Personas en el cementerio de Jocotepec llevando ofrendas a sus difuntos. Foto-Galería: D. Arturo Ortega.
D. Arturo Ortega (Jocotepec, Jal).- Más de 3 mil personas asistieron al panteón de la cabecera municipal a visitar a sus seres queridos el 2 de noviembre, como parte de la tradición del Día de Muertos, que se celebra en todo México.
Desde muy temprano, los familiares de las personas que yacen en el Campo Santo acudieron para asear, decorar las tumbas y mausoleos con papel picado y toda clase de flores.
Aquellos que no se anticiparon al Día de Muertos pudieron comprar antojitos, flores, pan de muerto, coronas, imágenes y todo tipo de ofrendas y paquetes funerarios para las almas queridas, que se vendieron en los más de 30 puestos colocados a lo largo de la Morelos a partir de su cruce con Zaragoza, en el barrio de la Calabaza.
Otros como la hija de quien fuera en vida el señor Jesús Solís Aquino, adornó la tumba de su padre días antes al 2 de noviembre, para poder celebrar el cumpleaños de su esposo por la mañana y tener tiempo de estar en el panteón por la tarde.
El aroma de crisantemos, cempaxúchitl, velas aromáticas y el colorido papel picado, dieron la bienvenida a quienes de manera física ya no se encuentran entre los vivos, para compartir momentos familiares: una comida, conversar, brindar o escuchar la música favorita de los fallecidos de una banda o mariachi.
Las obras de caridad y misericordia como rezar por los difuntos fueron parte del discurso de los sacerdotes, quienes oficiaron dos misas en el camposanto una por la mañana y otra por la tarde cuando hubo mayor concurrencia.
El departamento de Bomberos y Protección Civil no registró eventualidades durante las celebraciones del primero y 2 de noviembre como parte del operativo de seguridad realizado en todo el municipio.
Templo del Hospitalito. Foto: Cortesía de internet.
D. Arturo Ortega (San Juan Cosalá, Jal).- La población de San Juan Cosalá llevará a cabo una serie de actividades culturales con el objetivo de recaudar fondos para la restauración del Templo del Hospitalito, ubicado en la zona centro de la delegación de Jocotepec.
El acontecimiento iniciará con una exposición gratuita de artistas locales a partir de las 10:00 horas del 5 de noviembre en la plaza principal. También se contará con la presentación del Coro de Niños de la Orquesta Filarmónica así como una conferencia realizada por el Colegio de Cronistas de Morelia, Michoacán.
Las actividades concluirán con un paseo por el Batur y una cena de gala que tendrá un costo por confirmar por persona.
«Domi de Ajijic» con conpañeros de trabajo y estudiantes del Jardín de Niños 171
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá, Jalisco).– Personal docente, madres de familia y alumnos del Jardín de Niños 171 de San Juan Cosalá despidieron el 27 de octubre a la maestra Domitila Moreno Escamilla por su jubilación.
La ceremonia se efectuó la mañana del jueves en las instalaciones del jardín, en donde la homenajeada fue recibida por los alumnos del plantel, quienes cada una le hizo entrega de una rosa como símbolo de reconocimiento a su favor de la educación y la niñez, en 28 años de labor en San Juan Cosalá.
Posteriormente se llevó a cabo un programa musical de parte de sus compañeros maestros, quienes formaron un trió musical para la ocasión.
En su discurso, la maestra dijo recordar con alegría, tanto a los alumnos de su primera generación como Ignacio Casillas Calvario, solo que no pudo asistir Tita Zúñiga Hernández directora de este plantel educativo.
La maestra Domi de Ajijic, como le conocen de cariño, es egresada de la escuela Normal de Arandas, Jalisco, en donde posteriormente tuvo su servicio en un pueblo de ese municipio, después obtuvo su plaza aquí en San Juan Cosalá.
La homenajeada estuvo acompañada de su esposo y sus tres hijas mientras que en la ceremonia estuvieron presentes alumnos, compañeros maestros y madres de familia que dieron mayor realce al suceso.
