Mario Negrete Gama a sus 44 años. Foto: Cortesía.
Alma Serrano.- Mario Negrete Gama, chapalense de 44 años de edad, es un obsesionado de capturar el entorno del Lago de Chapala con su lente, sean estos atardeceres, amaneceres, calles, fauna y demás paisajes.
Su pasión por la fotografía vino como consecuencia de su interés por la tecnología, por lo que de manera autodidacta fue afinando sus habilidades, tanto en el manejo de la cámara como en su ojo fotográfico.

Fotografía de la calle Independencia de Ajijic capturada en mayo de 2016. Foto: Facebook.
Mario Negrete es el penúltimo de cinco hermanos. Desde niño tenía un especial interés en cómo funcionaban los aparatos electrónicos, mismos que armaba y desarmaba para comprender su funcionamiento.
«La primera cosa que arreglé fue poner un reloj a la hora, desde ahí me di cuenta de que hay una forma en que funciona todo y hay que explorar para saberlo», comentó el fotógrafo chapalense.
Fue a los 20 años cuando conoció las cámaras, y automáticamente comenzó a utilizarlas. La primera que manipuló fue una analógica que revelaba fotos aun con rollo de 35 milímetros y por supuesto todo era lento y manual.
Los aparatos electrónicos se convirtieron en la prioridad de Negrete Gama una vez que terminó de estudiar. Para Mario la cámara fotográfica no fue la excepción, pues en ella encontró uno de los conocimientos más especiales de los que había explorado y que le revelaba un camino por recorrer.
“Desde hace 20 años me gustó la fotografía, experimenté de muchas maneras a pesar de que lo hacía por algo muy personal, pero la gente a la que le mostraba mis fotos comenzaban a comentar que eran buenas pero podrían ser mejores, fue cuando conocí las cámaras réflex, entonces me compré una cámara digital”.
Cuando los espectadores de su trabajo opinaban destructivamente sobre fotos que hacía para sí mismo, a pesar de ser un fotógrafo con talento natural, fue cuando comenzó a tomárselo como diversión y no como arte, ya que él afirma que muchas personas ven el arte como una competencia, incluso Negrete se metió en problemas porque las personas comparaban su trabajo con el de otros y eso no era lo que él estaba buscando.

Lancha en el embarcadero de la Isla de los Alacranes, febrero, 2016. Foto: Facebook.
“No me pesa compartir mi trabajo, la gente se lo toma muy a pecho, solo me gustaría que me avisaran que lo van a tomar, finalmente reconozco mis fotos por más viejas que sean y también sé con que fueron tomadas”, destacó.
Negrete Gama es un fotógrafo que no se considera celoso con su trabajo, le gusta publicar su trabajo, se relaciona con otros fotógrafos, hace equipo y acepta la retroalimentación. El no tener estudios formales en fotografía no le ha impedido ganar reconocimiento, premios y participar en concursos nacionales.
“En el evento de Fotoseptiembre vendí todas las fotos y jamas me lo imaginé, me hizo motivarme en que cada fotógrafo y cada foto es única y que en realidad lo puedes tomar foto a lo que gustes desde el punto que gustes jugando con los elementos y experimentando a la vez”, comentó.
Algunas fotografías de Mario han sido usadas para decorar las oficinas de algunos gobernadores y presidentes. Aunque Negrete Gama consideró que la fotografía puede ser un excelente negocio de fines de semana y siente mucho amor hacia ella, siempre ha sido un hobby para él, por lo que en lugar de dedicarse de lleno a algo que a la gente le gusta comenzó a trabajar en Tecnológico de Chapala, en el área de sistemas.
“Algunos fotógrafos que conozco gastan 200 mil pesos en una lente, yo prefiero ser creativo con lo que tengo y lo que me gusta, en la vida llegamos a hacer cosas por simple amor y diversión, en ese espacio estoy yo”, concluyó.
