Votación a delegado en San Juan Cosalá. Foto: Cortesía.
Armando Esquivel. – Las delegaciones y agencias municipales de Jocotepec eligieron a sus representantes mediante el voto popular, siendo definidos los cargos para delegados de Huejotitán; Potrerillos; San Cristóbal Zapotitlán; San Juan Cosalá; San Pedro Tesistán y Zapotitán de Hidalgo así como en las agencias municipales de El Chante; El Molino; El Sauz; La Loma; Las Trojes; Nextipac y San Luciano.
La votación cerró a las seis de la tarde del domingo tres de noviembre, para luego del conteo de votos tener los resultados, conocerse los nombres de los representantes elegidos.
En la delegación de San Juan Cosalá, el voto popular dio el triunfo a Rodrigo Serrano Zamora con 504 votos a su favor.
Para Zapotitán de Hidalgo, fue Jorge Alberto Soto Valentín quien tiene la mayoría al obtener 402 votos.
En San Cristóbal Zapotitlán, José Luis Morán Díaz fue el ganador de la jornada luego de poder obtener 230 votos.
La delegación de San Pedro Tesistán estará a cargo de Fermín Morales de los Santos, quien logro conseguir 110 votos.
En el caso de Potrerillos, el elegido por los pobladores fue Ernesto Macías Ramos, obteniendo 313 votos.
En Huejotitán, con 317 votos se eligió a Cristian Armando Muñoz Ascencio como su nuevo delegado.
En lo que corresponde a las agencias municipales, en Nextipac fue Carla María Luvian Ascencio la elegida al alcanzar 163 votos.
La agencia de La Loma eligió a María Guadalupe Hernández Rodríguez, a quien se le contabilizaron 276 votos a favor.
En El Chante (Chantepec), Oscar Rentería Gómez fue el ganador al obtener 149 sufragios a favor
En El Molino, Alejandro Murillo Mendoza obtuvo la mayoría de sufragios con 245.
El Sauz decidió que Fredy Jair Vega Soto fuese su representante, obteniendo 91 votos.
San Luciano será representado por Javier Cervera Campos, quien obtuvo 96 sufragios a su favor.
Para Las Trojes, el elegido por la población fue Santiago Rivas Moctezuma, obteniendo 193 votos.
Será durante la semana cuando en Sesión de Cabildo del Ayuntamiento de Jocotepec se le tome protesta a las y los nuevos delegados y agentes municipales.
El maestro Juan Garza de la Rosa es originario de Tamaulipas, cuya misión lo trajo a vivir a San Pedro Tesistán. Foto: María del Refugio Reynozo.
Por: María del Refugio Reynozo Medina.
Originario del ejido de Santa Apolonia, municipio de Río Bravo, en el Estado de Tamaulipas, Juan Garza de la Rosa logró ser maestro, gracias al impulso de una mujer: su madre. Su infancia fue difícil, con la ausencia del apoyo de un padre y la presencia absoluta de su madre que siempre buscó que sus hijos se superaran. Ella les infundió el hábito de la lectura. Recuerda que cuando eran muy pequeños contrató a un señor para que les diera clases; debajo de un mezquite tomaron sus primeras lecciones.
En una familia de cinco hombres y dos mujeres, Juan fue el único que estudió, desde los primeros años mostró su gran capacidad. Una ocasión le dijo a su madre que su escuela había ganado un premio de aprovechamiento.
– El primer lugar no lo quiero en la escuela, lo quiero en mi casa-.
El hermano mayor de Juan, sí trajo un premio casa, ganó el primer lugar de conocimiento en la zona escolar y a nivel estatal cuando tenía 13 años. Como estímulo los llevaron a conocer al presidente de la República, en ese entonces, Luis Echeverría, que recibió personalmente a los ganadores de cada estado. Ahí prometió asegurarles un lugar en la escuela de su elección para seguir con sus estudios. Cosa que nunca cumplió.
Cuando Juan tenía doce años, a punto de terminar su educación primaria, su maestro les habló de una beca para seguir la secundaria fuera del ejido, en el que no había opción. Había que viajar a Victoria, a cuatro horas de distancia de ahí, para presentar un examen. Ese maestro fue una de sus inspiraciones, todavía recuerda su nombre: Edmundo Carrizales Segovia.
Esa tarde le contó emocionado a su madre -¿pero con qué, mijo?-.
A veces no había ni para comer, mucho menos pagar un transporte y estancia para los días necesarios. Juan pensó entonces en su padrino de bautizo, Vicente Quintero se llamaba, era el padrino de casi todo el pueblo. Tenía una tienda y siempre que le saludaba, le ofrecía un plátano o una naranja. En su deseo por conseguir estar en la repartición de las becas, fue a buscarlo.
El muchacho no recibió ni el plátano ni la naranja, -no vengo a eso- le dijo resuelto.
Platíqueme, le dijo su padrino y una vez enterado que el motivo era estudiar, de su cartera sacó un billete de cincuenta pesos, hermosísimo ante los ojos del adolescente.