En el presídium estuvieron la maestra María Ofelia Mendo Ramo, representante de la sección 47; maestra María Rosa Chacón Cuevas, supervisora de la zona de preescolar; maestra Camila Contreras Pérez, secretaria a apoyo de supervisora de la zona; Catalina Villa Rameño señora distinguida de esta comunidad y sin faltar Martha Zúñiga Hernández directora del plantel educativo.
Padre Beto. Foto: Gustavo Zamora.
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá, Jal.).– Con gran alegría y viva gratitud se llevó a cabo la develación de un busto y una placa, haciendo del momento nostálgico en la fiesta en honor a padre Beto por motivo de sesenta y cuatro años de sacerdote.
El padre Beto nació en Apozol Zacatecas, el 25 de junio de 1925, y fue ordenado sacerdote de manos del señor cardenal Garibi Rivera el primero de noviembre de 1952. A sus próximos 64 años de sacerdote, ha trabajado incansablemente al servicio de Dios, en especial en San Juan Cosalá, pese a sus enfermedades.
Si el tiempo y su enfermedad le permiten oficiar misa todos los días a las 8:00 de la noche para sus niños de la institución de niños y jóvenes, y el domingo en la misma institución para el pueblo en general a la 1:00 de la tarde.
El pasado 25 de junio cumplió 92 años de vida, el primero de noviembre 64 consagrado sacerdote, y el próximo 19 de marzo del 2017 cumplirá 51 años del día que llegó a esta comunidad.
El padre Beto recuerda con cariño las palabras del obispo Rafael Martínez Sainz: “Ser Sacerdote es el título más grande, es un don que Dios nos dio”, pronunciadas estas palabras por sus 60 años de vida sacerdotal.
Así como también recuerda el día que llegó a esta comunidad, dice, “Un día el motivo encuentro religioso contó con la presencia de sacerdotes conocidos, alumnos de la escuela Lic. Gustavo Díaz Ordaz, familiares y amigos, así como Padre Jorge Armando y Pbro. “Nico” y el Padre Salvador Mora Medina.
Agradeció a Dios por todos estos años, así como a todos los que han formado parte de su vida sacerdotal, en especial a esta comunidad en honor al “Patriarca honorable del pueblo”, esta frase la compartió el padre Salvador Mora, quien intervino en grandes cosas para la comunidad.
La fiesta apenas comenzaba, pues ya lo esperaba para compartir los alimentos en el centro de pastoral, en el cual las sorpresas se atesoraban en una tarde espléndida, y en donde los asistentes apreciaban 60 fotografías las cuales hacían un conjunto de la historia de nuestro muy querido padre Beto.
Posteriormente de la comida fue un compartir de experiencias, anécdotas y felicitaciones al homenajeado, haciendo amena la fiesta, y presentarse el ballet de la parroquia, quien deleitó con sus estampas de la región.
Actualmente el padre Beto dedica cariño y amor a su institución de “Niños y Jóvenes”
Fotografía de Crescenciana Cortés “La Cuata”.
Nadie sabe con exactitud por cuantos años la Cuata cuidó a los muertos del panteón municipal de Jocotepec. Inició acompañando a su esposo Zenón Garavito quien fue el primer encargado.
Posterior a su muerte, Crescenciana se quedó con el puesto hasta que falleció en 1979.
Crescenciana Cortés nació en 1877, junto con su gemela Pioquinta. De ahí proviene su apodo. Ambas fueron mujeres fuertes de “buena madera”, pues festejaron sus cien años con misa.
En su apariencia era una mujer menuda y pequeña. Vestía de largo, con vestidos de pecal en telas oscuras y algunas veces de negro, con rebozo de bolitas, y huarachitos de piel.
La Cuata fue una mujer muy dinámica, amable, platicadora y muy sociable, además de bromista y malhablada. Los jocotepenses la recuerdan porque los atendía muy bien cuando visitaban el cementerio. Se dice que sabía en donde estaba sepultada cada una de las personas, así que cuando llegaban familiares que no se acordaban donde estaba su difunto, ella se los indicaba.
Fue una persona muy familiarizada con el panteón; no le tenía miedo. Andaba a todas horas vigilando que no se metieran a robar las cruces, flores o las dentaduras y pertenencias de oro y plata con las que enterraban a algunos muertos. A un ladrón le sacó un susto por su omnipresencia, pues decía la gente que la venía al mismo tiempo en muchas partes por lo que le atribuían poderes sobrenaturales. Lo cierto es que era muy cuidadora de su trabajo.
