Zona intervenida por el restaurante El Bambú, en Piedra Barrenada. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Que no fue una invasión al Lago de Chapala lo realizado por un restaurante de Piedra Barrenada, según lo declarado por José de Jesús Gaytan Cuevas, director de Desarrollo Urbano en Jocotepec, asegurando que una parte de la intervención fue clausurada e informando que la dirección de Ecología ya aplicó una “sanción”, que correspondería a la donación de cien arbolitos.
En entrevista, el director de Desarrollo Urbano defendió que no hubo ningún acto invasivo sobre la propiedad federal, calificando como absurdo el que se esté invadiendo el lago y comparó el caso con una reparación de albañilería.
“Yo no doy permisos para eso, yo no doy permisos pero sí puedo impedir que hagan invasiones, en este caso yo, hasta el momento digo, yo no veo una invasión como se dice en el video por ahí que sacaron, que están invadiendo la laguna a diestra y siniestra, son palabras absurdas, palabras que para mi no es así porque yo fui a verificarlo, no hay una invasión a diestra y siniestra, simplemente se hizo una renovación como cuando a tu casa se le cae un enjarre y le vas a echar un parche para que quede ya parejo”, dijo Gaytán en entrevista para Semanario Laguna.
Gaytán Cuevas aseguró que tampoco hubo un acto contra el medio ambiente por medio de un terraplén, señalando que ya existía una rampa pero esta se desgastó.
“No es una invasión (reportero: ¿pero un terraplenado al lago?) Si tú puedes revisar tampoco es un terraplenado como tal, simplemente fue una nivelación que hicieron de lo que ya tenían, es lo mismo, es la misma plataforma que había, nomás que estaba ya muy carcomida”, contestó el funcionario.
José de Jesús Gaytan Cuevas, director de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Jocotepec. Foto: Armando Esquivel.
Gaytan Cuevas informó que se realizó una clausura parcial en una zona donde se colocaron piedras. “En el área nueva, o lo que él puso de más donde echó la piedra, yo le clausuré, le dejé clausurada la zona donde puso la piedra”, dio a conocer el director.
José de Jesús Gaytan dijo haber estado de manera personal en el área intervenida, pero no encontró problema mayor.
“En la inspección que yo hice, yo verifiqué lo que ya estaba viejo y se ve eso claramente y a un lado lo que hizo él es poner piedra, como piedra de contención para que no se estuviera desgranando la rampa, para que no estuviera cayéndose el terraplén que ya había y puso como piedras de contención para poderle echar encima, a lo que hicimos de inspección cálculo fueron tres viajes o cuatro cuando mucho, de balastre, lo que le puso en la parte de arriba para nivelar, para que alcanzara a bajar hasta el lago, pero es una plataforma que ya existía porque ya la conocemos desde hace años, yo ya la había visto desde que entré aquí como director” dijo.
Parte de lo informado fue que el dueño del restaurante El Bambú no se acercó al gobierno municipal para obtener un aval, sumado a que la autoridad municipal no cuenta con facultad para otorgar permisos. A decir de Gaytan, quienes intervinieron la orilla del lago sí cuentan con una concesión por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), misma que en el momento de la inspección local no la mostró, aunque el director jocotepense aseguró que hace tres o dos años, ya había visto en específico esa concesión.
El que la acción fue para facilitar el acceso a las embarcaciones, ya que con lo realizado hasta al director se le complicaba caminar por el lugar, fue parte de lo que dijo el director para justificar los hechos, informando también que la Dirección de Ecología aplicó una “sanción”, en la que la persona propietaria del restaurante tendrá que pagar en arbolitos. “Ecología también estuvo presente, de hecho se le hizo una sanción para hacer reforestación por 100 especies, 100 árboles para aportarlos a ecología” informó.
