Decenas de árboles fueron talados por el gobierno municipal en el cerro de San Miguel para la instalación de una cruz provisional. Foto: Cortesía.
Jazmín Stengel.- El Gobierno Municipal taló una serie de árboles sin permiso del ejido de Chapala, en el cerro de San Miguel de la cabecera municipal, con la finalidad de instalar una cruz de metal en el lugar donde cayó la simbólica Cruz de piedra, confirmó el alcalde, Alejandro de Jesús Aguirre Curiel, en exclusiva para Semanario Laguna.
Una cruz de metal fue colocada a escasos centímetros de la original cruz de piedra. Foto: Cortesía.
El primer edil también confesó que se planea realizar un mirador turístico en el área, aunque por el momento solo se instaló una Cruz de metal. Para poder transportar dicha cruz hasta su destino y abrir la vista de los visitantes al lago, el alcalde Aguirre Curiel mandó “podar” decenas de árboles la madrugada del 9 de diciembre.
Vecinos de la comunidad juzgan esta acción como una tala de árboles injustificada, aunque el director de Protección Civil y Bomberos, Lorenzo Salazar Guerrero aseguró que solo tres árboles fueron retirados por completo. En las fotografías publicadas por usuarios de redes sociales, éstos señalan que la poda fue mucho más de algunas ramas y más de tres árboles.
Los encargados de ejecutar dicha acción fueron Protección Civil y Bomberos, Ecología y Obras Públicas. Sin embargo, las autoridades omitieron la socialización con la comunidad ejidal de Chapala, quienes hasta el momento tampoco aprueban los movimientos realizados, rechazan la tala de árboles y desconocen el proyecto turístico que se tiene en puerta.
Así lucía la cruz de piedra original antes de ser derribada por un ventarrón el 9 de junio del 2022. Foto: Cortesía.
El comisario ejidal, Carmelo Ochoa aseguró a Laguna que el cerro del San Miguel es propiedad del Ejido de Chapala, por lo que el ayuntamiento no tiene jurisdicción en la zona y debe pedir permiso a los ejidatarios para talar, podar, instalar o construir cosas. Lo cual hasta el cierre de esta edición no tienen.
Además de ser propiedad ejidal, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) también debe dar el visto bueno para que se pueda realizar algo en la zona, por ser considerar la Cruz de piedra como patrimonio cultural. En este aspecto el Gobierno Municipal de Chapala aún está en espera de recibir las recomendaciones técnicas por parte de la institución.
Carmelo Ochoa, aún no ha presentado una postura oficial al respecto, pero de no haber acercamiento de parte de las autoridades gubernamentales hacia el ejido, éste último comenzará a sesionar para definir el proceso legal a seguir para defender sus tierras, agregó el líder ejidal.
La cruz original se construyó de piedra entre los años 1920 y 1930 por los frailes franciscanos que habitaban en el área, como un símbolo para apaciguar a los demonios de la montaña. El 9 de junio del 2022 un ventarrón la derribó.
Medio año después, el 10 de diciembre, el cura de la parroquia de San Francisco de Asís, Octavio Moreno Olivares celebró una misa en el cerro de San Miguel para bendecir la Cruz de metal que fue instalada a pocos centímetros de la original. Se espera que esta Cruz sea provisional hasta poder concluir el proyecto, informó Aguirre Curiel.
Algunos de los miembros de la Brigada Xupinayatl. Foto: Julio Carmona.
Sofía Medeles.- Héroes sin capa. Desde hace cuatro años, Brigada Xupinayatl brinda su apoyo de manera voluntaria en rescates, incendios y búsquedas en las montañas de Ajijic.
La agrupación se habría formado en el 2018, pero se consolidó tras coincidir varios de los miembros en un incendio suscitado en la ladera de uno de los montes. A partir de este momento, instancias como Protección Civil y Bomberos de Chapala les han solicitado su ayuda, principalmente como guías, al ser conocedores de los caminos.
Julio César Carmona Velázquez, uno de los integrantes comentó que, según sus cálculos, elementos de la brigada, han participado casi en el 100 por ciento de los incidentes acontecidos desde su formación: desde ayudar a encontrar a personas extraviadas, hasta atender lesiones que impiden que el individuo pueda regresar al pueblo.
Integrantes de la brigada durante uno de los trabajos de apoyo que han realizado. Foto: Julio Carmona.
“Por ejemplo, en este caso de Fernanda, se presentaron siete integrantes que se dividieron para abarcar un terreno más amplio y agilizar el proceso de la búsqueda de la extraviada. En otras ocasiones, como con lesionados, nos toca apoyar en el traslado, o en los incendios también. Más que darles opciones de un acceso a la zona más segura, nos quedamos a trabajar a la par de los bomberos”, dijo el brigadista. Fernanda subió a la montaña el lunes al mediodía, y fue rescatada al siguiente día por la mañana, ya que se había extraviado y tuvo que pasar la noche en el cerro.
Resalta el hecho de que, todos los que participan en la agrupación, lo hacen por “amor al arte”, es decir, sienten una necesidad de apoyar en las problemáticas que, con sus conocimientos pueden ayudar a resolver. Además de que varios de ellos cuentan con certificados en primeros auxilios y combate de incendios forestales.
Su trabajo siempre ha ido de la mano con Protección Civil y Bomberos, por lo que Carmona Velázquez aseguró que nunca han actuado por cuenta propia, ya que no son una autoridad para intervenir en cuestiones de seguridad.
El otro lado de la moneda, según comentó, recae en que, como voluntarios, se encuentran más desprotegidos al realizar los trabajos. Por ejemplo, no están asegurados en caso de accidentes, por lo que si tienen algún percance, ellos tendrán que resolverlo por su propia cuenta.
Asimismo, la indumentaria necesaria siempre es prestada o financiada por cada uno de los integrantes.
Los integrantes de la Brigada Xupinayatl son José Vicente Ramírez Reynoso, Francisco González Siordia, José Alfredo Torres Díaz, Alejandro Márquez Ramos, Iván Romero Garnica, José Isabel González Valenzuela, Alejandro García Martínez, Sebastián González Álvarez, Gabriel Romero España, Carlos Antonio Soto Pérez, Filiberto Pérez Vega y Julio César Carmona Velázquez, además de los caninos K9 Petel y Duke.
La simbólica Cruz cayó tras una fuerte tormenta, ahora solo se puede observar la base. Foto: Gilberto Padilla.
Jazmín Stengel.- Una fuerte tormenta que cayó el 9 de junio tumbó la legendaria Cruz del cerro de San Miguel en Chapala, y según cuenta la leyenda, una vez que sucediera esto, ya no habría protección que mantenga dormida a la bestia.
Dado que desde cientos de años atrás los locales han considerado al cerro de San Miguel, ubicado al poniente de la plaza principal de la cabecera municipal de Chapala, un lugar donde el mal se esconde, es por eso que no hay vestigios de civilización antigua en esas áreas, sino hasta las faldas del mismo cerro, explicó Rubén Pulido Hernández, autor del libro «Chapala entre las Fábulas y Leyendas».
De acuerdo con Rubén, los antiguos nativos y los primeros misioneros franciscanos que arribaron a la zona de Chapala, alrededor de 1524, en ocasiones veían llamaradas en el cerro lo que despertó numerosas leyendas del porqué la presencia del fuego en dicho lugar.
La razón la encontró un geólogo cientos de años después, según el entrevistado, al descubrir minerales y gases que son inflamables al entrar en contacto con el oxígeno, lo que provoca los fuegos que se ven de noche. Según la leyenda, el fraile más grande de la orden tomó la decisión de subir y combatir a ese demonio que expulsaba fuego.
Al llegar a la punta del cerro, el cual no es muy alto, el misionero comenzó a construir una ermita justo sobre de los lugares donde salían gases o minerales, y logró de alguna manera evitar que éste “apareciera” de la nada. Para honrar a ese padre que “venció al demonio” y vivió para contarlo, se colocó la primera Cruz en el cerro de San Miguel, probablemente de madera.
Hasta el momento no se ha precisado la fecha de su construcción. Los habitantes locales calculan que fue entre 1920 y 1930, a base de piedra y cemento. Cayó antes de cumplir cien años.
Esa creencia trascendió en el tiempo hasta convertirse en la leyenda del dragón dormido. Además, también se creé que el cerro es hueco y pasa un río de agua termal en el fondo de sus entrañas, otros piensan que es un volcán que nunca hizo erupción. Pero lo que todos comparten, es que la Cruz simbolizaba protección.
La forma del Dragón
Los navegantes del Lago de Chapala fueron quienes utilizaban los cerros como una referencia y empezaron a decir que tiene forma de dragón. La punta del cerro de San Miguel es la cabeza y le continúa el cuerpo entre lo que ahora es la agencia municipal de Riberas del Pilar y el Libramiento Ajijic. La Cruz simbolizaba una espada clavada en la cabeza de la bestia, que la mantenía quieta para que no pudiese hacer daño al pueblo. Lo interesante es saber ¿qué va a pasar ahora?, se preguntó Rubén Pulido.
Familia disfrutando de la vista a la cabecera municipal desde la cúspide del cerro de Jocotepec. Foto: Héctor Ruiz.
Héctor Ruiz Mejía.- Una tradición en decadencia. Disminuyen los fieles que asisten a la tradicional peregrinación hacia la cruz del cerro de la cabecera municipal de Jocotepec, del 3 de mayo.
