Orillas cercadas del Lago de Chapala, al oriente de Ajijic. Foto. Sofía Medeles.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- La invasión a terreno federal, no sólo afecta al habitante local al bloquear el paso que debería encontrarse para el libre tránsito, también crea daños en el ecosistema natural, sobre todo, a las especies nativas que habitan el Lago de Chapala, lo que podría ser considerado como delito de ecocidio.
El cercado en terreno federal, “agrede terriblemente” al ecosistema del lago, tanto la flora como la fauna acuática, impidiendo el libre paso y desarrollo de las especies, así como la dinámica natural del vaso lacustre lo que contribuye al ecocidio del lago, han coincidido los dos expertos consultados por Laguna, el Licenciado en Biología y ex funcionario de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), José de Jesús Amaya y el director del Instituto de Limnología de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el investigador y profesor, Eduardo Juárez Carrillo.
Los expertos también han coincidido en señalar que los invasores de terreno federal en la zona litoral del lago podrían ser denunciados (a nivel federal y estatal) por el delito de ecocidio, ya que al “apropiarse” de terreno del lecho lacustre daña considerablemente la biodiversidad del vaso lacustre más grande de México.
“La Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, hace responsable a reparar y resarcir el daño que se le haya causado al ecosistema y a las personas, en caso de que su concesión haya causado un daño ambiental. Las descargas, las excavaciones, los rellenos, crean barreras que impiden la dinámica natural y tiene efectos como la fermentación del hábitat marina”, aseveró el maestro Amaya, quien también cuenta con posgrados en Economía y Auditoría Ambiental y 32 años de experiencia en Consultoría Empresarial Sustentable.
Por su parte, el investigador Eduardo Juárez Carrillo ha dicho que está claro y es evidente que hay un daño. Explicó que la modificación de la fauna acuática a partir de los 70 ‘s, ha obligado a las especies nativas (charal, pez blanco) a desovar en las orillas, lo que pone en riesgo la reproducción de los alevines, así como la flora y crustáceos que hay en la zona.
El entrevistado finalizó expresando que las propiedades federales que son concesionadas para uso agrícola también son afectadas, sobre todo por el uso de pesticidas y fertilizantes que terminan en el Lago de Chapala, especialmente cuando sube de nivel.
“Atentar contra el ecosistema, el ecocidio, es un delito tipificado al menos en el Estado de Jalisco, algo que a las autoridades no les importa o les faltan inspectores, o temen meterse con ciertas personas que invaden, delimitan y construyen”, evidenció Juárez Carillo.
El dato:
En el estado de Jalisco se aprobó en el 2019 un dictamen que incluye el delito de ecocidio en el Código Penal, para sancionar con severidad a quienes afecten el medio ambiente, fijándose una penalidad desde los cuatro hasta los 40 años de prisión y una multa que va de los 40 mil a los 40 millones de pesos, a quien provoque un daño a cualquier ecosistema.
La iniciativa reforma el artículo 144, adiciona el artículo 289 bis y crea los capítulos Primero, Segundo y Tercero del Título Vigésimo Primero denominado de los Delitos Contra el Ambiente, todos del Código Penal del Estado de Jalisco.
Los delitos de invasión a terreno federal, junto con sus sanciones, se encuentran en la Ley de Aguas Nacionales, y los términos de las concesiones que otorga CONAGUA, así como en el Código Penal Federal (delitos en materia de recursos naturales) y Ley General de Bienes Nacionales (delito en materia de zona federal marítimo terrestre).
La obra donde se encuentran realizando rellenos, está ubicada en Paseo de la Ribera #126 y fue clausurada el 7 de octubre. Sin embargo, los rellenos en el lugar no han parado.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)-Pese a que la semana pasada fue clausurado un predio (ubicado en terreno federal en la zona litoral del Lago de Chapala) por estar siendo rellenado con tierra, los trabajadores no han parado labores, y lo siguen haciendo a plena luz del día, pese a que a que el relleno de un embalse natural es considerado un delito grave por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
El predio ubicado en la agencia municipal de Riberas del Pilar es parte del Lago de Chapala, y el relleno del mismo con tierra para crear una plataforma para después particulares apropiarse de él es una práctica común entre invasores de áreas naturales de Chapala, es por este motivo de la Personal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento clausuró la obra el 7 de octubre, pero de acuerdo con vecinos los sellos fueron violados.