La Cuata fue enterrada en el panteón que era su casa, por los pasillos por los que caminaba y con quienes ya conocía. Para ella era más fácil estar entre los muertos que entre los vivos.
La cuata está tan presente entre los jocotepenses, que cuando alguien se muere en el pueblo, se dice que “ya se fue con la Cuata”.
Agradecemos al cronista Marcos Cortés y a la historiadora Diana machuca por facilitarnos la información para la construcción de este perfil.
Dice la gente de Jocotepec que en la madrugada del dos de noviembre, los difuntos salen del panteón en peregrinación hacia la iglesia del Señor del Monte. Muchos aseguran los han visto, escuchado e incluso sentido, porque a su paso, fuertes corrientes de viento se hacen presentes.
Cuenta la leyenda que eran dos amigas que vivían a media cuadra de la iglesia, en casas antiguas, de esas con ventanas altas. Estas jovencitas, a quienes llamaremos Carmela y Rosalba, vivían de frente, una de cada lado de la calle Ramón Corona, que en esos tiempos carecía de pavimentación alguna. Más bien era un zanjón.
Se acababa de terminar el día de angelitos y el alba daba comienzo al día de muertos. Era la una o dos de la mañana, cuando Carmela escuchó entre sueños murmullos prolongados, pasos arrastrados, fuertes e interminables, y voces que perturbaban la tranquilidad de la noche.
Llena de curiosidad, Carmela se incorporó de la cama, corrió hacia la ventana de madera y la abrió de par en par. Asomó su cabeza y sorprendida vio un tumulto de gente que venía del cementerio. La gran peregrinación iluminaba la calle a su paso, pues todas las personas traían una veladora en sus manos. Viejitas con rebozos cubriéndose la cara, señores con sombrero, agachados. Aunque vestían de luto parecían no estarlo.
Mientras pasaban frente a sus ojos, Carmela trataba de hablarles:
—¡Hey, oiga!, ¡¿Qué pasó?! ¿De dónde vienen?
Pero no, nadie respondía nada, hasta que una viejita se detuvo. Al acercarse, Carmela notó que no podía hablar, sólo balbuceaba rezos. La señora le dio la veladora que llevaba y siguió su camino. Y ahí, con la ventana abierta a media madrugada, la joven se quedó mirando como avanzaban los marchantes y se metían al templo del Señor del Monte.
A la mañana siguiente, Carmela se levantó temprano y fue a visitar a su amiga:
—Rosalba ¿no oíste la peregrinación que hubo en la madrugada?
—¡Tas’ loca tú! ¿Cómo va a haber una peregrinación en la madrugada?
—Sí, de verdad, eran unos que venían desde el panteón al templo del Señor del Monte.
— ¡Tas’ loca tú! —repitió Rosalba.
Con insistencia y muy convencida, Carmela le dijo:
—Espérate, una viejita que le hablé aunque no me contestó, nomás balbuceaba, me dio una vela y la guardé debajo de mi almohada, ahorita te la voy a traer para que la veas.
Inmediatamente, la joven salió disparada a su casa, llegó hasta su recámara, levantó la almohada y al tomar lo que estaba, se dio cuenta de que no era una veladora, sino una canilla de muerto, un hueso deteriorado que tiró al piso del susto.
Esta versión que nos contó “Nicho el campanero” es una de las versiones más aceptadas popularmente; muchos incluso aseguran haber visto a amigos, familiares, vecinos y conocidos ya fallecidos en la peregrinación.
A Genoveva Molina, vecina del cementerio, una amiga suya que vende tacos afuera del templo le platicó que una vez su hermano vio la peregrinación de los muertos cerca de su puesto y sin saberlo le dijo:
—Oye, ¿tenías mucha gente anoche verdad?
—¿A qué horas? —contestó la mujer.
—¡Te fue bien! Vendiste muchos tacos —replicó el hermano.
—No es cierto, estuvo mala la venta.
—¡Ah! Si yo vi que hasta adentro del templo había bien mucha gente.