Valía tanto que le alcanzó para pagar sus pasajes, para su estancia de tres días y al regreso le entregó quince pesos de cambio a su madre.
Entre cientos de niños, Juan ganó la oportunidad de seguir con sus estudios, gracias a su esfuerzo y capacidad. Ingresó a la secundaria; aún recuerda el nombre de su escuela: Héroes de la Independencia.
Una vez que terminó la secundaria, les ofrecían continuación de la beca solamente si decidían formarse como maestros. Había 17 opciones de Escuelas Normales Rurales para formarse como docente. Cuando escuchó Guadalajara, sonaba muy bonito, ingresó a la Escuela Normal Rural de Atequiza. Fueron los años más felices de su vida, se conjugó la juventud con el espacio que lo formó como maestro, comprometido con la misión de educar.
Durante su estancia en Atequiza, el único medio que acortaba las distancias con su familia, eran las cartas, una carta enviada desde ahí a Tamaulipas duraba veinte días en llegar.
En una ocasión, en los días ya próximos a graduarse, recibió una carta, los trazos se percibían inseguros, como los de los alumnos que apenas comienzan la primaria. Sin embargo, alcanzó a descifrar un mensaje amoroso. Era de su madre.
-Mijo disculpa la letra, es la primera carta que hago-.
Su madre María Inés no cabía de orgullo, estaba a punto de tener un hijo maestro y comenzó a estudiar en una escuela para adultos. Con ese pasaje en el recuerdo, al maestro Juan le viene una lágrima de nostalgia, de gratitud infinita.
El maestro Juan además obtuvo el título de licenciado en educación por la UPN (Universidad Pedagógica Nacional)
Fue en 1979 cuando llegó a San Pedro Tesistán, en el municipio de Jocotepec, para realizar sus prácticas profesionales, ahí conoció a la que sería su esposa, Carmen Cervantes, la que lo haría pertenecer a estas tierras.
Ahora, tras 43 años de estancia, se ha convertido en un hijo más de esta población ribereña, ha sido subdelegado, secretario de CONASUPO (Compañía Nacional de Subsistencias Populares), secretario de obras públicas del pueblo, secretario del comité de padres de familia de la escuela primaria, desde donde hizo mejoras al plantel.
Además, desde hace más de 27 años, participa activamente en la iglesia, desde distintos ministerios de eucaristía, de catequesis con niños y jóvenes, además de pláticas preparatorias de los sacramentos. Labor que continúa en una parroquia de Estados Unidos, en donde también sirve a la iglesia católica. Participa también en ejercicios espirituales, retiros de formación católica y cursillos, el pago por esos servicios está en la misma satisfacción de servir. “Mi misión ha sido enseñar a los alumnos para la vida y también ahora a través de los ministerios, enseñar para la otra vida, la eterna”.
Petrita fue la primera mujer Delegada de San Pedro Tesistán. Foto: María del Refugio Reynozo Medina
Por María del Refugio Reynozo Medina.
Petrita tiene unos doscientos ahijados; ¿acaso resultado de la cercanía con la comunidad de San Pedro Tesistán, de la que es originaria y a la que gobernó como delegada en tres periodos de tres años?
-¿A poco nos irá a gobernar una vieja?- habría dicho uno de los hombres ensombrerados que se resistía a tener una mujer en la Delegación.
Petra Partida Lorenzana fue también estudiante de la primera generación que terminó el sexto grado de primaria en la localidad de San Pedro y también de las primeras mujeres, que eligieron salir del pueblo para seguir estudiando. Ella cursó la carrera de Contador Privado y es jubilada de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en donde laboró por 32 años.
Fue en el año de 1995 cuando un grupo de personas la buscaron para solicitarle ser Delegada. Cuando aceptó, la primera dificultad fue pensar en una comunidad liderada siempre por hombres. En ese momento, las dificultades que aquejaban al pueblo eran el abastecimiento de agua potable y la necesidad de drenaje. Sus tres contendientes eran hombres. –Me los dejo cortar si gana-, dijo uno de los simpatizantes refiriéndose al posible triunfo de Petra.
El día de la elección, Petrita contó con la presencia de sus compañeros de trabajo. Estacionadas alrededor del kiosco estaban tres patrullas de la policía Federal. Las personalidades del Ayuntamiento también hicieron presencia.
-Esa vez yo sí voté por mí- dice Petrita al recordar esa aquella jornada y se sonríe. En la plaza estaba reunida gran parte de la población, era un acontecimiento nunca antes visto. Había congregados grupos muy definidos. Los ganaderos, los ejidatarios y las mujeres. Al hacer el conteo, Petrita resultó ganadora por varias decenas de votos.
Quién sabe de donde apareció una banda de música y al son de la tambora y los aplausos, la mayoría de los votantes celebraron a su primera delegada. Petrita sorprendida, vio que comenzaron a llegar con ollas de birria, comida y se instalaron en el edificio del kínder. Todo estaba preparado para celebrar a la Delegada.
El 1 de mayo de 1995, Petra tomó posesión como Delegada, otra vez de entre las calles apareció la banda de música y la celebración siguió.