El jueves 14, a una semana de la clausura, vecinos de la zona, denunciaron que los trabajadores que están llevando a cabo las obras seguían laborando, quitando el “sello” de clausura, metiendo camiones con material, tierra y escombro, y volviéndolos a poner cuando se retiran.
Y es que, los quejosos han dicho a este medio que creen que la clausura fue una simulación por parte de las autoridades, pues además de que los trabajos de relleno no han parado, el sello de clausura era solo una hoja impresa con la palabra “CLAUSURADO” y pegada con cinta a la puerta del predio, sin sellos ni folio.
La Dirección de Desarrollo Urbano, consultada al respecto por Laguna, informó que no se trata de que hayan descuidado el caso, si no que siguen enviando citatorios –que no han sido atendidos-, además que al presentarse a ese domicilio no sale nadie a atender a las autoridades; no obstante, informaron que este jueves 14 volverían realizar nuevamente una clausura, la cual se realizó al atardecer del mismo día, con la misma hoja, pero esta vez con cintas preventivas.
“En desarrollo urbano hemos ido cuatro veces, se les ha dejado citatorios, sellos de clausura, a los cuales ni se presentan ni responden. Lo que estamos haciendo es exigirles a otras áreas que no les den servicio, ya que no quieren regularizar, y, además, las multas por no presentarse, así que, cuando se presenten a solicitar algún servicio o trámite, se les va a cobrar”, aseguraron en la dependencia.
Foto: Archivo Laguna.
Los cercamientos de tierras comunales datan de por lo menos el siglo XVII. Fueron el punto de partida del colonialismo y la sociedad capitalista. En su famoso capítulo “El secreto de la acumulación originaria”, Karl Marx estudió con detenimiento el mecanismo básico de los cercamientos: terminar con el control comunal de los medios de subsistencia. Su forma física es muy precisa. Son vallas, alambradas, muros o cercas con las que se impide el paso libre a lugares comunes. Durante siglos los cercamientos unieron a quienes se vieron despojados de su subsistencia y del paso libre. Y a su vez, cada lucha contra los cercamientos tuvo su respuesta: apropiación ampliada de nuevas tierras, bosques, selvas o lagos.
En los últimos días, habitantes de los pueblos de la Ribera de Chapala, Jalisco comenzaron a desalambrar cercados con lo que particulares impiden el paso libre al Lago. Sus acciones nos recuerdan no solo que existen nuevos cercamientos, sino también que estos últimos unen a quienes deseamos habitar lugares.
Los pueblos de Chapala quieren habitar su mar donde cientos de historias han tejido la vida cotidiana en sus bahías, ensenadas, cabos, ríos, puertos, cerros, islas y canales. Esto no lo pueden entender los inversionistas y los gobiernos en turno para quienes el Lago solo cuenta por su capacidad de almacenar 7,897 millones de metros cúbicos (Mm3) y ser la principal fuente de abastecimiento de agua potable de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Además de la ofensiva de los cercamientos, el lago de Chapala sufre desde hace décadas la degradación de sus aguas. No es un secreto decir que se le ha caracterizado como el vaso de almacenamiento de contaminantes más grande del país. Diferentes estudios han mostrado que en el Lago se vierten desde los contaminantes más comunes hasta aguas residuales industriales que contienen metales pesados y sales orgánicas sintéticas.
Desafortunadamente, estos estudios en su gran mayoría se han concentrado en la versión convencional de la crisis ambiental y ecológica. Esa que sirve a los ingenieros y burócratas quienes solo entienden de bombeo, descargas y saneamiento del H2O y no de la discusión del agua libre, gratuita y fluida.