Ésta es una de las leyendas favoritas que se cuentan entre los jocotepenses. Sigue tan vigente que incluso la religión católica la ha retomado. Gracias a la iniciativa de Carlos Cuevas, director de Cultura, este año se realizará la segunda representación de la peregrinación de los muertos.
El cura Jesús Quiroz Romo, comentó que después de escuchar la leyenda sintió la necesidad de ir con ellos, y acompañar a los difuntos en su camino, así mismo manifestó que la gente que vio la peregrinación el año pasado “quedó gratamente impresionada y emocionada porque fue muy “solemne, seria, fastuosa”.
Este año se realizará el primero de noviembre a las ocho de la noche, la de los vivos; los muertos, esperarán hasta la media noche.
Maestros del Cetac que se jubilan de izquierda a derecha: Jaime Galván Echavarría, Juan Manuel García Rodríguez, Sergio Ortega García, los acompaña Rubén Quiñones y Juan José Paniagua Murillo. Pulsa en la imagen para ver la fotografia completa.
José Antonio Flores Plascencia (Jocotepec, Jal. 14/10/2016).- Era un lunes 17 de septiembre de 1984 cuando conocí a los maestros del Cetac de Jocotepec, Jaime Galván Echavarría (Cerro Azul, Veracruz) y Sergio Ortega García (México, D.F.). En ese tiempo se impartían clases en el edificio de la Preparatoria. Fueron mis maestros de química, bioquímica, biología y métodos de instrumentación y análisis. Al poco tiempo llegaron Juan José Paniagua Murillo (Tepic, Nayarit) y Juan Manuel García Rodríguez (Sayulita, Nayarit). Fueron ellos y otros más que cimentaron una oferta educativa que enaltece a la región.
El viernes pasado anunciaron que nos querían a todos en el patio central de la escuela. Conviví con ellos ya como profesor de esa institución por siete años. El evento era para dar un reconocimiento y despedir a los cuatro maestros que por 33 y 30 años educaron a una parte de la región sur y norte del lago de Chapala. La ceremonia se inició a las 10 de la mañana con la presencia del alumnado y personal que ahí laboramos, tomaron el micrófono cada uno de ellos, Sergio Ortega se dirigió a los alumnos y les dijo que “Es un orgullo pertenecer a esta gran institución y no cualquiera se jacta de ello”. Entre aplausos, porras y de fondo la canción de las golondrinas se despidieron a estos cuatro personajes que han escrito su nombre en muchas de las casas de nuestras poblaciones.
Ya en el cubículo con ellos me platicaron que en ese 1984 en el periodo de vacaciones visitaron cada una de las poblaciones de Jocotepec, Ixtlahuacán, Tuxcueca y Chapala haciendo promoción. Se inició con 160 alumnos distribuidos en las carreras de Técnico en Control de la Contaminación Acuática, Procesamiento de Productos Pesqueros y Acuacultura, aunque uno de los principales obstáculos que se encontraron fue la poca aceptación de la comunidad, pero dijeron que unas de las primeras familias que les abrieron las puertas en Jocotepec fueron los Macías Ibarra y los Pirul Xilonzochitl.
En esos primeros años fueron tiempos difíciles. Hubo una generación donde ingresaron 16 alumnos y solamente egresaron 2 por cada área. A dicha generación le pusieron la 222.
Jaime Galván comentó que una de sus grandes satisfacciones “Es haber completado un ciclo satisfecho con lo que hice”.
Para Sergio Ortega también una de sus satisfacciones fue “que hemos participado en la educación de los hijos de nuestros primeros alumnos. Eso me genera confianza es una señal de que hicimos bien las cosas. La primer egresada hija de un alumno que aquí finalizó sus estudios fue Nadia Andrea Flores Espíritu de Ajijic”. Continuó diciendo que “Una vez en el aeropuerto de Cancún escuchó su nombre ‘Maestro Sergio’, era la voz de un exalumno”. Apuntó “hemos formado 30 generaciones de alumnos”.
Finalizaron diciendo que no nada más daban clases, sino que también ayudaron en la construcción de estanques, el pozo que actualmente es la fuente de abastecimiento del plantel, así como banquetas.