El municipio no cuenta con facultades legales en la zona federal, por lo que se cuestionó al director de Desarrollo Urbano si enviarán el caso a Sindicatura para que esa área gubernamental del municipio solicite una revisión de la autoridad federal. “Pueden ser 30 días, pueden ser 40 días, no sé, depende el trabajo cómo tengamos”, finalizó el entrevistado.
Derrame en la calle Río Zula. Testigos aseguran que tiene al menos un año tirándose el agua de drenaje. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Se encuentra en reparación un colapso en tuberías de drenaje que causaron una constante tira de aguas negras en al menos dos zonas de Ajijic. Según comentaron vecinos de la zona, la tira de drenaje tenía al menos un año, donde se reportó constantemente, sin embargo, no se había atendido.
Una de las principales tiras de agua de drenaje, se localizó en la calle Río Zula. La tira continua, y se ha esparcido y estancado en la playa de esa zona. Por otro lado, otra de las zonas con constantes tiras, fue en la zona de la plaza de la calle Flores Magón, donde los trabajadores del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIMAPA) han estado trabajando.
Vactor haciendo limpieza en las tuberías recién colocadas. Foto: Sofía Medeles.
Según compartió el encargado de SIMAPA Ajijic, Rafael Escamilla, estas son reparaciones a algunos colapsos detectados en las tuberías. «Las tuberías se colocaron en 1987, tienen 37 años ya. El agua en Río Zula se ha derramado por la reparación que se ha estado haciendo en Flores Magón. Se tiene que cortar el flujo para poder trabajar bien y que quede listo pronto.
Un testimonio de uno de los vecinos de la zona, aseguró que conforme pasa el tiempo, los olores aumentan, y el problema empeora. «Lleva al menos un año. Se ha estado reportando constantemente por vecinos que viven cerca del registro, pero no han venido ni arreglado. Últimamente por el calor, el olor ha aumentado y ha alcanzado un mayor rango».
Por su parte, uno de los trabajadores que se encontraban en la zona de la reparación, en la calle Flores Magón, comentó que se trata de un problema que hubo con un colapso en la tubería de drenaje. Este, fue provocado por la antigüedad de los tubos, así como el peso de un muro que se construyó sobre estas. Este, se encontraría en la zona de playa entre las calles Flores Magón y la calle Linda Vista.
«Se intentó limpiar con el vactor y varillas, pero no funcionó porque está colapsado. Se optó por cambiar el tubo. Se van a trabajar cien metros entre las calles Francisco Villa y Linda Vista, pero una parte se hará después de vacaciones de Semana Santa. Hasta ahora, se ha trabajado de Flores Magón hacia el poniente. Este colapso provocó el derrame de Río Zula al no dejar fluir el agua de drenaje», mencionó.
Rafael, comentó que se seguirá reparando. «Todo eso se va a acomodar. El vactor está desazolvando para que no haya problemas de derrame por falta de mantenimiento, se está previniendo todo. Lo que ocurrió son colapsos, pero conforme pasan, se corrigen poco a poco, también para evitar tener un escarbadero en la zona, que pueda afectar», concluyó.
Tilapias a la venta en el mercado municipal de Chapala. Foto: J. Stengel.
Jazmín Stengel.- Desde hace dos años, el consumo de pescado que se da en la ribera de Chapala ha bajado continuamente. Esta Cuaresma las ventas han bajado tanto, como el número de peces que los pescadores recolectan.
Tanto los vendedores del Mercado Municipal como la Sociedad Cooperativa Unión de Trabajadores y Pescadores del Lago de Chapala, vieron mermas en las ganancias de este año.
En el mercado, el ciudadano común puede adquirir un pescado completo por 60 a 65 pesos la pieza de tilapia o carpa dependiendo del peso, mientras que el kilogramo de filetes está a 140 pesos. Los precios varían entre los cinco y 10 pesos más que el año pasado.