Sabes que no creí que nos fueras a ganar- le dijo un hombre de sombrero, resignado.
-Como una mujer- y se rascaba la cabeza. Dicen que un señor se fue del pueblo porque no pudo soportar el triunfo de una mujer. Y otro hasta lloró.
Los primeros meses fueron más difíciles, una ocasión andaba en el crucero con una cuadrilla de trabajadores y allá le llegó la noticia de que el grupo de ejidatarios entrelazados de las manos iban rumbo a la Delegación a hacerle una protesta, pero Petrita andaba muy ocupada en los trabajos de la carretera.
Cuando asumió su mandato se encontró con un espacio sin agua y sin baño. Ni siquiera material de oficina había en la Delegación; ni un lápiz, y de su bolsillo comenzó a comprar, pues del Ayuntamiento no se recibía nada. Los Delegados en ese tiempo no tenían un sueldo. Un día convocó a sus compañeros delegados del Municipio; todos varones y hablo con ellos sobre el derecho de tener un sueldo por el trabajo. Entonces, en la siguiente junta de cabildo; la Delegada Petrita apareció solicitando el derecho de percibir un salario. Consiguió su cometido; desde entonces los Delegados hasta el día de hoy perciben un sueldo.
Por poco le cuesta el puesto, porque un día le llamaron del Ayuntamiento; cuando acudió, el funcionario le dijo que firmara su renuncia, por “malos manejos”
-Yo no recibí la Delegación aquí, la recibí en mi pueblo en medio de mi gente-
Petrita le solicitó al personaje del Ayuntamiento que acudiera al kiosco de San Pedro para recibir ahí mismo la notificación con el pueblo como testigo y le exigió pruebas de los “malos manejos”.
En la siguiente sesión de Cabildo, Petrita se les volvió a aparecer y les solicitó una auditoría para San Pedro Tesistán y otra para el Ayuntamiento de Jocotepec. Exigió que llamaran al auditor y con todo y la resistencia del Presidente Municipal, lo llamaron para agendar las diligencias que llevaron al Ayuntamiento de Jocotepec a comparecer ante el Congreso del Estado.
Fue en otra comparecencia de Petrita en una sesión de cabildo; en la que exigió la urgencia de plantas tratadoras de aguas negras, no solo para San Pedro Tesistán, también para San Cristóbal Zapotitlán; por las calles de San Pedro corrían aguas malolientes con restos de comida.
-Los pueblos no justifican todo ese gasto- habría afirmado la autoridad municipal. El desabasto de agua potable fue una de las urgencias que la nueva delegada mitigó con pipas de agua que trajo del municipio.
La bomba que había estaba obsoleta. Recuerda que cada que la encendían había algún incidente con los aparatos domésticos que los dañaban. Finalmente, ella realizó las gestiones para la rehabilitación del pozo y el reemplazo por una bomba sumergible.
Para el drenaje y las plantas tratadoras de aguas residuales; hizo los oficios correspondientes a las instancias que ya conocía. A través de su trabajo en el medio de la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), le informaron de una visita del presidente Ernesto Zedillo a Chapala. Petra consiguió una invitación personal con asiento numerado y preparó de nuevo sus oficios. Ese día llegó a Jocotepec a dejar su informe de actividades.
-Ahorita no se lo podemos recibir, vamos a una “junta colegiada”-. El presidente municipal andaba de traje y los miembros de su gabinete igual. Brillaban de elegantes.
Petra salió de ahí y se fue en autobús para estar en la gira del Presidente Zedillo. Allá se encontró con sus compañeros del Ayuntamiento, los que iban a la “junta colegiada”.
-¿Por donde entraste?- le preguntó uno de ellos que estaba atrás de la malla observando la pasarela de las personalidades importantes. Estaban allí, detrás de la malla ciclónica todos los regidores encorbatados que se conformaron con mirar.
La invitación de Petra venía desde Palacio Nacional, así que ocupó uno de los lugares de enfrente, luego de pasar por al menos dos filtros.
Cuando terminó el evento, Petrita con cámara fotográfica en mano se apresuró a saludar al Presidente de la República y entregar los oficios.
Ahí estaba también el Gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez; él les tomó la foto, que ahora Petrita guarda con aprecio.
El Presidente Zedillo, encargó a Alberto Cárdenas que atendiera la petición; a partir de ahí, la Delegada firmó convenios con el Banco Mundial y otras instancias, que llevaron tras arduos meses a inaugurar las plantas tratadoras de Aguas residuales en el año 2000.
-Solo hice lo correcto- dice esta mujer que fue elegida por su pueblo en tres periodos. -El cuarto ya no quise- Dice con un suspiro y sonríe.
Por Maria del Refugio Reynozo Medina
A más de dos semanas de la conmemoración de la Independencia en nuestro país, se llevan a cabo en San Cristóbal Zapotitlán las Fiestas Patrias.
Los certámenes de belleza se han realizado desde el año 1990; en ese año con el liderazgo de José Luis Gómez Ortega quien pensó que las reinas no tenían que ser definidas únicamente con la cantidad de dinero que podían reunir en una caja.