Sólo nos resta decirles gracias Sergio, Jaime, Paniagua y Juan Manuel; y tomar las palabras del cantante Alberto Cortés: “Cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río”. Y seguro estoy que aquí cabe la frase que acuñó el educador Miguel Ángel Santos Guerra: “Si volviera elegir profesión elegiría ser está (maestro), es la más hermosa, la más compleja, la más difícil, la más importante que se le ha encomendado al ser humano en la historia, trabajar con la mente y el corazón de los jóvenes.

Evento en la escuela de los maestros que se jubilan del Cetac de izquierda a derecha: Juan Manuel García Rodríguez, Jaime Galván Echavarría, Juan José Paniagua Murillo y Sergio Ortega García.
La coronas de Jocotepec generalmente son vendidas afuera de los domicilios. Foto: Miguel Cerna.
Miguel Cerna (Jocotepec, Jal).-Conforme se acerca el dos de noviembre, la gente va previendo las compras para el festejo de sus difuntos. Para los comerciantes de productos tradicionales como flores y coronas, es una fecha esperada por la rentabilidad de sus negocios.
Esmeralda López espera que las ventas de este año sean igual de buenas que el pasado, cuando vendió más de 150 coronas cuyos precios van de los 100 a los 700 pesos. Los días fuertes de venta para esta comerciante son el 31, uno y dos de noviembre. A pesar de que trata de innovar en el adorno y la forma de las coronas, López informó que lo que más busca la gente son las coronas tradicionales, las redondas de un precio promedio de 170 pesos.
Esmeralda tiene su pequeño local de temporada cercano a la plaza principal en donde elabora y comercializa las tradicionales coronas de muerto realizadas a base de listones. Ella empieza su producción desde junio debido a que realiza todo el proceso, desde el plisado del listón, las estructuras y el adorno.
Además de coronas, ofrece cruces de todos los tamaños, coronas fusionadas con cruz y hasta un caballo que le pidieron este año. Las de todos los gustos y en todos los colores, con flores o imágenes religiosas.
“Es un detalle que uno tiene para con ellos”, eso significa el día de muertos para Teresa Hernández. Con flores, veladoras y si tiene presupuesto, coronas; festeja a sus difuntos. Hernández comentó que normalmente compra seis veladoras, 100 pesos de flores y si alcanza el dinero, algunas coronas, por lo que en total gasta alrededor de 600 pesos.
Otro de los rubros que más se beneficia con la festividad son los floristas, en especial los que comercializan las flores de cempasúchil, elemento indispensable en los altares y tumbas. Gerardo Andrés espera vender unas mil 500 macetas. Para esto se preparó desde mediados de octubre surtiendo diferentes variedades de flores de cempasúchil como amarillas, anaranjadas y rojas.
A pesar de ser una festividad prehispánica, el día de muertos sigue vigente en los habitantes de Jocotepec, en especial en la gente joven quien se involucra y se interesa en esta fecha.
Para Jessica García, de 22 años, el Día de Muertos significa recordar: “Es un día en el que puedes tener un acercamiento desde los recuerdos hacia personas que fueron importantes y que ahora ya no están”. Su forma de celebrarlo es yendo ese día al templo, participando en la elaboración de altares en su universidad e imaginando que platica con sus seres queridos que ya no están.
El político de Morena en la plaza principal de Jocotepec impartiendo su conferencia sobre la situación socioeconómica y política del país. Foto: Internet
Redacción.- El presidente nacional del partido político Movimiento Regeneración Nacional(MORENA) se reunió con jocotepenses en la plaza principal la mañana del 30 de octubre, donde aseguró que su partido va en primer lugar en las encuestas para la elección presidencial del 2018.
Sin embargo, ante un más de un centenar de simpatizantes de distintas delegaciones del municipio, manifestó que la llegada a la presidencia de la república no sería fácil, ya que a la mafia del poder no le conviene que su partido, MORENA tome las riendas del país. “Van buscar por todos los medios robarnos la presidencia como lo hicieron en el 2006 y en el 2012”.
En su conferencia en la ribera, AMLO explicó que el PRI y el PAN son la misma cosa, porque esos partidos no desean que haya cambios en el país, ya que no quieren dejar de robar. “No tienen llenadera”, indicó el político que vestía una camisa blanca con pantalón caqui.