Lorenzo Salazar Guerrero es el miembro más longevo de la corporación, con 22 años de carrera en Chapala. Foto: J. Stengel.
Jazmín Stengel / Domingo M. Flores.- La primera vez que Lorenzo Antonio Salazar Guerrero puso su vida en peligro para salvar otra, fue durante un incendio de una casa de dos pisos en la agencia municipal de Riberas del Pilar.
Corría el año 2000, principio de siglo, no recuerda la fecha exacta de ese incidente, pero fue cuando ya había recibido su plaza en Protección Civil y Bomberos en Chapala, pues antes de eso ayudaba como voluntario, relató Salazar Guerrero a Semanario Laguna, con motivo de la celebración del Día del Bombero, el 22 de agosto.
A 22 años de darle vuelo a esa pasión, Lorenzo, quien por tercera ocasión está al frente de la corporación, y con 39 años a cuestas, reflexionó: “para ser bombero se necesita tener la fuerza para resistir el desgaste del oficio, ser cuidadoso y tener mente fría y calculadora”, confesó quien tenía 15 años cuando se integró como voluntario a la Cruz Roja Chapala.
Y es que, las malpasadas, la atención que se alarga por horas, incluso días, no son situaciones ajenas a una corporación que cuenta actualmente con 38 bomberos entre sus filas y 15 voluntarios para atender a un municipio con más de 55 mil habitantes.
El último caso que le ha quedado grabado en la mente a Lorenzo, fue el del niño ‘Chuyito’, quien falleció en su domicilio, en la cabecera municipal de Chapala, consumido por el fuego el 13 de enero de este 2022.
Aunque llegaron al domicilio en nueve minutos, Chuyito se encontraba encerrado en su cuarto, por lo que los elementos de extinción y rescate no lograron salvarle la vida. “El cuerpo estaba consumido por las llamas”, recordó Salazar Guerrero.
“Es un sentimiento de frustración”, señaló al recordar otro incendio que se expandió en una casa de dos pisos, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, y pese a que Lorenzo y su equipo prestaron su apoyo, les fue imposible localizar al último integrante de la familia; éste apareció sin vida entre las cenizas al borde de una puerta.
“Para ser bombero no se puede estar cuerdo”, le han dicho los psicólogos a Lorenzo. Y es que, hace cinco años la mayoría de la corporación recibió ayuda psicológica, tras haber atendido un accidente automovilístico, frente a la base de Protección Civil y Bomberos de Chapala en el Libramiento Ajijic, en el cual falleció uno de sus elementos.
“Se debe estar mentalmente preparado”, expresó el titular de Bomberos Chapala, para quien es prioridad la capacitación. Los cursos son desde primeros auxilios, psicológicos, hasta especialización en incendios, rescate vertical, entre otros.
Aunque la base de Bomberos y Protección Civil Chapala ha progresado con el paso del tiempo, gracias a los donativos de corporaciones de bomberos norteamericanos y canadienses, Salazar Guerrero informó que el déficit de elementos es notorio.
En total, su sede ubicada en Libramiento Chapala-Ajijic, cuenta con el equipo para los 38 bomberos y 15 voluntarios, seis ambulancias (tres de ellas equipadas), dos camiones extintores también equipados y una pick up para servicios pequeños.
Abril Durán de 25 años, autorretrato con mariposa. Foto: Internet.
Alma Serrano.- Con una propuesta de arte poco común, Abril Alejandra Durán Castellanos, una chica de 25 años, habla de sus orígenes en la pintura y el dibujo, y cómo ha desarrollado su habilidad y gusto por el autodescubrimiento y la naturaleza.
Su historia en esta disciplina se remonta a su infancia, cuando luego de haber vivido en diferentes partes de México por razones familiares, se estableció en Ajijic, donde inició su relación con la pintura.

Una de las obras de la pintora. Encuentro con el sapo. Óleo sobre lienzo. Pintura inspirada en San Cristóbal de la Barranca, Jalisco.