A partir de entonces, se realizó un certamen en donde las señoritas participantes habían de portar atuendos especiales y pronunciar un discurso en voz alta ante un público. El discurso y la presentación eran evaluados por un jurado especializado en moda, estilismo e incluso cualquier profesionista como maestros o médicos. Ellos determinaban quién portará la corona como representante de las Fiestas Patrias del pueblo. Son ya 32 años de distancia, y ahora los concursos de belleza se han convertido en un espacio representativo de las fiestas tradicionales de este lugar.
Esta conversación con las participantes del Certamen Señorita San Cristóbal edición 2022, es una invitación a la charla sobre lo que representa formar parte tan de cerca en estas fiestas.
Itzel Castellón Mena, 18 años
Para Itzel, la invitación representa una oportunidad de convivir con sus compañeras, fue para ella un verdadero halago recibir la invitación, y considera que cuando las jóvenes tienen la oportunidad de participar en ello, lo hagan. No como un reto de triunfar, sino como una oportunidad de disfrutar desde otro espacio de las fiestas tradicionales.
Una de sus aficiones más importantes es el gusto por salir de fiesta con sus familiares y amigos; está orgullosa de su cultura y tradición, además de la gente que vive en su pueblo.
Alejandra Chavira Sánchez, 20 años
Para Alejandra, el hecho de ser una de las candidatas a Señorita San Cristóbal, es una experiencia que le brinda seguridad, y una oportunidad que le da seguridad para expresarse en voz alta ante un público.
Le gusta cocinar, salir con amigos y se siente orgullosa de trabajar en el campo, para aportar con su esfuerzo al desarrollo de la economía. Para ella lo que importa ahora es enfocarse en disfrutar el camino; ese recorrido por los eventos de las fiestas tradicionales. Al principio estaba nerviosa por la nueva experiencia y ahora se siente emocionada. Para ella, esta participación representa una de sus memorias importantes. Con gratitud hacia su familia, a los organizadores, está feliz de vivir esta experiencia. Para esta joven, que sueña con estudiar algún día gastronomía, su pueblo representa un lugar de gente bonita y trabajadora.
Sharit Balmori Rodríguez, 20 años
Para Sharit, el ser una de las candidatas significa una gran experiencia para su formación y seguridad en sí misma. Está orgullosa de las tradiciones de su pueblo y se siente emocionada por sumar a una de esas tradiciones de este pueblo que es pintoresco. Es estudiante de Terapia Física y Rehabilitación; una de las cosas que le gustan es ayudar a las personas, cultivar sus amistades y convivir con su familia. Le gusta el contacto con los animales y cuidar de ellos.
Para ella, participar en este certamen es una oportunidad para lograr más seguridad en sí misma, al expresarse. Expresa su gratitud a sus padres, a su familia, a su asesor; estas celebraciones tradicionales son cultura, que genera convivencia armónica porque participan familias completas.
El simple hecho de participar en estas celebraciones tradicionales la hace sentirse orgullosa de su pueblo.
A ella, le gustaría que como participantes de un evento especial, las candidatas pudieran colaborar en proyectos de beneficio social en favor de su comunidad.
El neopresbítero Rubén Beltrán Santana hace su entrada para la celebración de su cantamisa.
Por: María del Refugio Reynozo Medina.
San Cristóbal Zapotitlán en el municipio de Jocotepec, fue el lugar asignado para que Rubén Beltrán Santana, originario de Santa Rosa de Lima, en Guerrero, ofreciera su servicio diaconal como parte de su formación para el sacerdocio.
Fue el 2 de septiembre de 2021 cuando el diácono Rubén llegó a la comunidad.
La entrega de la primera casulla por parte de Benita Lomelí y Francis Quirarte, feligreses de la comunidad de San Pedro Tesistán.
“Lo primero que experimenté cuando entré en el atrio fue una gran paz y alegría y dije: este es un buen lugar para ser feliz y servir en nombre de Cristo a la comunidad”.
Cuando Rubén escuchó su asignación, buscó inmediatamente el poblado, una de sus preocupaciones era lo distante o inaccesible que pudiera estar, la cercanía con la Ribera de Chapala auguraba buenas experiencias, pero el contacto y convivencia con la comunidad superaron las expectativas.
Las primeras personas que recibieron al diácono Rubén, bajo el liderazgo del señor Cura Carlos Enrique Medina, convirtieron su experiencia en un encuentro cálido.
Una de las cosas que aprendió al lado del presbítero Carlos fue su entrega al servicio de la comunidad, su incansable labor para llegar a todos lados y llevar los servicios sacerdotales a todos los rincones.
Luego de nueve meses de diaconado, llegó el gran día de la ordenación sacerdotal. El padre Rubén recibió el orden sacerdotal el 4 de junio de 2022 en el Santuario de los Mártires Mexicanos de Cristo Rey en Guadalajara.
El Padre Rubén eligió la parroquia de San Cristóbal para presidir su primera misa o cantamisa.
“El sacerdocio no es algo que me pertenece, es don de Dios para la Iglesia”, por eso, el que haya realizado mi primera misa en la comunidad donde serví como diácono, es una señal de aquello que Dios me pide en el ministerio en adelante”.
Para el padre Rubén, la ordenación presbiteral significa no sólo la celebración de la primera misa, sino el inicio de una vida consagrada al servicio del Reino de Dios.
El padre Rubén realiza la lectura de la Palabra.
El domingo 19 de junio, las comunidades de El Sauz, San Pedro Tesistán y San Cristóbal Zapotitlán, se unieron en celebración para recibir al nuevo sacerdote.
En una ceremonia llena de júbilo, más de dos centenares de fieles se dieron cita para escuchar la misa del ahora padre Rubén. La soprano Liliana de Robles y su ensamble armonizaron la celebración que duró poco más de una hora.
La imagen de San Cristóbal y de la Virgen María estuvieron presentes, bajo un toldo blanco, lucieron con enormes ramilletes de flores blancas.
Luego de la celebración, los feligreses se unieron para compartir el pan en una comida comunitaria organizada por las comunidades pastorales y los fieles de las parroquias; manos de hombres y mujeres trabajaron para preparar los alimentos que se compartieron en el atrio del templo bajo los toldos y la sombra de los árboles.
El padre Cristóbal y el señor Cura Carlos Enrique durante la celebración que estuvo galardonada con la imagen del patrono San Cristóbal.
El padre Rubén se lleva en el corazón a las personas del pueblo:
“San Cristóbal ha sido un lugar especial para mí, porque con ellos he aprendido cómo ser un sacerdote entregado, y dispuesto a trabajar por el Reino de los Cielos, su amor a las Sagradas Escrituras, su devoción a la Santísima Virgen María y sin duda alguna, sus muchas fiestas como dicen ellos: Somos muy fiesteros. Celebrar mi primera misa con ellos sin duda alguna nos motiva a crecer en nuestra fe y en comunión de nuestro pueblo, ya que para que esta celebración se llevará a cabo se necesitó de la ayuda y cooperación de todos. Por lo que estoy inmensamente agradecido”.
El padre Rubén, no sólo ora y piensa en las comunidades de fieles que están cerca, también piensa en aquellos que por diversas circunstancias se encuentran alejados de la iglesia:
“Quiero en mi vida ser yo el que se acerque a ellos y, a través de la configuración con Cristo que exige y acompaña la gracia en el sacerdocio, quiero tener los sentimientos de Cristo para que aquellos alejados sientan la presencia de Dios en sus vidas y se acerquen a la comunidad eclesial, Cuerpo Místico de Cristo”.
Fachada de la finca habitada por el padre Guillen en donde construyó su proyecto a lo largo de 30 años.
Por: Maria del Refugio Reynozo Medina.- Dos esculturas de ángeles con túnicas de un azul descolorido custodian la fachada, desde el tercer piso miran hacia el horizonte con las manos entrelazadas. Bajo sus pies hay un conjunto de diez arcos de ladrillos desnudos, cada uno de los tres pisos está cubierto en su totalidad de filas de macetas con follajes que comienzan a dejar de ser verdes. La última planta está coronada con una lámina metálica ondulada. Desde los arcos emergen como lenguas los brazos de un cactus expulsados al exterior.
“Una casa de oración pobre para los pobres más necesitados” reza una lona colocada en la parte superior derecha, enmarcada por unos aros de metal para portar macetas vacías y oxidadas. También, en el segundo piso cuelgan una decena de cuadros con pasajes bíblicos blanquecinos ya. Todos llevan un título, “Casa de oración Monte Maria”. En el primer piso, hay otra decena más de cuadros, son los retratos de líderes de la iglesia católica, con sus nombres colgados de un rótulo de madera: “Santo Padre Juan Pablo I”, “Santo Padre Juan Pablo II”, “Sr. Cardenal José Salazar”, “Sr. Obispo Fr. Felipe de Jesús Cueto”. Entre los Obispos, Cardenales y Papas, cuelga la fotografía de Maximino Guillen y de la Señora Rita Lepe Mendoza.
Uno de los pasillos de ingreso. Foto: María del Refugio Reynozo Medina.
En el centro de la fachada cuelga otra lona roída de las orillas, se alcanza a leer “Casa de Oración Ecuménica Monte Maria”, encuentros familiares los domingos.
Clínica Rural, Casa de oración, Labor Social, Oficina de lunes a sábado a partir de las 10:00 horas. Los rótulos con estas frases salpican la fachada que es un mosaico de unos veinte metros de frente saturado de imágenes, letreros y macetas que anticipan lo que estos muros guardan en su interior.
Es la finca marcada con el número 78 y también con el 78 A de la calle Hidalgo de San Pedro Tesistán. Este lugar encierra el proyecto inconcluso del Padre Rafael Guillen Lepe. Desconozco cuales son las medidas de este sitio lo cierto es que el fondo y uno de sus costados abarca toda la manzana.
Vamos tres; Angélica, Celina y yo. Entramos por un costado, el ladrido de un par de perros nos recibe en el primer pasaje tras abrir el cancel de metal.