Es costumbre que el precio del pescado aumente entre los cinco y 10 pesos durante la temporada de cuaresma, sin embargo, hoy en día “está bien solo”, expreso Zaida Celis, quien este año solo vende de 60 a 70 kilogramos al día, mientras que en sus mejores tiempos vendía hasta el doble.
A las bajas ventas se le suman dos factores, el primero y que Zaida considera el más importante, es que muchas de las carnicerías han comenzado a abrir durante los viernes de cuaresma, cosa que en años anteriores no sucedía.
Por otra parte, la pesca de tilapia y carpa en el Lago de Chapala disminuye cada año. En la actualidad cada pescador recoge entre ocho y 10 kilos de pescado, según el presidente de la Sociedad Cooperativa Unión de Trabajadores y Pescadores del Lago de Chapala, José Luis Morales Gutiérrez.
En años anteriores la cantidad ya había disminuido a 15 kilos por persona, mientras que en las épocas doradas fueron decenas de kilos de pescado, las que se lograban sacar del vaso lacustre más grande de México.
Relleno al Lago de Chapala. Foto: Cortesía.
Por José Antonio Flores Plascencia.
En días pasados nos dimos cuenta de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sí existe. Actúo clausurando las obras de un cárcamo de aguas residuales (depósito de bombeo para conducir aguas a la planta de tratamiento), en Riberas del Pilar, ejecutadas por el Ayuntamiento de Chapala.
Esta clausura tiene dos visiones, la primera: la preocupación del ayuntamiento de sanear la agencia municipal de Riberas del Pilar y, estoy seguro que el presidente municipal, Alejandro Aguirre, lo hace de buena fe, pero es importante que su gente y conozca las condiciones y repercusiones técnicas y jurídicas que una obra de esta naturaleza conlleva, porque lo único que están haciendo es exhibir al presidente municipal. Detrás de esa clausura, denota falta de experiencia.
Y la segunda visión es que el elefante reumático del que habla Andrés Manuel López Obrador, presidente de México en asunto de aguas nacionales, la invasión de la zona federal del Lago de Chapala sigue siendo un gran pendiente. Además tenemos la ineptitud de quienes dirigen la Conagua en Jalisco, aunado a la corrupción de los funcionarios municipales de los diferentes ayuntamientos ribereños que dan permisos de construcción y de los notarios que otorgan escrituras en zonas federales.
Como parte de los antecedentes de los cárcamos construidos en los lechos del lago en las diferentes poblaciones, todos presentan infiltraciones de agua cuando se incrementan los niveles del lago, la mayoría de ellos fueron hechos en la administración de Francisco Ramírez Acuña. Cito ejemplos: Mezcala, San Juan Tecomatlán, San Pedro Itzicán, pero también las redes de alcantarillado de poblaciones en la ribera reciben infiltraciones de aguas del lago.
Uno puede cuestionarse cuál es el problema, bueno el problema radica en que cuando se empieza a operar los cárcamos con influencia de agua pluvial los sistemas de bombeo no son suficientes, porque siempre están inundados y eso encarece los costos de energía, además esa agua pluvial diluye la concentración de la materia orgánica que es la función principal de una planta de tratamiento. Por lo tanto una obra que debiera beneficiar al saneamiento del lago y a una población se convierte en un elefante blanco o una obra sin sentido o solamente de aparador.
Esa clausura al ayuntamiento de Chapala debiera ser para todos aquellos que han invadido la zona federal. El Código Penal Federal en el artículo 420 bis señala, se impondrá pena de dos a diez años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa, a quien ilícitamente: I. Dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos.
Para todos aquellos que han rellenado, dicho código contempla hasta 10 años de prisión.
Orillas del Lago de Chapala. Foto: Cortesía.
¿Así que Jocotepec quiere el control de la zona federal del Lago de Chapala en sus límites municipales? Dadas las «invasiones» desenfrenadas del lago, por parte de propietarios privados e incluso agencias locales, parece una buena idea. Un gobierno más cercano a la gente tomaría el control local sobre el activo más importante de la Ribera de Chapala. La desidia de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sería sustituida por la acción local.