Aunque con tan solo cinco años, Durán Castellanos ya estaba interesada en el dibujo, fue a los nueve cuando pudo tomar su primer taller de pintura en el Centro Cultural Gonzalez Gallo (CCGG) de Chapala; al que tuvo que renunciar por la amplia diferencia de edad entre sus compañeros de clase.
Sin embargo, su inquietud no se quedó ahí, pues por su cuenta empezó a comerciar sus creaciones en la escuela, fue ahí cuando se dio cuenta de que su trabajo era valorado y le gustaba a los demás.
“En la escuela vendía mis dibujos, hacía encarguitos desde los siete a los 13 años; yo hacía los dibujos en los trabajos (de clase), pero cuando me pidieron dibujar rostros, fue cuando comencé a vender más y a interesarme más”, comentó.
La etapa de la preparatoria vino acompañada de dudas para Abril Durán, pues a pesar de que era consciente de que tenía talento, nunca creyó que esa pasión se convertiría en algo más que un hobbie, debido a que maestros le hicieron “críticas destructivas” y comentarios que la desanimaron.
“Me decían que de eso no iba a mantenerme, que mejor buscara otra cosa, y la verdad, realmente era duro y lo consideré”.
Abril Durán pertenece a un colectivo multidisciplinario llamado “Lisérgica 25”, fundado en el 2016 e integrado por 16 artistas, con el que organiza fiestas artísticas y concursos para pintar en bastidores de gran formato, para posteriormente exponerlos en festivales, con música alternativa y electrónica.
La joven pintora consideró que esto le permite explotar su creatividad, experimentar con “cosas extrañas” e improvisar. Gracias a este grupo, sus pinturas han cruzado las fronteras, participando en exposiciones fuera del país.
Uno de los intereses más profundos de Abril es el autoconocimiento, por lo que ha participado en experiencias mentales y corporales que ha plasmado en algunos de sus cuadros. Todo el bagaje psíquico es a la vez, una forma de comunicarse intencionalmente con ella misma y con los espectadores.
Actualmente, Durán Castellanos se dedica al 100 por ciento a su vocación, condición que le ha obligado a diversificar su quehacer artístico, por lo que además de vender su obra, pinta murales, participa en exposiciones, hace fotografía, diseña, entre otras actividades.
“Hay días extremadamente malos, otros infinitamente buenos, esto es como una montaña rusa y para quien dice que no puedes, tal vez es que no saben que en cualquier cosa a la que te dediques existen estas rachas. Tienes que creer en ti y hacerlo con amor y no tendrás que trabajar más”.
Pese a que Abril no terminó su licenciatura de Artes Visuales para la Expresión Plástica al desertar en el séptimo semestre, estratégicamente, esto no le ha impedido convertirse en quien ella quería y quien muchos dijeron que no era posible.
El escultor Alejandro Márquez es de Ajijic y tiene 34 años. Foto: cortesía.
Alma Serrano-. Alejandro Márquez, es un escultor ajijiteco de 34 años, quien desde los 12, ha encontrado su pasión en la actividad de moldear, diseñar y crear figuras con sus manos. Comenzó a asistir desde temprana edad, a un taller de escultura en San Juan Cosalá, donde utilizaba materiales como bronce, madera, mármol, concreto, vidrio y cantera; y fue considerado un buen alumno, gracias a su dedicación e interés.
«A los 10 años yo quería que mis vecinos artistas me enseñaran a pintar, pero terminé enamorándome de la escultura», afirma el artista. Cuando tenía 12 años, Alejandro hacía junto a sus compañeros de taller, alrededor de 500 reproducciones de esculturas a la semana, y fue en ese momento cuando decidió que quería dedicarse a eso.

Una de las obras de Alejandro, titulada «Familia». Foto Cortesía.
A la edad de 24 años, Márquez estuvo realizando restauraciones en Puerto Vallarta, donde tuvo contacto con diferentes artistas, de los que seguía aprendiendo, mientras creaban y reparaban diferentes estructuras originarias del destino turístico.
Ya en la adultez, Alejandro no lograba hacer de su pasión su medio de subsistencia, pues no había logrado que una cantidad de público suficiente consumiera su arte, por lo que también se dedicó a otros oficios para poder mantenerse. «Nunca quité de mi vida esta actividad, sólo le dedicaba menor tiempo, pero seguía trabajando».
Durante su trayectoria, Alejandro ha realizado una gran cantidad de esculturas, entre las que se encuentran: unas letras para el Tepalo (que aún no han sido colocadas), la cual fue una obra encargada por el gobierno; miden aproximadamente tres metros y 40 centímetros. También, un pez de madera con un esqueleto de varillas, que mide 3 metros; ha hecho reproducciones de estructuras de distintos tamaños y reparaciones de estas, además de rostros de Sayacas en madera, de una tonelada de peso; y la obra más complicada que ha realizado, es un San Andrés de 70 centímetros, que es 90 por ciento réplica, en la cual invirtió más de cuatro meses para su elaboración.
A pesar de que las actividades que realiza Márquez son en ocasiones, desgastantes y complicadas, el amor hacia la escultura, es lo que hace que no lo considere un trabajo, sino un sueño cumplido.»Mantener un sueño como este es bien complicado. Incluso, en la medida en que puedo, también realizo estructuras personales, encargos y donaciones».
Después de la pandemia por Covid-19, decidió poner un taller para realizar esculturas, el cual, terminó siendo útil para dedicarse a actividades similares, como la carpintería y reparaciones.
Alejandro actualmente se dedica mayormente a la escultura, ha realizado proyectos en toda la ribera de Chapala y sus alrededores, y tiene varios proyectos en puerta.
Para finalizar, Alejandro comenta lo importante que es valorar las obras, pues la dedicación y el tiempo invertido, no puede ser insignificante. «Conozco gente que quiere pagarme mi trabajo a un menor precio, pero si es así, prefiero no venderlo; en ninguna tienda te dan el producto sin pagar por su verdadero precio», dijo muy orgulloso.
Manuel González con el uniforme militar de uso diario (Army). Foto: Zaira Ramírez
Por: Maria del Refugio Reynozo Medina.
Cuando Manuel González llegó a San Cristóbal Zapotitlán, en el Municipio de Jocotepec, Jalisco, lo hizo de la mano de su mamá María Elena Ruvalcaba, cuando tenía un año de edad. Él no lo recuerda, lo sabe ahora por las memorias de su madre, quien lo llevó a la casa de sus abuelos paternos. María Elena había llegado con la idea de que podría vivir ahí resguardada mientras el padre de Manuel trabajaba en los Estados Unidos.
El destino estaba preparado distinto y luego de una estancia breve de poco menos de dos años, María Elena abandonó ese lugar. Con una mano tomó a su pequeño y con la otra la maleta, para avanzar por el camino empedrado que lleva hacia la carretera.
Así, sin dinero y con la ausencia de un padre, cuya existencia se esfumó en el olvido, fueron a refugiarse a casa de los abuelos maternos en Nayarit.

Manuel Gonzalez, Primer Sargento de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con el uniforme de gala.
En aquel Estado, la estancia también fue breve. Manuel tenía unos cuatro años cuando emprendió otra vez un nuevo camino, ahora hacia el país que lo vio nacer: Estados Unidos, al que llegó como siempre, de la mano de su madre. Allá en el extranjero, nació su hermana; ahora ya tenía una compañera de juegos.
Entre los vagos recuerdos de esa infancia a sus seis años, Manuel recuerda episodios desoladores, perseguido por la violencia de un padrastro y olvidado por su padre; recuerda a su madre enfrentando y protegiendo a sus hijos, hasta que de alguna manera lograron llegar a un refugio. Era un espacio modesto, pero ofrecía la posibilidad de ser felices y sentirse seguros. Celebraron sus navidades con un arbolito de treinta centímetros, pero con la seguridad de mantenerse lejos de aquel hombre.