En la pared cuelgan unos cuadros con pinturas al óleo separados entre ellos por un medio metro de distancia, están firmados por “Camarena”, se alcanzan a contar al menos una decena. En ellos hay personajes de la religión católica, desde el piso de tierra del primer pasillo se respira humedad. Avanzamos hasta una senda que se ve iluminada, es un pequeño patio en donde se cuelan los rayos del sol a través de la copa de un enorme árbol de mezquite. Desde ahí se observan las puertas y ventanas de las habitaciones del primer piso, se cuentan al menos unas quince.
Parece que este lugar estaba proyectado para algún teatro al aire libre porque tiene un conjunto de escaleras de concreto al fondo, frente al patio despejado que pudiera ser el escenario. Detrás de las escaleras hay un espacio como una cabina.
Salimos del patio y seguimos por el pasillo de vez en cuando iluminado por los pequeños rincones descubiertos. De todas las paredes cuelgan imágenes religiosas y fotografías de Papas y Obispos. Al final del pasillo se observa el rostro sonriente de una mujer cubierta de la cabeza por un manto negro. Es Santa María Guadalupe García Zavala.
Muestra de la colección de cuadros pintados al óleo que se resguardan en el lugar. Foto: María del Refugio Reynozo Medina.
Después de doblar a la derecha hay otro patio arbolado circulado por pequeñas salas de estar descubiertas y saloncitos, ahí hay guardados una serie de diez cuadros pintados al óleo, son fragmentos bíblicos, el lavatorio de pies, el sacrificio de Isaac, el maná que cae del cielo y algunas escenas apocalípticas. Están firmados por “Refugio”. En un rincón, acomodados en una torre, hay otros proyectos de cuadros, son reproducciones en papel de más escenas bíblicas. Son al menos unos treinta y otro puñado más de unos veinte cuadros de Camarena y Refugio, recargados en una pared. Los vivos colores recrean los palacios de la antigua Jerusalén, los rostros de María y de los ángeles. También hay cuadros de retratos a lápiz de jerarcas católicos con una firma desvanecida.
Estamos ahora en otro de los patios, hay un nicho con una escultura del Sagrado Corazón en su interior que alcanza el tamaño de una persona. Las enredaderas secas que brotan del segundo y tercer piso parecen venirse encima. La maleza en el piso, forma una montaña que cubre el patio central y vuelve aún más desolado el lugar.
-Al padre no le gustaba que nos metiéramos- dice una voz.
Le pido permiso en mis pensamientos.
Retrato a lápiz del padre Tito, del que se desconoce el autor. Foto: María del Refugio Reynozo Medina.
Estamos justo afuera de la capilla que constituye el espacio central de este lugar, una pequeña escultura de un ángel blancuzco que cuelga de la pared, da la bienvenida, sostiene una tinaja con agua que ahora es de lluvia pero algún día fue de agua bendita.
Un conjunto de sillas tubulares tapizadas de vinil rojo están acomodadas en filas y forman un pasillo que lleva al altar principal. En el recinto en el que caben unas cincuenta personas, hay una docena de esculturas, entre ellas la Virgen de la Asunción y La Santísima Trinidad. En el altar central está San José con el niño en brazos, la Virgen María y un Cristo crucificado. Además la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego. Un retrato del padre Guillen en blanco y negro sobre una repisa de madera ocupa el espacio central. Hay un par de reclinatorios forrados de una tela tinta con marcas de polvo. Estoy justo frente a la fotografía del padre, le pido permiso de caminar por esta casa y agradezco poder entrar a la intimidad de un espacio, que durante 30 años estuvo construyendo, al amparo de la soledad y de la firme intención de ofrecer servicios espirituales.
A un costado, hay una especie de sacristía de reducido tamaño, ahí en un armario cuelgan las casullas sacerdotales, son unas cinco, las demás se las llevaron unas religiosas que visitaron la casa. En la parte superior, hay un espacio para un coro, ahora está húmedo y con agua almacenada por las gotas que se filtran desde el techo.
Salimos de la capilla y vamos a la última alcoba que habitó el sacerdote; la cama está cubierta con una colchoneta blanquísima bajo un polvo tamizado, unos rosarios de madera cuelgan de la pared y un crucifijo en la cabecera cubierto de polvo gris mira hacia el lecho con los brazos extendidos. Sobre la modesta cama individual reposan un pequeño sombrero de palma y un bastón de madera que fueron sus últimos compañeros.
He perdido ya la cuenta de los rincones, habitaciones y pasillos que conforman esta finca, llevamos casi dos horas de recorrido a paso lento, pisando con cuidado las escaleras a veces agrietadas y los pisos que parece se estremecen a nuestro paso.
Hay también una biblioteca que resguarda libros en distintas lenguas, misales y textos de temas religiosos.
El padre Guillen, a quien siempre en la comunidad le llamaron Tito, era originario de La Media Luna en la Sierra de Mazamitla. Llegó a radicar a San Pedro Tesistán hace más de 40 años como sacerdote del pueblo, también en Jocotepec ofreció sus servicios sacerdotales. Hablaba siete idiomas, entre ellos inglés, italiano y francés, estuvo en Roma. Y en la Ciudad de México, fue maestro de instrucción básica.
-Siempre fue muy reservado, no platicaba casi de sus proyectos.
No le gustaba tampoco recibir visitas, tenía once perros que anunciaban el llamado de alguna persona en la puerta, convivía sobre todo con sus hermanos y su madre. Solo el día de la muerte de su madre la señora Rita, acudieron las nietas a darle el último adiós en su lecho y a prepararle sus ropas para la despedida en un funeral con pocos asistentes.
Desde la muerte del padre Tito que ocurrió en agosto del año pasado, han venido muchos sacerdotes a este lugar; se han llevado algunos cuadros y objetos que son valiosos para los templos. Murió a los 74 años, en medio de su gran proyecto de vida, ofrecer una casa de oración para tener encuentros familiares cristianos, un asilo de ancianos, dispensario médico, clases para los niños y jóvenes, y asistencia espiritual para los más necesitados.
En sus funerales el señor Cura Rubén López colocó sobre el ataúd los ornamentos sacerdotales, le dijo -Eres Sacerdote y como Sacerdote te vas.
Y así partió, desde el mutismo de la casa que habitó hacia el silencio sepulcral, seguramente pidiendo a Dios como en el libro de Tobías 4, “… que lleguen a buen fin las sendas y proyectos”.
Hace un año se colocaron los primeros sellos.
Redacción.- Una vez más le fueron colocados sellos clausura al mega desarrollo inmobiliario, Poblado Ribera del Cardenal, que se ubica en los cerros entre San Pedro Tesistán y San Cristóbal, en Jocotepec. La acción se realizó debido a que el fraccionamiento no cuenta con la autorización condicionada en materia de impacto ambiental emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET). La clausura se realizó por parte de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROEPA).
Ante el retiro de sellos de clausura, la PROEPA colocó unos nuevos.
Fue en julio del año pasado cuando las autoridades ambientales del Gobierno de Jalisco acudieron al punto para colocar los sellos de clausura, pero en una nueva visita del personal de la PROEPA se percataron que los sellos habían sido retirados.
Ribera del Cardenal fue aprobado al vapor, pues a tan solo 18 días de concluir la administración 2015-2018, a cargo de Héctor Manuel Haro Pérez, se aprobó el cambio de uso de suelo en el cerro de San Pedro Tesistán para el desarrollo inmobiliario.
En décima segunda sesión extraordinaria -celebrada el 12 de septiembre de 2018-, el Pleno del Ayuntamiento de Jocotepec, autorizó dos dictámenes de usos y destinos, debido a que el área estaba fuera Plan de Desarrollo Urbano Corredor “El Molino Rojo-San Pedro Tesistán”.
Los dictámenes fueron emitidos por la dirección de Desarrollo Urbano y en los escritos presentados para la solicitud del Dictamen de Usos y Destino, se pidió cambiar el uso de suelo de forestal a habitacional para densidad H4 o H3, a fin de desarrollar un proyecto habitacional en dos predios con unidad topográfica ubicados a 500 metros de la carretera Guadalajara-Morelia. El 12 de septiembre del 2020, el entonces director de Desarrollo Urbano autorizó los dos dictámenes para una zonificación de “Habitacional Unifamiliar Densidad Media (H3) y Mixto central”. Ese mismo día, estos diagnósticos fueron sometidos al Pleno del Ayuntamiento por el Presidente Municipal para su aceptación durante la décima segunda sesión extraordinaria; siendo aprobados por mayoría calificada.
“El Presidente Municipal Pone a la alta consideración de los ediles de dos Dictámenes de usos y destinos para los predios, ubicados al sur del Poblado de San Pedro Tesistán, con cuentas catastrales 000603 Rc y sin número de cuenta, expedidos por la Dirección de Desarrollo Urbano de acuerdo al artículo 2 del Reglamento de Planes Parciales y Desarrollo Urbano del Municipio de Jocotepec; se dictaminaron como predios HABITACIONAL UNIFAMILIAR DENSIDAD BAJA (H3) y mixto central, compatible para desarrollar usos habitacionales”, se lee en el punto de acuerdo, que fue aprobado por el -entonces- Presidente, Héctor Manuel Haro Pérez; el Síndico, Arcadio Cornejo Gutiérrez; y los regidores Jesús Orozco Cuevas, María Cristina Xilonzóchitl Ocampo, Gabriel Aniceto González, Ilda Delia García Soto, Felipe de Jesús Rangel Vargas, Dulce Carmina García Enciso, Jesús Palos Vaca y Claudia Guadalupe Núñez Mora; mientras que Esther Judith Ochoa Mora ese día presentó una falta justificada.
El desarrollo inmobiliario sigue ofreciéndo terrenos en venta.
Posterior a la aprobación de los dictámenes de uso de suelo, el 24 de septiembre -a seis días de concluir la administración 2015-2018-, la dirección de Desarrollo Urbano otorgó una Licencia de Urbanización Parcial al fraccionamiento Poblado “Ribera del Cardenal” a nombre de los solicitantes: Brenda Pulido Chávez y J. Jesús Aguilar Ramírez, por esta licencia se pagó al municipio un millón 313 mil 747 pesos con 47 centavos.
La actual administración no ha puesto trabas a los constructores, pues el 15 de diciembre del 2020, el Pleno del Ayuntamiento de Jocotepec autorizó el cambio de uso de suelo, de agrícola a densidad media habitacional (H3-9, de un polígono de más de 45 hectáreas) para el desarrollo ubicado en el cerro de San Pedro Tesistán. Con el tercer polígono aprobado, la extensión total del proyecto inmobiliario pasó a ser de 120 hectáreas.
La construcción del mega fraccionamiento está a cargo de la desarrolladora “Gropo Sinow” con sede en León Guanajuato, siendo promovida comercialmente por Century 21. Actualmente el fraccionamiento sigue ofertando lotes por parte de una empresa inmobiliaria, por lo que la dependencia estatal alertó a la población a no comprar en preventa lotes en fraccionamientos, sin antes revisar que éstos cuenten con todos los permisos correspondientes para evitar poner en riesgo su patrimonio o economía.
También, mediante un comunicado se exhortó a la ciudadanía a hacer de la denuncia popular una herramienta constante que permita, de manera conjunta, hacer valer la normatividad ambiental vigente en favor del equilibrio ecológico de Jalisco, poniendo a disposición de la población en general el teléfono 3330308250 extensiones 56214, 56217 y 56242, así como el correo: denuncias.semadet@jalisco.gob.mx
Foto: Archivo.
Redacción.- Nuevamente el mega desarrollo inmobiliario, Riberas del Cardenal, en Jocotepec, fue clausurado por no contar con la autorización condicionada en materia de impacto ambiental emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet). La clausura se realizó por parte de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa).
Clausura del desarrollo inmobiliario.
En julio del 2020, la dependencia había realizado la colocación de sellos de clausura en algunas partes del desarrollo inmobiliario, pero estos fueron arrancados, como si nada hubiese pasado, es más, el punto sigue siendo ofertado por una empresa inmobiliaria.
La dependencia estatal exhortó en un comunicado a la ciudadanía a hacer de la denuncia popular una herramienta constante que permita, de manera conjunta, hacer valer la normatividad ambiental vigente en favor del equilibrio ecológico de Jalisco, poniendo a disposición de la población en general el teléfono 3330308250 extensiones 56214, 56217 y 56242, así como el correo: denuncias.semadet@jalisco.gob.mx
De igual manera, Proepa alerta a la población a no comprar en preventa lotes en fraccionamientos, sin antes revisar que éstos cuenten con todos los permisos correspondientes para evitar poner en riesgo su patrimonio o economía.
Aún se está determinando la cantidad de hectáreas afectadas por el fuego.
Miguel Cerna.- Luego de acreditar una presunta responsabilidad por el incendio registrado -el pasado dos de mayo- en la localidad de San Pedro Tesistán, el Municipio de Jocotepec inició un procedimiento legal para sancionar pecuniariamente por el daño causado.
Hasta el momento, se sigue determinando el área devastada por el fuego, ya que inicialmente se habló de 60 hectáreas pero la cifra subió a 100, por lo que se sigue trabajando en los dictámenes respecto al proceso que se abrió.
De acuerdo con el Presidente Municipal, José Miguel Gómez López, -tras las primeras indagatorias- se apunta al propietario del terreno como el responsable, mismo que alegó contar con un permiso de desmonte.
“Ya se entró en comunicación con el propietario del terreno, quien manifiesta que él tiene un permiso de desmonte y sí lo tiene, pero una cosa es desmonte y otra cosa es tala: desmonte es limpiar la maleza; entonces, se le está demostrando a él que hay árboles dañados”, apuntó.
Tras registrarse el siniestro en el cerro ubicado frente a la localidad de San Pedro, Gómez López aseguró a Laguna que no dejaría impune el tema, por lo que anunció que el Gobierno Municipal está buscando sancionar al responsable o, en caso de llegar a una negociación, resarcir el daño.
“El señor ya estuvo aquí conmigo. Le avisé que está bajo un procedimiento del reglamento municipal; eso no quita que pueda tener repercusiones estatales o federales, solamente en Jocotepec ya va a tener una repercusión”, sentenció.
Ante el evento, ciudadanos de la delegación denunciaron a medios estatales una presunta relación entre los incendios con los intereses de los empresarios que pretenden construir fraccionamientos a lo largo de ese corredor.
Redacción.– Fue hallado el cuerpo del pescador que volcó su lancha para después hundirse en el lago. El incidente se registró el viernes en la población de San Pedro Tesistán, municipio de Jocotepec.
Durante el sábado, con ayuda de Bomberos de Guadalajara, fue localizada la embarcación, pero no el cuerpo del hombre y ya caída la noche por lo que las labores se tuvieron que suspender.
La búsqueda se reanudó durante la mañana del domingo 14 de octubre. El pescador tenía 30 años y era habitante de San Pedro Tesistán.
El cuerpo fue trasladado a las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
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