Tan solo 500 personas aproximadamente se aventuraron este año para recorrer el sendero de difícil ascenso que se extiende por más de 1.7 kilómetros hasta la cruz del cerro de Jocotepec y de un tiempo estimado de una hora y 40 minutos.
Comenzando el difícil trayecto de regreso, con otros 1.7 kilómetros más de tierra suelta y piedras. Foto: Héctor Ruiz.
Ya que, a decir de autoridades de la Unidad de Protección Civil y Bomberos Jocotepec, quienes estuvieron brindando asistencia en todo momento en un módulo instalado sobre la Asta Bandera del libramiento, hubo poca participación.
“Ha habido muy poca participación, pues hasta ahorita, hemos contabilizado aproximadamente unas 500 personas, siendo que en años pasados, nos tocaba ver grupos de hasta 100 personas seguiditas”, comentó uno de los elementos.
Pues a decir de la entrevistada, al corte de las 5:00 de la tarde, poco menos de 500 personas habían sido contabilizadas, así como la inactividad por parte del equipo de bomberos y paramédicos, quienes no habían realizado ninguna asistencia médica.
No obstante, durante el trayecto de subida, Gustavo, fiel creyente y peregrino desde “toda su vida” de esta ruta en el día de la Santa Cruz, rezó en todo momento el Rosario, pidiéndole a Cristo ayuda en sus necesidades y agradecer lo que ya tiene.
“Todos los años he venido aquí, a orar y pedir a Dios, como ve siempre subo con mi Rosario y mi libro de oraciones porque se me olvidan y pues, a recordar, la importancia de esta tradición para nuestro pueblo”, comentó.
En la obra se encontraron con cuatro montones de ramas apiladas, pertenecientes alrededor de 15 árboles en su mayoría del llamado Palo Dulce, así como Ocote (árboles endémicos de México) que fueron arrancados de raíz por una Bulldozer que les pasó por encima.
Héctor Ruiz Mejía.- La tala de al menos 60 árboles endémicos en el lugar conocido como el cerro “El Limón”, ubicado en la delegación de San Juan Cosalá, desató fuertes críticas de los pobladores, por lo que tras una inspección por parte del Ayuntamiento, la empresa será multada.
Sin embargo, las autoridades municipales están en espera de que los representantes de la obra se presenten para dar solución a la polémica. Y es que, a decir de uno de los inspectores de la Dirección de Ecología, tras acudir al lugar después del reporte ciudadano, en la obra se encontraron con cuatro montones de ramas apiladas, pertenecientes alrededor de 15 árboles en su mayoría del llamado Palo Dulce, así como Ocote (árboles endémicos de México) que fueron arrancados de raíz por una Bulldozer que les pasó por encima.
Hasta el momento, a decir del director, los constructores no tienen permitido continuar con sus actividades hasta que se regularicen.
“Cuando yo llegué, la máquina se encontraba parada por lo que al parecer fue un tornillo que se zafó de la oruga que la mueve, sino los hubiera agarrado en plena tala”, comentó el inspector.
La polémica obra que despertó la incertidumbre de los habitantes de San Juan Cosalá, hasta el momento no se ha confirmado si cuenta con los permisos correspondientes. A decir de Daniel Garavito, director de Ecología, la obra no cuenta con el visto bueno por parte de la dependencia.
“Desconozco si por parte de Desarrollo Urbano cuentan con toda su documentación en regla, no obstante, se citó aquí en Ecología al arquitecto a cargo de la obra para esclarecer lo sucedido, pero no se presentó”, aseguró el entrevistado.
Hasta el momento, a decir del director, los constructores no tienen permitido continuar con sus actividades hasta que se regularicen, sin embargo, aseguró que en estos días inspectores de San Juan Cosalá acudirán al lugar para corroborar que efectivamente hayan detenido cualquier operación.
Por su parte, el funcionario informó que en Ecología y Protección no hay autorización para que la empresa Constructora TAC realice alguna construcción en dicha zona, por lo que aún esperan que se presenten en el Ayuntamiento para que se verifiquen los presuntos permisos.
De acuerdo con la Ley de Ingresos del municipio de Jocotepec, Jalisco para el ejercicio Fiscal 2021, la multa por talar, podar, cortar, destruir o maltratar cualquier clase de árbol, sin que se observe lo dispuesto en el Reglamento del Servicio Público de Parques y Jardines del Municipio de Jocotepec, Jalisco, va desde los dos mil 90 pesos hasta los diez mil 887.52 pesos.
Además, la situación se agrava porque de acuerdo con la información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), el Palo Dulce crece en zonas áridas y su distribución está limitada al centro del país, por lo que es una especie difícil de encontrar. Motivo por el cual, ha generado molestia entre los habitantes y el propio Daniel Garavito, quien exhortó a la comunidad a reportar cualquier actividad de tala de árboles y a generar conciencia pues, “la tala es algo que nos afecta a todos por igual”.
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