Los problemas del Lago de Chapala no son simplemente ecológicos entendidos estos como “gestión ambiental”. Esa ecología está en manos de administradores, ingenieros, expertos y conservacionistas que pretenden ser los jardineros de la tierra. Se preocupan por la limpieza, la estética y el orden de lo que llaman el medio ambiente. Su idea de gestión ecológica no son más que operaciones de conquista y ocupación de tierras. Sus técnicas son los cercamientos blanqueados con la narrativa de la inversión económica y la concesión jurídica para asentarse, espaciarse e imponer una manera de ordenar el suelo.
En realidad, de esa “gestión ambiental” se desprenden la mayoría de los problemas del Lago. Esto lo entienden muy bien quienes comenzaron a derribar los alambrados que obstruyen el paso libre a las playas de Chapala. Con su acción, están comenzando a redefinir el lugar que quieren vivir y habitar. Por eso no solo exponen a la mirada de todos lo que los gobernantes y desarrolladores hacen offshore, sino también expresan con valor una decisión.
Desalambrar el Lago de Chapala significa exigir habitar un lugar común invadido. Habitar significa estar ligado a un lugar, saber su nombre e historia, así como trazar el territorio que se va a defender. Los lugares que se habitan se defienden no para apropiárselos, sino por el valor que implica pertenecer a ellos. Cuando habitamos un lugar, decimos que somos del suelo que pisamos, esto es, terrestres encarnados en una dimensión comunal.
Estas acciones de desalambrar, en su silencio, contienen el grito: “esto nunca ha sido tuyo”. Para entenderlo se tiene que tomar parte. Quienes están situados en Ninguna Parte, sean científicos o ambientalistas no podrán comprender que las gramáticas del desalambre deviene de un respeto “por la tradición histórica, por las cualidades locales y la virtud terrena de fijarnos límites entre nosotros mismos”. Deviene del enojo de sentirse nativos de un lugar, pero sin que este sea su hogar.
En México existen experiencias de lucha por Lagos. El más relevante ha sido la defensa del Lago de Texcoco contra el relato hegemónico sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), proyecto emblemático del gobierno de Enrique Peña Nieto. En esta lucha se pueden encontrar gramáticas morales que definen las diversas maneras de existir de quienes quieren conformar un pueblo, aldea, colectivo o comunidad que defenderá el suelo que pisa. Esas gramáticas “no tienen escrúpulos de confesar el drama existencial en el que están comprometidos”.
Si ponemos atención, encontraremos estas gramáticas por todos lados. En Jalisco, diversas personas las practican desde hace tiempo. Están en El Salto, Santa Cruz de las Flores, Tonalá, Poncitlán, Huentitán, Ixcatán, Huaxtla o Tala. Ahora en los pueblos de la Ribera de Chapala.
Con el paso del tiempo los diversos pueblos, colectivos y organizaciones en lucha, se han dado cuenta que en el conflicto por la tierra y por los ámbitos de comunidad no existen instancias neutrales. En efecto, no existen árbitros si nuestra lucha es seguir en la tierra o habitar el suelo que pisamos. Tan solo se necesita dejar de desanimar las múltiples existencias no humanas, sean lagos, bosques, cerros, ríos o animales para desplazar de nuestro imaginario el cálculo mercantil que los industriales, inversionistas y fraccionadores tienen de estas.
La idea de que un funcionario representa el agua, un cerro, lago o bosque y que luego autorice su “administración” o propiedad es aberrante. La tierra que pisamos nos concierne, no es asunto de quien se sitúa en Ninguna Parte. Es de quien toma parte para luchar por el lugar que quiere para vivir en comunidad.
Luchar por un lugar en el mundo no significa “retornar” a la “naturaleza” o devolver el “equilibrio” al medio ambiente. Eso sería imaginar un mundo sin historia como el Edén bíblico. Antes bien implica una responsabilidad política y moral. Si el suelo es lo que define las formas de hacer política, los trazos para habitar nuestros territorios comienzan con derribar los cercamientos que los acaparadores dibujaron a través de su geografía de saqueadores.