Una noche mientras dormían, cuando pensaban que estaban a salvo de la violencia, Manuel fue despertado bruscamente por el estallido del cristal de la ventana. Los vidrios se deslizaban por su cuerpo y en el instante se levantó y jaló a su hermana que dormía a un lado. Era su padrastro, que había logrado localizarlos. Corrieron y encontraron ayuda de los vecinos que luego los pusieron a salvo.
Finalmente pudieron mudarse de ahí y dejar atrás los amargos episodios. Manuel continuó su escuela y ya en la prepa, conoció un programa de labor comunitaria de la Fuerza Militar, ahí fue que tomó la decisión de ser un soldado. Siempre sintió atracción por conocer los países del mundo, pero en ese momento, no sospechó que la misión que estaba eligiendo, lo llevaría a recorrer el planeta.
Recuerda que su primer entrenamiento básico fue en avión, en camino hacia el estado de Kentucky. No sabía ni cómo abrocharse el cinturón, ese era su primer vuelo a los 17 años. Esa ocasión, llegaron de noche a la base; en el entrenamiento, las órdenes venían de unos seis soldados que castigaban con lagartijas los errores y realizaban instrucciones contradictorias que generaban confusión en los aprendices. A Manuel le sudaban las manos y resbalaba. Un compañero de unos 28 años lloró amargamente. Fueron nueve semanas intensas de disciplina que lo fortalecieron, para poder llegar a ser inicialmente, mecánico de autos de la Army.
Su primera base fue en Tennessee; Luisiana fue otra base. En su formación conoció el uso de las armas tipos de rifles. Las tareas eran distintas, buscar pistas, encontrar personas con alto grado de peligrosidad, asegurar vías carreteras y reparar los vehículos utilizados en las misiones.
Manuel estuvo en la guerra de Afganistán en 2002, 2010 y 2011. En una ocasión cuando estaban en medio de las montañas, llegó un hombre con un niño en los brazos. –Me entrego, soy terrorista- les imploró. Sus enemigos habían matado a su mujer y desesperado buscaba poner a salvo al pequeño. Manuel y sus compañeros lo llevaron a un refugio.
Las escenas más dramáticas en las memorias de este joven soldado son de edificios incendiados, gente muerta, cuerpos de niños y adultos calcinados, detrás de un silencio total que aturdía. A veces no sentía nada de tanto sentir; muchas otras, no había tiempo para llorar.
En Tal Afar, Irak, perdió a un amigo y compañero; su esposa estaba embarazada de gemelos; un misil pegó a un helicóptero y derribó además al que iba cerca. De 30 tripulantes quedó un sobreviviente. “Aún recuerdo el sonido de los helicópteros, muy cerca de mí y cómo se iba apagando mientras se alejaban en medio de la noche”.
Aquel helicóptero no llegó a su destino y su compañero John Sullivan pereció ahí, en medio del estallido de su nave. Luego que mencionaron el nombre de su amigo, Manuel no pudo escuchar más. Le vinieron para sus adentros, muchas preguntas sobre su compañero: ¿tendría miedo?, ¿gritaría? ¿Sintió dolor, o acaso lo sorprendió la muerte antes de sentirlo? Cuando conoció a los hijos huérfanos de su camarada Sullivan, no fue capaz de abrazarlos, pensaba que si su padre no había podido sentirlos en un abrazo, él no tenía derecho de hacerlo.
Manuel también sufrió un accidente: durante una estancia en Irak, se volcó el vehículo donde iba, estaba lloviendo y el conductor perdió el control. Sólo recuerda que por la ventana vio venir el piso hacia su rostro y cerró los ojos. Mientras, seguía escuchando el sonido que producían las volteretas hasta que el vehículo se estrelló contra la montaña. Solo sintió un ligero calor en la cara, era sangre.
A sus 39 años, Manuel ha estado en más de 50 países y ha visitado todos los continentes del mundo. Una de las cosas que ha aprendido es que, a pesar de la diversidad de culturas y lenguas, a los seres humanos los hermana el lenguaje universal de la sonrisa. Y no solo la sonrisa, el acto de compartir el pan con el recién llegado.
Con la nostalgia de la misión cumplida y todas sus memorias, este soldado se retira para reunirse con su familia, como recompensa por haber servido a la soberanía de su nación, y con el amor de su madre de quien dice, aprendió todo. “La gran lección de mi madre es no rendirse”.
De izquierda a derecha Araceli Kopiloff y Katja Kohl, fundadoras e impulsoras de Negocios Mágicos Ajijic. Foto: Facebook.
Sofía Medeles.– La Secretaría de Turismo de Jalisco (SECTUR), mediante la dirección de Pueblos Mágicos, encabezada por Mónica Venegas Sánchez, felicitó a “Negocios Mágicos”, iniciativa privada encargada de darle una propuesta de diseño a los comercios de Ajijic.
Con un oficio, la dependencia estatal felicitó a las creadoras y a su equipo de trabajo, por la labor sin fines de lucro, que han realizado desde hace poco más de dos meses, y que hasta el momento, ha beneficiado a tres negocios y con dos más como pendientes.

Negocios Mágicos Ajijic durante su presentación en Lake Chapala Society, presentación que les ayudó a recibir nuevos voluntarios, y tener una plataforma para llegar a más negocios que necesiten las remodelaciones. Foto: Facebook.
Las impulsoras, Katja Kohl y Araceli Kopiloff, compartieron a Semanario Laguna que se sienten felices por este reconocimiento, ya que han puesto mucho empeño en cada proyecto, y que también es una manera de darle difusión, haciendo que gente que necesita el servicio, se entere de ella.
Pese a que los meses de agosto y septiembre ya tienen a los ganadores de la remodelación, la convocatoria se abrirá nuevamente en septiembre, y la elección se hará de la siguiente manera: se subirán a la página de Facebook “Negocios Mágicos Ajijic” fotografías de los comercios nominados, y los tres con mayor interacción serán los ganadores para remodelaciones en los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Esta ocasión, la dinámica cambiará un poco, ya que, a cada ganador, se le proporcionará un rollo de boletos para una rifa, la cual, los propietarios tendrán que vender en un tiempo determinado, con el fin de ayudar a recaudar fondos para suministros, y el que tenga la mayor cantidad de boletos vendidos, será el ganador de octubre, el siguiente con más boletos vendidos se beneficiará en noviembre, y finalmente, el de diciembre.
Los negocios favorecidos hasta ahora han sido tres: Tacos El Paisa, Total Body Spa y la Frutería Lupita, a la cual se le hizo un “mini makeover”. Próximamente, en este mes se remodelará Las Plantas de Emilia, y en septiembre la Farmacia Las Luces.
Foto: Cortesía.
Alma Serrano.- La jocotepense de 23 años, Claudia Larissa López Olmedo, se asume como una artista experimentadora cuya propuesta busca agotar todos los recursos visuales y personales disponibles.
Larissa emprendió su formación artística de forma autodidacta desde los 13 años de edad; posteriormente se formó en la Licenciatura en Artes Visuales para la Expresión Plástica de la Universidad de Guadalajara.
Fue en esta etapa cuando inició su discrepancia con el arte tradicional, ya que notó que algunas de las metodologías de enseñanza y prácticas de la facultad eran en su mayoría de esta corriente, lo que la llevó a cuestionarse sobre continuar en ella.

Título_ Sensualidad_Técnica_ Lápiz graso sobre papel,2021
«Mismos temas, mismos autores, mismas prácticas, no me llenaban, incluso pensé en si realmente quería dedicarme a esto toda mi vida», comentó la joven artista.
