumpleaños número 59 al lado de la familia antes de sentirse enfermo. Aún en la noche previa a su partida trabajó en el taxi y fue a dormir. El 8 de noviembre de 2020, murió en el sueño y el amanecer lo recibió en su lecho, con las manos sobre el pecho y una ligera sonrisa en los labios.
-Creí que nunca se iba a morir- Dijo un hombre consternado con su ausencia.
-Qué bonita muerte, hijo- Le dijo el señor Cura Rubén cuando fue a auxiliarlo espiritualmente. Meses antes, Luis le había dicho -Ya me voy a morir padre-
-Ahora si ya pagué, que se haga lo que Dios quiera- dijo también semanas antes de su muerte.
En su funeral se fue acompañado de un trofeo de los muchos campeonatos que le dieron felicidad. La procesión rumbo al panteón iba precedida por una fila amarilla de unos veinte taxis que no dejaron de tocar el claxon, en homenaje al ser humano que saludaba con un “Hola, qué tal”, como si al hola le faltara más cercanía. Esa frase está inscrita en la placa que Cata García, una amiga entrañable le mandó a hacer como recuerdo.
Hoy, a meses de su muerte vine “Al carajo”. La última vez que estuve aquí, Luis me servía un tarro con cerveza. Hablábamos de letras, de los temas campiranos y de la política. Aquí están todavía las especies animales disecadas y los objetos antiguos para labrar la tierra colgados de la pared de ladrillos, las mesas, la barra y unas tres jarras colocadas boca abajo, cubiertas de polvo y de recuerdo.
-Hola, qué tal – me estaría diciendo indudablemente si viviera.
Portales de plaza Jocotepec.
Redacción.- En Jocotepec, el DIF municipal arrancó con los trabajos de “Reconstruyendo el Tejido Social”, que busca cambiar el entorno urbano para dar una imagen agradable. Aunque generalmente estas acciones se realizan en colonias vulnerables, la institución decidió aplicarlas en el acceso a la cabecera y en la zona centro.
Las acciones se realizan basadas en lo que ya se ha hecho en Guadalajara por parte de DIF Jalisco en coordinación con la Secretaría del Sistema de Asistencia Social, acciones que tienen como propósito el incentivar el bienestar social, brindando mejores espacios de convivencia.
A decir de Dilia Ibarra Espinoza, titular del DIF Jocotepec, aunque se tiene como prioridad rehabilitar a partir de la zona centro de Jocotepec, desde febrero comenzó la aplicación de pintura en la entrada de Jocotepec, sobre la calle Hidalgo y Vicente Guerrero y actualmente se comenzó a rehabilitar la zona conocida como Los Portales.
La rehabilitación de Los Portales no ha sido cubierta en su totalidad por el DIF, ya que se contó con el apoyo de los locatarios de la zona, quienes se hicieron cargo de los gastos en pintura y el DIF de la mano de obra. «Ahorita no hay recurso en el gobierno, pero todos los locatarios estuvieron de acuerdo”, dijo en entrevista Dilia Ibarra.
El programa original aplicado en los municipios metropolitanos cuenta con talleres, asesorías legales o especializadas, entre otros, así como aplicación de impermeabilizante en techos y pintura.
Según la funcionaria, se han invertido 50 mil pesos en el programa, gasto que se ha realizado en pintura, logrando un ahorro al tener un convenido con pinturas PRISA, que realiza un descuento del 30 por ciento a la institución.
La gama de colores fue elegida inspirada en la imagen de los cerros de Jocotepec, en sus templos y se busca homogeneizar en todas las delegaciones del municipio -el siguiente punto a cubrir será El Chante- y la tipografía, en coordinación con ayuda de historiadores, se inspiró en documentos de registros antiguos de Jocotepec combinada con la tipografía moderna para brindarle una esencia a Jocotepec, según lo dicho por autoridades.
Cualquier persona interesada puede aplicar para integrarse al proyecto, sin embargo, se informó que se dará prioridad a las personas que vivan cerca del centro de Jocotepec, el proceso para enrolarse es acudiendo a las instancias del DIF, donde se les brindará un recibo de los costos de la pintura y la dependencia colaborará con los gastos de mano de obra.
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