En su discurso Andrés Manuel López Obrador en tono de broma le recriminó al ex presidente de México, Felipe Calderón que no haya sido bueno ni para ir a visitar a la maestra Elba Esther Gordillo a la cárcel, después de que ésta le ayudará en el supuesto fraude electoral del 2012, donde ganó Enrique Peña Nieto la presidencia de la república.
La visita de AMLO a Jocotepec forma parte de su gira por Jalisco, donde el presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador visitó cinco municipios de Jalisco, con la finalidad de impartir conferencias colectivas sobre la situación socioeconómica y política del país.
AMLO ha visitado Jocotepec en varias ocasiones. –
Si me pidiera redactar una noticia con base al tema del artículo de hoy, en el título se leería con letras grandes “Se acerca la época de regalar”, y a continuación colocaría un subtítulo que diría algo como “Diciembre se encuentra a la vuelta de la esquina” (francamente nunca he sido buena para los títulos), y estoy segura que estas afirmaciones harían que más de un despistado u ocupado lector se sorprendiera al caer en la cuenta de lo rápidamente que se ha pasado el año.
Clasificar a este tiempo como “la época de regalar”, en el título de mi notica inexistente, no sería con el propósito de hablar acerca del consumismo o el aspecto materialista que le hemos otorgado a esta fecha, quitando en gran medida el protagonismo de lo que conforma su esencia y que es realmente lo importante, sino que buscaría qué titulo y subtítulo tuvieran las palabras claves que resumen el objetivo de mi columna de esta semana.
En días pasados leí un pequeño reportaje publicado en Laguna acerca de un habitante de Jocotepec, un señor con una larga carrera de vida que se mantiene a base de caridades debido a que no con cuenta con apoyo de su familia y no puede trabajar a causa de un malestar en sus piernas que lo hace dependiente de un par de bastones para poder caminar; aún así, con gusto cuenta su historia y nos muestra que se mantiene lleno de alegría y positivismo.
Dentro del reportaje, además de destacar algunas anécdotas de la vida de este personaje, se abordan temas como las cifras del INEGI acerca de los adultos mayores en el país y las condiciones de pobreza en las que vive la mayor parte de ellos debido al abandono familiar y la imposibilidad de trabajar, a veces por enfermedad o por falta de escolaridad, esto último conlleva el no haber tenido un empleo fijo con prestaciones durante su juventud y, por lo tanto, el no tener una pensión como jubilados.
Es preocupante saber que un porcentaje de la población del municipio vive bajo estas condiciones y es aún más decepcionante saber que son pocas las instituciones o los programas de ayuda que los auxilian, sin embargo, existen y fuera de los que pertenecen al gobierno, la mayoría de ellos se sustentan gracias al apoyo de la comunidad o de grupos sociales que desinteresadamente realizan donativos.
En la cabecera municipal y poblaciones aledañas, se encuentran algunos de los centros que otorgan distintos servicios sociales, como el comedor municipal del DIF en el centro de Jocotepec o el que se ubica en Nextipac y se mantiene gracias al trabajo de algunas familias locales y donadores varios, o el asilo para ancianas en la delegación de San Cristóbal, que cuida y asiste a un buen número de personas, este último también sostenido a partir de donativos.
Las fiestas navideñas son el motivo perfecto para dar regalos, a la familia, a los amigos, a los compañeros de escuela o de trabajo, a los vecinos del barrio, y a tantos como conozcamos, cada año aprovechamos cada grupo del que formamos parte para realizar un intercambio. Fomentemos el desarrollo dentro de nosotros de una solidaridad que nos motive formar parte de un intercambio con quien más beneficiaríamos. Los invito a visitar alguno de los lugares antes mencionados o cualquier otro centro que acepte y necesite donativos y regalarles cuanto podamos, sea mucho o sea poco, o visitar el hogar de quién sabemos que necesita compañía, cualquier cooperación, ayuda o regalo contribuirá a la felicidad de más de uno.
Hacer esta invitación navideña con tanta anticipación nos dará el tiempo suficiente para reflexionar y planear para posteriormente actuar. El mejor intercambio que puede haber es aquel en que damos mucho a quien poco tiene, y la grandeza de nuestro obsequio provendrá de la sinceridad y amor con que lo regalemos.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala