Jardineras ubicadas a un costado de la carretera Chapala-Jocotepec. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Dos jardineras construidas recientemente al poniente de Ajijic, en la zona conocida como “La Puerta Nueva” fueron señaladas por vecinos de obstruir el paso, y ser peligrosas para el flujo vehicular, debido a su colocación en uno de los accesos a la lateral de la carretera Chapala-Jocotepec.
Éstas se encuentran a unos metros del cruce de la carretera, estando una de ellas al centro de la entrada a la lateral. La ubicación provocó las críticas de los transeúntes, señalando que provocan molestia al entorpecer el paso de vehículos y pueden ser peligrosas.
El encargado de despacho, Maximiano Macías Arceo, compartió que está al tanto de la situación, ya que también se le reportó y al hablar con el particular que las construyó, quien posee un restaurante en la zona, le explicó que las jardineras son una medida de seguridad y prevención.
“Hablé con Pedro -el responsable de las jardineras- y me dijo que lo hace por precaución, por las escuelas de alrededor, porque transitan sin precaución, que los camiones pesados deterioran el empedrado que él mismo pagó, y que los choferes bajan a la lateral con mucha velocidad y podrían estamparse con las construcciones que están a pie de la lateral”, comentó Macías Arceo.
Las personas que se muestran en oposición con esta situación, colocaron en redes sociales comentarios como: “entonces voy a cerrar mi calle con unas jardineras para sentirme más seguro”.
En contraste, otros conductores aseguraron que las jardineras no estorban el tránsito. “Si tienes cuidado y manejas a conciencia, tienes espacio para entrar. Además, ahora la señal de que hay escuela se ve más”, comentó uno de ellos.
Maximiano agregó que en las jardineras se colocaron dos árboles, y se planea poner más plantas, y que delegó la situación a Planeación Urbana, para que sean ellos quienes decidan la situación de las jardineras. No se encontró al encargado de las edificaciones para dar una declaración.
Al final de la calle La Paz quedó un hueco que molesta a motociclistas. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Un vecino de la calle Guadalupe Victoria, en San Juan Cosalá, construyó un canal de agua pluvial para evitar encharcamientos en su propiedad; sin embargo, a algunos de los vecinos no les gustó el desnivel que quedó en la calle ni el escombro que quedó abandonado.
El canal se encuentra a un costado de la carretera Chapala-Jocotepec, rumbo al Lago de Chapala, zona en la que los vecinos vieron con extrañeza la construcción del canal, trabajos que no fueron supervisados por la dirección de Obras Públicas del municipio, al considerar que eran trabajos de pequeña magnitud.
Uno de los ciudadanos que pasa a diario por esta vía, consideró que los trabajos debieron hacerse de otra manera, para no afectar la vialidad.
“Sí es molesto, yo que vengo en bici, los carros chicos esos sí le batallan más, pero yo he visto que los de las motos, a veces no se fijan y está medio peligroso también por eso”, dijo Luis.
En la esquina de Guadalupe Victoria y La Paz, quedaron piedras y escombros de la construcción, así como una huella de concreto que quedó seca a un costado del camino.
“Dejó medio feo, sí está feo ahí porque los carros cuando pasan y las motos y se destantean”, comentó la señora Elena.
Algunos vecinos aseguraron que personal del ayuntamiento Jocotepense se presentó para avisar de una nueva obra en la zona, por lo que esperan que pueda existir una rehabilitación de la calle que aún se encuentra con terracería.
Basura acumulada en calle Lázaro Cárdenas, esquina con Degollado. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Inconsistencias en el paso del camión recolector de basura es la denuncia de vecinos de la zona noroeste de la cabecera de Jocotepec, situación que genera acumulación de residuos en la vía pública.
En un recorrido por la zona, se pudieron observar algunas bolsas de basura en la calle, encontrando acumulaciones en Lázaro Cárdenas esquina con Iturbide, así como unas calles rumbo al libramiento, sobre calle Verano al cruce con Venustiano Carranza.
Un vecino de El Carrizal aseguró que el servicio ha sido intermitente. “Pues mire, nomás es de salir a la calle y ahí se ve, es que la basura sí pasa, pero cuando quiere, sí pasa pues, pero una semana andan bien y en otras no se ven y cuando pasan ni avisan ni nada, hay que asomarse y correrle”, comentó Jorge.
Sobre la calle Lázaro Cárdenas e Iturbide, se pudo observar un cúmulo de basura, lo que atrae animales que en busca de comida dispersan las bolsas y su contenido.
“La verdad sí, todos los vecinos la ponen en la esquina y se ha acumulado, no sé, una semana. Sí ha faltado, los perritos ahí van y hacen su desorden, sí está gacho eso”, dijo la entrevistada, haciendo mención a la falta de logística en horarios. “Lo que he notado es que no hay horarios”, expresó Martha, que habita en la zona.
Otra vecina entrevistada señaló que los camiones pasan a prisa y no se llevan toda la basura. “Pasa muy de vez en cuando y cuando pasan no se llevan toda la basura y dejan la mayoría de las canastas que están afuera de las casas o las que están en el poste, casi no se la suelen llevar y pasan días sin venir y pues se acumula un montón”, dijo Natalia, vecina del lugar.
Otros consideran que el problema de acumulación de basura es en gran parte a la falta de conciencia de quienes arrojan las bolsas con basura a sabiendas de la intermitencia en la recolección.
“Pues sí, sí tarda dos, tres días, nada más que la gente no tiende. Pasa la basura y ya, a mí se me afigura que la están espiando, ya que pase la llevan, ¿por qué hacen eso sí pasa el carretón y todo, póngale que a veces si pasa diario, a veces se tarda sus dos días, tres días”, expresó la señora Evelia, quien también confirmó que no hay un horario fijo para el paso del camión. “Pasan temprano, ya tardecito, han pasado en la noche también”.
Otro vecino entrevistado consideró que el paso del camión ha sido constante, asegurando que, por donde él vive el camión recolector pasa a diario.
“Como ahorita, esa es mi basura, y ayer lo estábamos esperando que pasara y nomás le dio para allá y dijo ahorita venimos, pero ya no pasaron por aquí, no sé por qué sería eso, pero siempre pasa”, dijo el señor Mario.
Jocotepec ha enfrentado un problema en el servicio de la recolección desde hace años. Para intentar dar una solución, la administración 2018-2021 concesionó el servicio a Grupo Integral de Recolección y Reciclados de Occidente S.A., de C.V., empresa que también tiene la concesión del servicio en Chapala, pero el traslado de los desechos al vertedero de Ixtlahuacán de los Membrillos ha complicado los tiempos, ante la distancia que tienen que recorrer.
El gobierno de Jocotepec y la empresa encargada del servicio, intentaron darle uso por 18 meses para optimizar la recolección y después hacer una clausura definitiva, pero no se ha llegado a un acuerdo con el grupo de ejidatarios, quienes han manifestado incertidumbre ante posibles afectaciones ambientales en sus tierras.
Escuela primaria Cuauhtémoc por la calle Independencia, zona donde se conservó el ladrillo, al ser el lado más viejo. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Habitantes de San Antonio Tlayacapan mostraron su descontento por el enjarre que se le colocó en los muros exteriores de la escuela primaria Cuauhtémoc, asegurando que con esta modificación, se le está quitando la esencia a la arquitectura y de historia del pueblo.
El enjarre se colocó sobre el ladrillo característico de la primaria, del lado de la calle Ramón Corona, a excepción de la puerta. Por el lado de la calle Independencia, solo se dejó la parte izquierda de la puerta con el ladrillo expuesto. El motivo es para la realización de un mural por el artista ajijiteco Efrén González.
El descontento que se expresó por algunos grupos de redes sociales del poblado, giró en torno a la pérdida de la imagen e identidad de San Antonio, donde el ladrillo es muy importante, ya que fue su principal actividad económica por muchos años con sus ladrilleras.
Por otro lado, expresaron sentir que, con este mural, les parecía que estaban queriendo hacer igualar a San Antonio como su delegación vecina, Ajijic.
Por su parte, la directora de la escuela, la licenciada Claudia Beltrán, aseguró que con este enjarre no se busca hacer perder la esencia de la delegación, sino, mostrar un mural, realizado por el artista de Ajijic, Efrén González, que acerque a los niños al arte y la cultura.
Este, estaría en la parte de afuera, según justificó la directora, para que no sólo fuera del disfrute de alumnos, sino de ex alumnos y el pueblo en general.
“Del portón hacia el sentido del malecón, se conservó la parte original en ladrillo. Hubo confusión de gente que pensaba que el enjarrado también sería por dentro, o en la torre, pero no, todo eso se quedará como está. Sólo fue la parte de afuera para colocar un mural, y un proyecto donde se considerará a la comunidad, el cual cuando se realice, veremos la manera de socializar, principalmente, con los alumnos, para generar ese sentido de pertenencia”, comentó Claudia.
Una madre de familia de la escuela, compartió su parecer y el de algunas otras mamás: “varias mamás hemos platicado de esto, y no nos parece, porque aparentemente quieren copiar a Ajijic con esto de murales y calaveras. Se miraba bonito el ladrillo como estaba. Tal vez ya con el mural se vea bonito. Pero no, si me preguntas, es preferible el ladrillo”.
Otra de las cuestiones por las que algunas personas se oponen, es el mantenimiento que va a requerir ahora el nuevo material. “Lo que es el enjarre y el mural, con los años se va deteriorando. Los ladrillos están ahí desde que se hizo la escuela, y no han tenido un mayor mantenimiento, los murales sí, y quién va a pagar para que estén bonitos y se conserven. Era el único edificio que se respetaba con ladrillo por fuera. Un grupo de gente no estamos de acuerdo. Primero el señor cura llegó y enjarró los arcos de piedra y ladrillo, y ahora la directora. Al menos, tiene que mantener el buscar un diseño propio de San Antonio”, comentó una entrevistada que prefirió permanecer anónima.
La calle Allende en San Cristóbal Zapotitlán, por la que corren las aguas pestilentes desde hace casi un mes. Foto: María del Refugio Reynozo.
Por María del Refugio Reynozo Medina.
La calle Allende, al oriente de San Cristóbal Zapotitlán, huele a inmundicia. En uno de sus registros de drenaje brota permanentemente un cúmulo de agua turbia y pestilente desde hace casi un mes.
Los vecinos han realizado reportes al Ayuntamiento de Jocotepec y hasta el domingo 26 de febrero, las aguas residuales siguen buscando un cauce.
Cruzan una de las calles principales de la población, la calle Ramón Corona y avanzan sobre la misma Allende, hasta desembocar a las orillas del pintoresco Lago de Chapala.
Ahí se diluye, en el espejo que a veces luce azul, en todos sus matices. Algunas especies de peces aún sobreviven, y las diversas aves con su perfecta blancura hacen contraste con las orillas del charco, que de cerca es gris.
El río permanente de aguas negras despide un aroma fétido que aumenta al medio día con la exposición a los rayos del sol, según los vecinos, ya comienzan a aparecer los primeros síntomas de enfermedades gastrointestinales, dolores de cabeza y molestias de garganta, producto de la exposición permanente a los desechos.
Los niños del barrio ya no pueden pasar el tiempo en la calle y si lo hacen, pagan la consecuencia de pensar en su inocencia que pueden jugar a los barquitos de papel, o a las canicas, que en algún momento dado se llevarán a la boca.
A dos calles de donde desemboca el río pestilente, por la calle Morelos, se levanta una construcción, cuyas varillas se elevan hacia el cielo en una promesa de ser una obra digna de la civilización. “Con vista al lago”, “ Informes y ventas”, dice un rótulo grabado en un remolque estacionado.
A unos diez metros del visionario proyecto, está un registro de drenaje, ahí también las aguas putrefactas se desbordan, convirtiendo su alrededor en un estanque maloliente. Sobre la tapa hay un trozo de una canoa, haciendo funciones desconocidas. En el borde de la tapa, basura y envases de plástico completan la postal. Muy cerca de la orilla reposa un grupo de pelícanos blancos, que majestuosos, contrastan con el canal que ha formado el derrame permanente de porquería.
“Hace cien años”, me dijo una anciana, “se podía beber de estas aguas. Principalmente las mujeres se metían en las orillas, llevando sus cántaros para abastecer de agua potable sus hogares”.
A distancia de esos cien años, ahora solo algunos se bañan en sus aguas, y otros no, porque sufren infecciones de la piel luego de sumergirse.
¿Qué pasará dentro de otros cien años?
Mientras tanto, el malecón se convierte en un espejismo, en una alternativa turística que proyecta palmeras, aguas azules y la visita de exóticas aves migratorias que aún no pierden la esperanza.
Grupo de opositores a la obra, que se presentó en la zona de los trabajos el pasado lunes 12 de diciembre. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Un grupo de ciudadanos se volvió a manifestar para detener por al menos tres horas los trabajos para la colocación de la huella de adoquín sobre la calle Ocampo, al poniente de Ajijic.
A partir del mediodía, se reportó que unas mujeres mayores detuvieron los trabajos que se encontraban en curso, a lo que se unieron algunos pobladores más. Al final, se juntaron al menos 25 personas, además de que en la zona se encontraban trabajadores del proyecto, quienes pidieron el auxilio de dos unidades policiales.
Las personas que se presentaron a oponerse a la obra, manifestaron que los trabajos no deberían estar en curso, ya que estaban esperando las mesas de trabajo que se acordaron convocar con el síndico municipal Gamaliel Soto Pérez, la regidora del Pueblo Mágico, Denisse Michelle Ibarra, el encargado de despacho Maximiano Macias Arceo y algunos de los activistas que ahí se presentaron.
“Nos volvieron a dar atole con el dedo. Van prometiendo que se va a dialogar y tomar en cuenta a todos, y al final siguen con la obra, y así se van a ir, pedacito a pedacito hasta que acaben”, mencionó una de las manifestantes.
Aunque los trabajadores y algunos funcionarios de Obras Públicas intentaron persuadir a los inconformes para que se retiraran, no cedieron, hasta que una autoridad competente les diera una resolución.
En contraste, durante más de tres horas donde los trabajos fueron detenidos, algunos defensores de la huella de adoquín se presentaron, abogando más por lo inconveniente que resultaba que los trabajos estuviesen detenidos, que porque realmente se aprobara la obra.
Finalmente, no se pudo llegar a una solución, por lo que los defensores del empedrado se retiraron, señalando lo defraudados que se sintieron por las acciones tomadas por los directivos.
“Están mostrando su lado más lamentable, se están pasando de soberbios y autoritarios”, dijo uno de los asistentes.
El encargado de despacho de Ajijic, Maximiano Macías Arceo, compartió a Semanario Laguna que aún se encuentran en la disposición de armar mesas de trabajo, esperando que participen representantes de cada barrio, para que estas obras se puedan socializar, tomando en cuenta las opiniones y consideraciones de las diferentes zonas.
Para reclamar su derecho a los espacios públicos, pintores trabajaron en la plaza principal. Foto: Cortesía.
Redacción.- Un joven artista que se encontraba pintando en la plaza principal de Jocotepec, señaló que fue hostigado por policías municipales, quienes lo obligaron a retirarse argumentando de que esa actividad era ilegal, además de que lo amenazaron con decomisar su material de trabajo.
Aunque el pintor trató de explicarle a los elementos de seguridad que su objetivo era trabajar y no vender algo en vía pública, le indicaron que se retirara porque no contaba con permiso para tal fin.
En respuesta a este hecho que ocurrió en la primera semana de mayo, una decena de artistas optó por manifestarse con una clase de pintura en la plaza principal realizada el pasado 24 de junio.
“No pueden quitarnos lo que por derecho nos pertenece”, comentó uno de los pintores que participó en la manifestación que, esa vez, no recibió ni cuestionamientos ni peticiones para que se retiraran.
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