Los pueblos de la Ribera de Chapala llevan décadas enfrentando a los planificadores estatales, acaparadores inmobiliarios y los cercados turísticos e industriales. Han visto como las aguas del Lago se transforman en “un recurso escaso que requiere un manejo técnico […] en un fluido manipulado que ha perdido la capacidad de reflejar el agua de los sueños”. Ahora que han decidido defender el Lago quizás puedan revivir la memoria de est transformación. Al hacerlo fortalecen la voluntad con la cual han expresado el mundo en el que prefieren vivir.
Hacer nuestra su decisión pasa por pensar seriamente en prepararnos para una intensificación no material de la manera como vivimos. Esto no deberá entenderse como un simple reproche a nuestras patologías de zombis teleguiados, normales farmacodependientes y consumidores desbocados de energía, que hacen posible la deforestación acelerada, los campos de exterminio de animales y el veneno de la agroindustria que nacen de los ensueños emprendedores de Dupont, Chevron, Nestlé, Smithfield Foods o Monsanto. Debería más bien, construir una convicción práctica para seguir en la tierra, para luchar porque haya, no las delirantes “alternativas al desarrollo”, sino un mundo donde habitar lugares.
Camiones señalados de hacer terraplenes con tierra de deslaves en la zona del Bajío, al poniente de Ajijic.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- Vecinos de las colonias afectadas en la delegación de Ajijic, denunciaron camiones presuntamente llevándose tierra de los deslaves ocurridos el pasado martes 5 de octubre, para utilizarla como relleno en el lago en zonas federales, práctica anticipada al robo de terreno federal.
Se denunció la actividad ilícita en dos zonas: el Bajío, al poniente de Ajijic, y Riberas del Pilar, localidad de Chapala. En el caso de Riberas, civiles rápidamente denunciaron el hecho mediante redes sociales, pese a las amenazas y las agresiones físicas que recibieron.
A la calle Paseo de la Ribera #126, llegaron autoridades aproximadamente a las 4 pm de este jueves y se encargaron de clausurar los terraplenes de Riberas del Pilar.
Governor of Jalisco Enrique Alfaro Ramirez during his visit to supervise the works of the auditorium of the riverbank.
Sofia Medeles (Ajijic, Jal.)– At the end of his visit to the La Ribera auditorium, Governor Enrique Alfaro Ramirez was questioned about his opinion on the «anti-rejas movement», to which he mentioned being aware of their work, and endorsed their work.
«I also joined in the complaint(about illegal building and filling of the Lake), these are acts of loafers that should not be allowed. However, it is not the responsibility of the state government, it is a federal problem, and we hope that the National Water Commission (CONAGUA) will take action on the matter,» said the governor.
He also commented that the issue of the Chapala invasions has not been mentioned specifically in the meetings he has had in Mexico City, but that the review by CONAGUA is a recurring theme, encompassing Lake Chapala, invasions in Lake Cajititlán, the Villa Corona lagoon, and the unregulated discharges into the Santiago River.
Without proposing a solution, he finally added that the problem is that CONAGUA does not regulate the invasions, and furthermore, it has neither the personnel nor the resources to carry out its investigations.
Ajijitecos interviewed both within and outside the movement, declared that they do not believe him, and that in their opinion, it is only a strategy to cover the eye of the beast, «He says it just to make himself look good, because it is an issue that is gaining a lot of momentum. If he were really interested, he would be the first to facilitate and manage solutions to avoid irregularities of this type», commented a member of the movement.
«He talks a lot and does little. I wish it were true what he says, but his words are worth the same as nothing if he is going to look the other way when it comes to action. We are used to promises, but we no longer believe them,» commented a native of the town.
Translated by Patrick O’Heffernan
Foto: Archivo.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez manifestó que está enterado de las actividades del grupo Pueblos Unidos de la Ribera y además se suma al reclamo de no invasión de la zona federal del Lago de Chapala, pero se deslinda del problema, pues a decir del entrevistado, éste es de competencia federal y no estatal.
Las declaraciones las realizó en su última visita al Auditorio de la Ribera (29 de septiembre) y se refirió a las acciones de las personas que pretenden ganarle terreno al lago como “actos gandallas”.
“Yo también me sumo al reclamo, son actos de gandallas que no deberían permitirse; sin embargo, no es competencia del gobierno del estado, es de carácter federal y esperamos que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) tome cartas en el asunto”, aseveró el mandatario.

Gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez en su visita para supervisar las obras del Auditorio de la Ribera.
Asimismo, Alfaro acotó que no se ha tocado el tema de las invasiones de Chapala específicamente en las reuniones que ha tenido en la Ciudad de México, pero que la revisión por parte de CONAGUA es un tema recurrente, englobando el Lago de Chapala, invasiones en el lago de Cajititlán, la laguna de Villa Corona y las descargas sin normas en el Río Santiago.
Sin proponer solución, finalmente agregó que el problema es que CONAGUA no ofrece una estrategia para regular las invasiones y además, no cuenta ni con personal ni con recursos para efectuar sus averiguaciones.
Por otro lado, los ajijitecos entrevistados -tanto dentro del movimiento como ajenos a este-, declararon no creerle, y que en su pensar, solo es una estrategia para taparle el ojo al macho, “lo dice solo para quedar bien, porque es un tema que está tomando mucho auge. Si realmente le interesara, sería el primero en facilitar y gestionar soluciones para poder evitar las irregularidades de este tipo”, comentó un integrante del movimiento.
“Habla mucho y hace poco, ojalá que fuera verdad esto que dice, pero sus palabras valen lo mismo que nada si va a voltear a otro lado a la hora de la acción. Ya estamos acostumbrados a que nos prometan, pero ya no les creemos”, comentó una nativa del poblado.
La zona más afectada fue desde la zona de la Mojonera, hasta el Raquet Club, en la delegación de San Juan. Foto: Héctor Ruiz Mejía.
D. Arturo Ortega (Jocotepec, Jal). – Más de 25 casas inundadas, dos de ellas con daños estructurales, la pérdida de tres vehículos y daños aun no cuantificados es el saldo preliminar de las afectaciones por las intensas lluvias que se registraron durante la mañana del cinco de octubre, en la delegación de San Juan Cosalá, municipio de Jocotepec.
Aunque también hubo afectaciones en otras poblaciones, el alcalde de Jocotepec, José Miguel Gómez López informó que “la zona más afectada fue desde la zona de la Mojonera, hasta el Raquet Club, en la delegación de San Juan”.
En la zona restaurantera de Piedra Barrenada de la misma población, varios negocios de éste giro también resultaron con afectaciones, pero ninguna como como la ocurrida en el restaurante Las Gaviotas, donde el lodo y las piedras se metieron al negocio.

En la zona restaurantera de Piedra Barrenada de la misma población, varios negocios de éste giro también resultaron con afectaciones. Foto: Armando Esquivel.
En las delegaciones de Trojes y Potrerillos, parcelas y algunos terrenos cercanos a la mancha urbana también resultaron inundadas: “Sabemos de viviendas en las faldas del cerro que quedaron atrapadas, también tenemos reportes de Trojes y otros lugares donde la tromba también afectó”, agregó José Miguel.
En San Cristobal, San Pedro, San Martín y El Salitre la crecida de los arroyos fue muy fuerte, pero hasta el momento no se han registrado pérdidas humanas, en tanto el personal de Protección Civil municipal y de Jalisco se encuentan cuantificando de manera minuciosa las pérdidas.
Excavadoras municipales, del Gobierno del Estado y la iniciativa privada Ya está por abrir la vialidad de la carretera Jocotepec Chapala del lodo, troncos y piedras que la obstruyen, por lo que el alcalde emitió un agradecimiento a las personas y autoridades que apoyan en las labores de restablecimiento de la zona.
El número 3877631804 estará disponible para reportar cualquier situación apremiante.
Por Santiago Baeza
Ante la falta de respuesta gubernamental en distintos niveles de gobierno, vecinos de varios municipios y delegaciones de esta ribera de Chapala han comenzado a tomar acciones para hacerse justicia por propia mano.