Los propietarios y desarrolladores privados ya no podrían construir desde una barda hasta un hotel en terrenos públicos sin permiso. Ya no circularían camiones ilegales por las calles de los barrios, en la oscuridad de la noche de camino a tirar escombros y rellenos en la playa, como cimientos para edificios no permitidos. Las personas que han vivido legalmente durante décadas cerca del lago ya no se despertarían una mañana con el ruido de construcciones ilegales en terrenos públicos frente a sus casas.
Y los habitantes ya no tendrían que depender de su propia iniciativa para hacer cumplir las leyes que la Conagua ignora. O no.
Cuando la Comisión Costera de California fue creada por el pueblo del estado a través de una iniciativa electoral, uno de sus retos era cómo tratar con los gobiernos locales, con la industria inmobiliaria y los ricos propietarios de locales frente a la playa. Para algunos funcionarios el «control local» significaba un control por parte de los constructores, promotores locales y los políticos locales que acumulaban riquezas en sus bolsillos.
Lo que siguió, fueron décadas de guerra política y legal, y no pocos funcionarios locales que fueron a la cárcel, perdieron las elecciones o dimitieron cuando salieron a la luz sus estrechas relaciones con los promotores inmobiliarios, para conceder permisos en primera línea de playa a cambio de «contribuciones de campaña» y otras cosas.
Había un nuevo sheriff (alguacil) en la ciudad y tenía la última palabra sobre el desarrollo, junto con el personal y el poder legal para respaldarlo. Y proporcionó información y apoyo a grupos ecologistas estatales y locales para destituir o acusar a funcionarios locales, que seguían sin captar el mensaje de que la costa era de todos.
Con el tiempo, la guerra dio paso a un trasfondo de maniobras de bajo nivel, con ocasionales atropellos a la ley en los tribunales y la Asamblea Legislativa, por parte de los promotores, además de algún escándalo aquí y allá, pero en su mayor parte, la costa quedó protegida y el control local permaneció en manos de la población local.
Pero no hay un nuevo sheriff en la Ribera de Chapala. No hay una Comisión de la Costa de los Lagos formada por activistas medioambientales, científicos y representantes locales con la influencia legal y los recursos necesarios para hacer cumplir la ley.
El único mecanismo de aplicación para garantizar que «control local» significa un «control de la población local» es, en última instancia, las urnas. Podríamos intercambiar la negligencia de la Conagua, por permisos de los gobiernos locales que resulten en el desarrollo de aún más costa lacustre, sin ningún recurso legal. Todo se reduce a quién está en el cargo.
Afortunadamente, tanto Jocotepec como Chapala parecen tener un liderazgo que se da cuenta de lo que está en juego con el lago y quiere ser capaz de proteger su orilla cuando la Conagua no lo hace. El control local en Jocotepec y Chapala, bajo los gobiernos actuales, sería un largo camino hacia la protección de la orilla del lago de la gente, para la gente e impedir que los desarrolladores inmobiliarios y los propietarios jueguen con las reglas. Pero, en última instancia, todo se reduce a quién es elegido.
Thomas Jefferson dijo una vez que en democracia «el gobierno que eliges es el gobierno que mereces». Así que sigamos adelante con el control local de la orilla del lago, y esperemos que los gobiernos que salgan elegidos sean los que el lago se merece.
Tubo de PVC que termina en el lago. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Brotan los malos olores. Vecinos de La Cristina, en Ajijic, denunciaron la presencia de tubos que vierten aguas residuales y que quedaron expuestos por el bajo nivel del Lago de Chapala.