Fue en la clase de Acuarela con un profesor nuevo, donde encontró por primera vez esa oportunidad para experimentar y enfocarse en el proceso, más que en el resultado. Esta experiencia le abrió un nuevo panorama para conectar con su parte creadora y romper algunas barreras de expresión.
«El maestro nos permitía hacer prueba y error, nos decía que nos familiarizáramos con el material y los recursos; eso era lo que estaba buscando”, compartió.
Claudia Larissa se ha identificado con las manifestaciones del Arte Objeto y el Arte Abstracto, pero mayormente con el Video Performance por su naturaleza experimental, reiterando su postura de que el arte no solamente está en los museos o en los soportes tradicionales.
La artista se ha sumergido poco en el ámbito de las exposiciones pictóricas, en su lugar, se ha enfocado en la creación del Taller de Experimentación Artística de la Ribera, junto a Ricardo Cortés Fernández, quienes desde septiembre del 2021 decidieron formar a la par, un Laboratorio de Arte, un espacio para el público con o sin formación, para reflexionar y ejercer esta disciplina desde una perspectiva diferente.
«El arte no es solo de museos, ni solo para los que estudian, ni solo para los que saben pintar. Cualquier persona puede crear, nadie es demasiado inalcanzable. Hagamos de lo que tenemos y sabemos, arte, pues el arte está en todas partes», concluyó.
Jesús Tadeo Vega “El pintor de la ribera” es el instructor de los talleres. Foto: Alma Serrano.
Alma Serrano.- Con Frida Kahlo como temática, se presentó la muestra colectiva “Los Colores de Frida”, en San Juan Cosalá, la tarde del pasado 29 de julio.

Frida Kahlo fue la figura principal de la exposición. Foto: Alma Serrano.
Los participantes fueron alumnos del taller de dibujo de la Casa “Padre Adalberto Macías Llamas”, instruidos por Jesús Tadeo Vega “El Pintor de la Ribera”.

En la muestra participó una alumna de 72 años de San Juan Cosalá. Foto: Alma Serrano.
Camisas, sacos, papel y cascarón de huevo fueron algunos de los soportes en los que los niños, adolescentes y adultos realizaron los diseños para su primera exposición. La alumna más longeva tiene 72 años, la cual recibe clases en su hogar y es considerada una alumna destacada.
Tanto por la admiración de Jesús Tadeo, como por el interés de los alumnos por su obra, se eligió a la pintora mexicana como la temática principal de la muestra pictórica.
El pintor de la ribera comentó que tiene más de 20 años impartiendo talleres de dibujo y pintura en la zona, además de 50 de trayectoria en este ámbito artístico.
Actualmente, el maestro Tadeo Vega ofrece talleres en Jocotepec, San Juan Cosalá y El Chante, de manera gratuita, por parte del gobierno de Jocotepec.
Chenlla Hernández es un destacado pintor de Jocotepec. Foto: Cortesía.
Alma Serrano.- Claudio Hernández Díaz, alias «Chenlla», es uno de los artistas contemporáneos más reconocidos de Jocotepec. A sus 33 años ya destaca por su sello personal adquirido, gracias a su formación en la Licenciatura en Artes Visuales para Expresión Fotográfica.
A pesar de tener una trayectoria «informal» en el arte, es decir, hacerlo como pasatiempo, fue en la etapa de la universidad cuando comenzó a experimentar en varias vertientes para expresar de manera auténtica sus ideas, sueños, pensamientos y conceptos que incluso, pueden causar emociones conflictivas en sus espectadores.

Una de las obras realizadas por Claudio Hernández. Foto: Cortesía.
Para Chenlla no fue fácil encontrar su estilo personal, pero una vez que lo consolidó, este se convirtió en un modelo motivador para otros creadores y creadoras.
«Normalmente la gente ve una realidad común en las obras, algo que ellos conocen, sin embargo, la realidad interna o conceptos abstractos que tienen un significado conmovedor, suelen ayudarme o guiarme hacia visualizarlo y plasmarlo», expresó.
Fue en 2018 cuando realizó su primera obra comercial inspirada en la película The Joker (Guasón), usando su nutrida imaginación. Desde niño, sus padres incentivaron la pintura en él y sus hermanos, y más tarde, fue despertando en él el interés, perfeccionando su técnica.
«Mis padres no nos permitían tener televisión, en su lugar nos compraban cuentos. La mayoría tenían dibujitos, pero a los que no tenían, yo se los dibujaba y fue donde usé conceptos abstractos para expresar situaciones y cómo enfrentarlas», explicó Hernández Díaz.
Los significados y el «subconsciente” son los ejes que rigen sus creaciones, generalmente con un enfoque de realidad que ha plasmado en diferentes soportes, desde murales hasta obras de caballete.
La corriente de trabajo de Chenlla es el Arte Pop, retratos a los cuales en el desarrollo agrega elementos que tienen un significado profundo y donde él manifiesta su conciencia o una realidad colectiva.
Chenlla ha expuesto su trabajo a lo largo de toda la Ribera de Chapala y actualmente se dedica a la fotografía, hace pinturas personales por encargo y realiza murales, siendo uno de los artistas más talentosos de Jocotepec.
«Deseo dejar mi huella, mi forma de ver la vida, mi realidad, sea cual sea», finalizó el joven artista.
Entrega de un reconocimiento por la trayectoria deportiva de Gerardo “Nardo” López Castellanos a su familia. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Autoridades municipales homenajearon a Gerardo López Castellanos “Nardo”, entregaron a sus familiares un reconocimiento por su trayectoria en el deporte, además de que anunciaron la realización de una estatua en su honor.
La reunión fue el pasado 30 de julio en la plaza principal de Ajijic, donde varios de sus colegas deportistas, así como autoridades municipales, le brindaron unas palabras tanto al fallecido Nardo, como a su esposa e hijos, además de que compartieron anécdotas del deportista.
El artista Efrén González anunció que iniciaría trabajos para la realización de una estatua en su honor. El encargado del Consejo Municipal del Deporte (COMUDE) en Ajijic, Alejandro González González, compartió a este medio que sería una estatua que lo representara a él, de cuerpo completo, hecha de bronce.
Durante la ceremonia, Efrén pidió el apoyo de los ajijitecos para recolectar el bronce que necesitará para la manufactura de la escultura, por lo que invitó a la población a donar objetos de este material, acudiendo a la Delegación de Ajijic o a su estudio, en la calle Marcos Castellanos #7.
Además, se le entregó a la familia un reconocimiento donde se destaca la trayectoria deportiva de Gerardo, junto a varias fotografías de momentos emblemáticos de su historia en el atletismo.
Este evento fue realizado en conjunto entre el COMUDE y el Gobierno de Chapala, aunque éste no es el primero que se realiza en su honor, ya que en vida se le hicieron algunos tributos a su trayectoria.
Gerardo López Castellanos, nacido el 3 de octubre de 1957, fue un corredor destacado de Ajijic, quien falleció el primero de marzo del 2021. No solo inició a correr desde muy joven, participando y alcanzando el podio en varias carreras nacionales e internacionales, sino que entre sus logros está el haber sido el seleccionado estatal para acudir a los Juegos Panamericanos en Puerto Rico en 1979.
Aunque debido a varias circunstancias no pudo participar en los Juegos Panamericanos, siguió corriendo en varias competencias nacionales. Una de ellas fue en 1992, donde con el fin de promocionar las carreras en Chapala, se le dio una vuelta al lago y en cuya carrera, la empresa de artículos deportivos Nike, patrocinó a Nardo, junto a Javier Raygoza Munguía, Ricardo González González y Gilberto Holguín Rey.
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