Hace algunos días, habitantes de Chantepec decidieron bloquear el suministro de agua que alimenta a Lago Luna, un conjunto de aproximadamente 100 viviendas departamentales en construcción, debido a que el pozo de agua que abastece a la comunidad resulta insuficiente, ya que en esa zona sufren constantes cortes en el flujo del líquido en sus hogares.
Perciben que a través de engaños se anexó ese suministro al proyecto arquitectónico en ciernes. Previamente habían solicitado que dicho complejo inmobiliario cavara su propio pozo, pero no obtuvieron respuesta por parte del Ayuntamiento de Jocotepec, así que hace unos días optaron por levantar el pavimento de la recién remodelada calle Cuauhtémoc para bloquear las tuberías que se dirigen a Lago Luna, hecho que provocó la intervención policiaca y el arribo de funcionarios municipales, incluido el alcalde José Miguel Gómez López. Sin embargo, hasta este momento no se ha llegado a un acuerdo entre las autoridades y la población agraviada.
Esta situación se suma a la campaña que desde hace ya varias semanas ha implementado un colectivo denominado Pueblos Unidos de la Ribera, cuyos miembros han tomado la determinación de derribar cercas, muros y en general cualquier elemento que privatiza zonas federales y que obstruye el paso del peatón a la orilla del lago, hasta este momento en la parte poniente de Ajijic, aunque amenazan extender esas acciones en Riberas del Pilar.
Inicialmente acudieron al Ayuntamiento de Chapala a denunciar estas invasiones, pero las autoridades municipales se lavaron las manos con el argumento de que se trata de un asunto federal. Posteriormente acudieron a manifestarse a la delegación de Conagua en Guadalajara y la única respuesta que obtuvieron es que esa dependencia no procederá legalmente contra los manifestantes por destruir las divisiones que con o sin permiso, particulares han levantado a la orilla del lago.
Estas acciones que bien podrían ser calificadas como una nueva versión de autodefensas, ya han sido anunciadas por otros colectivos en más comunidades. Tal es el caso de un grupo de vecinos de San Juan Cosalá, que amenazan con actuar de esa misma forma contra los particulares que han extendido sus propiedades al lindero del lago.
Personalmente considero inapropiado que la ciudadanía tome justicia por propia mano, ya que al carecer de carácter legal alguno para tomar acciones de esta naturaleza, se rompe el Estado de Derecho y se corre el riesgo de activar conflictos sociales que pueden escalar a mayores dimensiones, las cuales todos podríamos llegar a lamentar. Pero también se debe entender que, al no contar con el apoyo real de las autoridades, en este caso la municipal y la federal, la ciudadanía termina optando por su propia cuenta, debido a la frustración que implican los oídos sordos ante sus demandas.
Este tipo de fenómenos sociales son, en definitiva, producto de un vacío de autoridad. Si bien al Gobierno Federal le corresponde a través de Conagua resolver todo asunto relacionado con la aprobación de nuevos pozos e incluso la revisión de concesiones en el lindero del lago, la realidad es que a los ayuntamientos les toca garantizar los derechos de sus habitantes, ya sea en garantizar su libre acceso al lago, o bien el consumo doméstico de agua potable. Si los municipios de Chapala y Jocotepec no asumen su responsabilidad ante la ciudadanía, seguirán dando carta abierta para que activistas y afectados en su defensa actúen fuera de la ley, con todo y los riesgos que ello implica.
Agaves sembrados en terreno federal invadido para confundir a los defensores del terreno federal.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)- Para taparle el ojo al macho, dos residentes acusados de invadir el terreno federal –a los cuales, con anterioridad, el grupo civil Pueblos Unidos de la Ribera ya le habían retirado malla ciclónica frente a su residencia-, decidieron cercar nuevamente el espacio, y esta vez, sembraron maíz y agave para justificar su supuesta concesión.
Las dos residencias que están tratando de seguir delimitando el terreno, se encuentran en la playa que está entre las calles Puerta Nueva y Tío Domingo en la delegación de Ajijic, y son prácticamente vecinos el uno del otro. La primera residencia, fue la que quitó el muro que estaba en construcción, y aunque cercó un espacio menor al de la vez pasada, sigue siendo una malla fija, y donde, además, sembraron maíz.

Una de las residencias vecinas utilizó la misma técnica, pero con maíz.
En cuanto a la segunda residencia -la cual activistas y pobladores calificaron como un robo descarado-, además de cercar un gran espacio, sembraron plantas de agave, las cuales, la opinión popular considera que sale de cualquier término de concesión agrícola.
José de Jesús Amaya, licenciado en Biología, con posgrados en Economía y Auditoría Ambiental, con 32 años de experiencia en consultoría empresarial sustentable, profesor con al menos 20 años, y ex funcionario público de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), aseguró que, haciendo un análisis rápido de la situación, es evidente que los propietarios de las casas, están haciendo mal uso de una concesión -en caso de contar con ella-, y si no, están incumpliendo con la ley de aguas nacionales, y la constitución, donde se implica no bloquear el libre tránsito por territorio nacional.
“Son parte de los bienes nacionales, es decir, les pertenecen a todos los mexicanos […] en caso del lago se considera zona federal o bien nacional una franja de diez metros a partir de la cota establecida (que es de 98.7)”, aseveró Amaya.
Además, comentó que la concesión mal utilizada, no equivale a propiedad privada sino a invasión, la cual se cataloga, cuando hay una barrera que impide el paso tanto a ciudadanos mexicanos, residentes, e incluso a la fauna silvestre si forma parte de su hábitat; en lo que respecta a las obras de mampostería, pasarían a formar parte de los bienes de la nación.

Además de la siembra de agave –que muchos pobladores señalan como ridículo- está cercado con malla ciclónica, es decir, una delimitación fija.
Comentó que, “pretender poner plantitas” para limitar el libre tránsito funge como pantalla, que sería catalogado como otro delito; la omisión de la verdad, y la emisión de información falsa a las autoridades.
“Es evidente que las personas quieren aparentar tener una concesión, pero es sólo una pantalla, ya que ésta se otorga para un fin específico, si es agrícola, entonces desde siempre se debió utilizar de esta manera, además la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) siempre es clara con los términos bajo los cuales se utilizarán, como se desarrollarán las actividades, de lo contrario, fácilmente se retirará el acuerdo”, agregó.
El entrevistado añadió que las invasiones han sucedido por décadas, porque la autoridad no ha hecho caso, o en el peor de los casos, hay impunidad. “Lo que deberían hacer (las autoridades), es atender caso a las denuncias ciudadanas, o por su propia cuenta, llevar a cabo la investigación correspondiente para ver quienes tienen o no concesiones, quienes cumplen con las condiciones de ésta y del impacto ambiental, y aplicar las sanciones correspondientes. Simpatizo con el movimiento, probablemente las acciones pueden ser mal vistas, pero también pienso que la sociedad está cansada de abusos”.
Por su parte, Unión de Pueblos de la Ribera, informaron a Laguna que sus acciones seguirán por la vía legal a favor de la preservación del terreno federal.
Terreno federal que había sido invadido, cercado con malla, la cual fue retirada por el grupo activista civil Pueblos Unidos de la Ribera, y que hace menos de un mes fueron colocados de nuevo, ahora ya fueron retirados por los propietarios de la finca.
Sofía Medeles (Ajijic, Jal.)– Después de críticas en medios de comunicación locales y estatales, la finca frente al lago (que presuntamente pertenece a la familia Urrea) ha quitado por su propia voluntad los postes que habían colocado en terreno federal con la intención de ganarle terreno al lago más grande de México: la laguna de Chapala, como la conocen los locales.
De acuerdo con testimonios anónimos, a los propietarios les habría molestado ser exhibidos en medios de comunicación a nivel estatal, por lo que decidieron retirar los postes que habían colocado para volver a cercar, los cuales, ya estaban inundados a la mitad debido la subida del lago de Chapala, que se encuentra al 65 % de su capacidad con una ganancia en este temporal de 1.30 metros, en la cota 95.37, al día 22 de septiembre de este año.
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