Para leer esta nota completa, adquiere la edición impresa de Semanario Laguna en tiendas y supermercados de la Ribera. To read this article in english and get access to more lakeside stories click here to suscribe: https://lakesidenewschapala.com/subscription-plans/
Por Patrick O’Heffernan
Yo estaba caminando por el malecón de Ajijic con un amigo que me señaló que no recordaba que había una playa a lo largo de la orilla del Lago de Chapala. Yo tampoco, aunque estoy seguro de que hay veteranos aquí que sí lo recuerdan. La observación de la playa es una luz amarilla para todos en la Ribera y para los gobiernos estatal y nacional.
El lago está en su punto más bajo en 20 años, justo por encima del 50 por ciento de su capacidad, debido a las escasas precipitaciones y a las extracciones rutinarias. Esto no es bueno por varias razones. Los bajos niveles del lago favorecen la invasión de la zona federal. En el pasado, un lago rebajado por la sequía propició la agricultura y la ganadería en lo que ahora es el lago, y todavía estamos esquivando y retirando alambrados submarinos.
El bajo nivel aumenta las concentraciones de contaminantes. Afortunadamente, la adición de literalmente cientos de nuevos planes de tratamiento de aguas residuales, vías fluviales y afluentes que desembocan en el lago, ha reducido drásticamente la mayoría de los contaminantes, pero sigue habiendo problemas en algunas partes del lago, problemas exacerbados por la bajada del nivel del agua.
La fauna salvaje y los peces también sufren. ¿Seguirá siendo el lago un hogar adecuado para los pelícanos, o algunos de ellos buscarán aguas más profundas con abundancia de peces? Y los peces consumen los recursos del lago más rápidamente cuando está bajo, por lo que las poblaciones de peces y quienes dependen de ellas se verán mermadas.
Entonces, ¿qué se puede hacer aparte de rezar a varios dioses y diosas para que llueva? Guadalajara debería desarrollar suministros alternativos, como está haciendo ahora. Pero la ciudad tiene sus problemas de agua y no puede ni quiere renunciar a sus derechos de extracción. Francamente, como veterano de las guerras del agua en California, lo entiendo perfectamente.
La conservación es la solución que más recomiendo, en base a mi historial de trabajo para el Gobernador de California, sobre la mitigación de los efectos de las sequías. La idea es que captar menos agua de las precipitaciones significa que habrá más escorrentía y menos contaminación en el lago. Los sistemas de riego por goteo, el cambio de las industrias que consumen mucha agua por otras que consumen menos y los cambios en el diseño de viviendas y jardines, han tenido un gran impacto.
En su mayor parte, las soluciones californianas no son aplicables a la Ribera. Pero algunas podrían serlo, especialmente las técnicas para captar más agua de lluvia y canalizarla hacia la capa freática y el lago. Los adoquines lo hacen, pero parte del agua que se envía al subsuelo no llega al lago, por lo que a corto plazo es una compensación. A largo plazo, marca la diferencia.
A corto plazo, creo que las mejores políticas son hacer cumplir la prohibición de construir en la orilla del lago y construir más minicentrales de tratamiento para canalizar el agua hacia el lago y asegurarse de que esté lo más limpia posible. Para lo primero, hace falta voluntad política, para lo segundo hace falta dinero. Ambas cosas escasean, pero el agua también. Y no hay que olvidar a los dioses y diosas.
Barrio de Quilmes, ubicado en el malecón de Ajijic. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), el restaurante ubicado en el muelle del malecón de Ajijic llamado Barrio Quilmes, resultó “libre de culpa”, al ser absuelto de contaminar el Lago de Chapala tras un dictamen realizado por dicha institución en septiembre pasado.
Según el dictamen realizado por PROFEPA con expediente PFPA/21.2/2C.27.1/00027-23, del cual Semanario Laguna obtuvo una copia, no se pudo observar ningún drenaje dirigido al Lago de Chapala, ningún daño a la flora y fauna de la zona por derrame de aguas residuales, y se dio fe de que el recinto se encuentra conectado a la red de drenaje municipal.
Fabio Rizzo Jasso, titular de la concesión en la zona, mostrando el oficio de PROFEPA. Foto: Sofía Medeles.
«Barrio de Quilmes ha sido atacado por muchas instancias, como el Ayuntamiento de Chapala y gente que no le gusta la prosperidad, porque supuestamente nuestro drenaje va al lago. Siempre hemos dicho que es mentira, porque desde 1989 hemos estado conectados al colector», mencionó el titular de la concesión de esa zona federal, Héctor Fabio Rizzo Jasso, quien además agregó que esta inspección fue solicitada por un tercero.
Rizzo Jasso aseguró que la constante derrama de drenaje en la zona, por la que en alguna ocasión se implicó como uno de los culpables al recinto, no se trata más que de la falta de mantenimiento de la red de drenaje, el colector y las plantas de tratamiento, afectando no sólo a los locatarios y vecinos de la zona, sino al pueblo en general.
«El problema en toda la Ribera, son las plantas de tratamiento y colectores. Mientras no sean desazolvados, hay tapones y el agua sale por cualquier alcantarilla. El pueblo debería exigir al gobierno del estado, e instituciones como la Comisión Estatal del Agua (CEA), que las plantas funcionen al cien por ciento, y si necesitan más, que las hagan», señalando además que el derrame del registro de Barrio de Quilmes que se evidenció hace algunos meses, fue por la sobrecarga del colector.
Por su parte, el encargado del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIMAPA) Ajijic, Timoteo Aldana Pérez, informó que las limpiezas del colector se hacen al menos una vez al año. Este año, durante noviembre, se encuentran en proceso de limpieza. Las fallas con el colector y el derrame de drenajes, se deben a las fallas eléctricas que hacen que las plantas de tratamiento dejen de trabajar ocasionalmente, y aseguró que la planta de tratamiento de Ajijic está funcionando correctamente.
Finalmente, Héctor Fabio comentó que están trabajando en la situación de «suspensión del tribunal», ya que el Gobierno de Chapala no le ha renovado licencia de operación al restaurante, justificándose en que, un dictamen realizado por las direcciones de Ecología y Protección Civil municipal, determina que el espacio no es seguro por su tipo de construcción, y que desconoce de quién es el registro al que está conectado el drenaje.
Máquinas trabajando en zona federal el pasado domingo 19 de noviembre. Foto: Cortesía.
Redacción.- Se aprovechan del bajo nivel. Activistas ambientales reportaron una invasión federal en el Lago de Chapala en la agencia de Riberas del Pilar, en el municipio de Chapala, por lo que exhortaron a los habitantes a estar alerta durante la temporada de estiaje.
El 19 de noviembre vecinos de la zona invadida, en la calle Paseo del Lago, denunciaron que máquinas se encontraban trabajando de manera irregular alrededor de las 19:00 horas, para presuntamente realizar un muelle. Además de la invasión, los vecinos señalaron que se realizaron rellenos con piedra en el lago.
Estas denuncias fueron atendidas rápidamente por inspectores de Desarrollo Urbano. Según se informó a medios de comunicación, en el espacio sólo se encontraba alguien que se identificó como encargado, y al no presentar concesión ni permiso municipal de construcción, se clausuró el espacio.
Portón de donde se estaban realizando los trabajos tras la clausura. Foto: Cortesía.
El titular de Desarrollo Urbano, René Ochoa, mencionó que pese a la clausura, se tiene que notificar a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para actuar y/o sancionar, ya que se trata de terreno federal, por lo que se les envió un oficio con la petición de que ejecuten su autoridad, aunque aseguró que se mantienen al pendiente de que no continúen los trabajos, ni se ingrese material. Esta clausura no se puede anular, a menos de que sea una orden judicial, o de la CONAGUA.
Por su parte, activistas en pro de la liberación del terreno federal, exhortaron a los habitantes de la Ribera de Chapala, a que se mantengan al pendiente de movimientos irregulares en la zona litoral, ya que hay gente que aprovecha el nivel bajo del Lago, para apropiarse de este espacio, e iniciar construcciones.
«Está bajando un nivel. Aprovechan ahorita que no tienen que hacer mayores trabajos como empedrado, anclas, dragado, etcétera. Le va a tocar a la ciudadanía denunciar y el gobierno actúe sin prestarse a las mordidas, porque clausuran entre comillas. Se ha visto en las diferentes administraciones, clausuran y aun así, terminan las obras. Es mantenerse al pendiente», mencionó un activista que prefirió mantenerse en el anonimato.
Información: Grupo Reforma.
Parte de acceso al Lago de Chapala que intentó ser bloqueada por particulares. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Defienden lo suyo. Pobladores de San Juan Cosalá evitaron que un particular intentara cerrar una de las entradas al Lago de Chapala, organizándose para quitar postes y dejar en claro que sus accesos no se privatizan.
En la zona que da al vaso lacustre, en la calle Guadalupe Victoria (también conocida como Rotario), al cruce con la Paz, fueron instalados dos postes desde la primera semana de noviembre, con el fin de instalar una cadena y tener controlado el acceso de vehículos, pero fue el sábado 11 de noviembre cuando los vecinos se organizaron para protestar y actuar contra el bloqueo.
Zona en la que se intentó realizar un bloqueo al Lago. Foto: Armando Esquivel.
“Quisieron privatizarnos la calle que baja hacia la laguna. Según pretextos que era tirar escombro, pero realmente no era eso, simplemente tienen pensado hacer algo. Construyeron como una rampa y lo que pasó es que se juntó la gente del pueblo para hacer el cambio, eso fue lo que pasó ahí. Yo digo que eso es contra nuestros derechos porque es libre, la verdad”, dijo Álvaro Rivera Vázquez, vecino de la zona.
En la orilla del lago se instaló una rampa de cemento que llega hasta la parte donde ya hay agua, sin saber si se solicitó permiso a alguna autoridad y aparentemente para ser usado como botadero de embarcaciones pequeñas.
Según una de las vecinas, la persona que quiso privatizar el acceso ni siquiera es de la población o del municipio, siendo un avecindado de Guadalajara el que buscaba cerrar el paso, mientras que otros le atribuyen el acto a una inmobiliaria que construye una torre de departamentos de lujo a metros del lugar.
“Ya estaba todo listo para poner la cadena. Ya tenían una semana. Nos pusimos de acuerdo y pues es zona federal, no puede poner cadena. El que iba a poner las cadenas no era ni de aquí”, dijo la señora Alicia, asegurando que la autoridad delegacional poco caso les hizo. “El delegado pues no, ni caso hace, ya después dijeron que había llegado al último ya, ya que habían quitado todo”, señaló la vecina.
Ciudadanos que impidieron la provatización. Foto: Cortesía.
El grupo de cosalenses hizo el llamado a la policía municipal para ser apoyados por alguna autoridad, haciendo presencia para constatar la obstrucción a una zona pública, y a decir de vecinos, mostrando buena actitud en favor de los pobladores.
No es la primera vez. Hace tres meses los vecinos habían mencionado a este medio que en el acceso al lago sobre la calle Matamoros y La Paz, a una cuadra del lugar que se intentó bloquear, ya se habían realizado excavaciones para la instalación de postes, pero luego de una fuerte lluvia, quedaron tapados.
“¿Usted cree? Antes no había mucho de esto, unas que otras casas grandes pero había modo de caminar para ir viendo la laguna y ahorita ya no, ya nos quitaron todo y no está bien, no está bien que nos quiten eso”, comentó otra persona inconforme.
Por lo pronto los vecinos dicen estarán atentos para que no los intenten sorprender y que de un día a otro les arrebaten las entradas a zonas pegadas al lago, y evitar que los espacios públicos sean sólo en beneficio de un pequeño grupo de personas con poder adquisitivo y externas a la localidad.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala