Pescado para venta en San Juan Cosalá. Foto: Semanario Laguna.
Redacción.- Pescadores de San Juan Cosalá denunciaron una disminución de hasta el 80 por ciento en la cantidad de pescado extraído, debido principalmente a la intromisión de personas foráneas que practican una pesca indebida en el Lago de Chapala.
De acuerdo con algunos de los consultados, son las redes conocidas como “mangueadoras” las causantes de la baja producción de pescado, mismas que son utilizadas por personas externas a su comunidad, cuya presencia inició en el 2020, junto con la pandemia. “Se han apropiado de zonas y pescado que corresponde a pescadores cosalenses”, afirmó uno de los inconformes, cuyo nombre prefirió mantener en el anonimato.
Los cosalenses reiteraron que el gremio de los pescadores se encuentra asociado y cuentan con los permisos correspondientes para avalar su actividad productiva, además de que regulan su actuar en el sector agropecuario.
“Tenemos una asociación. Dicen que estemos al pendiente para correrlos (a los foráneos), pero no vamos a andar a deshoras en la laguna; damos 100 pesos mensuales, se paga permiso al año y también por la lancha, y no es justo que nos invadan y quiten nuestro trabajo”, opinó uno de los pescadores.
Las redes mangueadoras están prohibidas entre los pescadores locales, debido a que cuentan con orificios muy pequeños y abarcan grandes zonas de pesca. Según el reporte de los cosalenses, los pescadores foráneos trabajan por las noches, llevándose grandes cantidades de producto a diario.
“Sacaban hasta toneladas (diariamente), pero ahora ya solo cientos ya que ya se lo acabaron”, reiteró uno de los inconformes.
Por tales motivos, los cientos de kilos por día que extraían diariamente los locales, bajó a 20, 15 y hasta cinco kilos. “Si la baja fuera por contaminación, la gente se enfermaría por comerlo o habría pescado tirado al borde en la laguna”, concluyó uno de los pescadores.
El vehículo se impactó en un poste frente a uno de los restaurantes de Piedra Barrenada. Foto: Semanario Laguna.
Redacción.- Un fuerte choque se registró la madrugada de este viernes en Piedra Barrenada, antes de llegar a la localidad de San Juan Cosalá, Jocotepec, hablándose de manera preliminar de dos personas fallecidas y otra más lesionada.
El percance sucedió poco antes de las 5 de la mañana, el vehículo en color azul rey circulaba en sentido de Chapala a Jocotepec, pero en una de las curvas de la zona restaurantera perdió el control y salió proyectado frente a uno de los restaurantes, quedando el auto estampado en un poste de cemento perteneciente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Al lugar llegaron servicios médicos para trasladar a Jocotepec la persona que resultó lesionada, mientras que policía municipal se quedó a cargo para esperar la llegada del personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Pozo Zaragoza, en 2022. Cortesía.
Redacción.- Después de varios meses de fallas en el pozo Zaragoza, el cual se encarga de suministrar agua potable en el barrio de Fátima y parte de la calle La Paz en San Juan Cosalá, será reemplazado de nuevo, a pesar de que el motor actual tiene aproximadamente siete meses de uso, Sin embargo, no tuvo los efectos que se esperaban.
Se prevé que otro motor podría ser la solución al funcionamiento deficiente y crónico de la distribución de agua potable. Las consecuencias han sido personas comprando agua, posponiendo actividades fundamentales como bañarse, limpiar; llenando tinas e infinidad de quejas.
De parte de la delegación de San Juan Cosalá se espera que el reemplazo del motor sea la solución al problema que ha afectado a infinidad de hogares. Aún no se sabe cuándo quedará resuelta su intervención.
Mural que decora la plaza principal de San Juan Cosalá. Foto: María del Refugio Reynozo Medina.
Por: María del Refugio Reynozo Medina.
Una de las fincas que conforman el paisaje de San Juan Cosalá en el municipio de Jocotepec, es la antigua escuela primaria e internado que alguna vez fundó el sacerdote Alberto Macías Llamas. Las viviendas y locales de negocios se extienden a lo largo de la carretera Chapala-Jocotepec, y por las calles empedradas se llega al corazón de la localidad; el jardín principal con el kiosco central de arcos pronunciados. Justo enfrente está la parroquia de San Juan Bautista.
Desde aquí se pintan azules las aguas del lago de Chapala que está a solo metros de las casas más cercanas. Uno de los muros contiguos a la Delegación pinta un paisaje acuático con un mural de personajes de piel terrosa que coinciden con garzas y cangrejos. De la boca de un rostro femenino emergen peces que salpican el mural.
Mientras tanto, en la vivienda de Doña Inés hay un delgado hilo de agua que sale por la llave y una fila de botes para almacenar lo que se pueda. Porque la mayoría de veces llega el agua por la noche y hasta la madrugada.
-A esa hora ni cómo lavar-.
“Hace muchos años, la señora Ana Lilia todavía iba a lavar con agua de la laguna”.
Ahora ni para lavar sirve. Está negra y aparecen ronchas en la piel con el contacto.
Otra señora, en una de las viviendas dice que un día hay agua, otro día no y cuando hay está amarillenta y maloliente.
Con la señora Olivia tuvo que ir un fontanero a destapar la tubería porque estaba obstruida con arena; a causa del desgaste de la bomba que “jala tierra”.
La bomba del barrio de Fátima, dicen que es la misma que puso el padre Alberto Macías, hace unos cincuenta años y desde entonces no se ha renovado.
La mujer de una de las privadas, compra una pipa de agua al menos una vez al mes. El agua llega muy poca en la noche o no llega. La pipa con 10 mil litros de agua le cuesta 700 pesos. Recuerda que una ocasión duraron en el barrio hasta un mes sin agua y en aquel entonces las autoridades respondieron ante los reclamos que se esperaran, que al cabo ya iba a llover.
Gracias a las casas bonitas de arriba sí nos llega agua, dice otra mujer.
En las redes sociales; los habitantes protestan.
“Dejen de llenar pipas del pozo de la Zaragoza para los fraccionamientos”, dice una opinión.
Son ya dos o tres años los que han pasado con este problema, según los pobladores, que han perdido ya la cuenta y esperan mejores tiempos.
Zona pegada al Lago de Chapala, en San Juan Cosalá, donde se pretende desarrollar una torre habitacional. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Una nueva torre habitacional se pretende construir a las orillas del Lago de Chapala, en San Juan Cosalá, se trata de “Quinta Tula” en su segunda sección, que según sus propios gráficos de venta, terminará de privatizar la zona de playa, pese a no contar con autorización federal, teniendo solamente permisos del Gobierno de Jocotepec.
La empresa inmobiliaria ilustra con imágenes el cómo quedará la construcción, mostrando un muelle y acceso exclusivo para los residentes de los lujosos departamentos a la zona pegada al Lago. Mediante una solicitud de información enviada a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), se obtuvo como respuesta el no haber encontrado alguna concesión para la construcción en zona federal correspondiente a calle La Paz, con el número 305, mientras que en una búsqueda en el mapa localizador REPDA de Aguas Nacionales, zonas federales y descargas, de la misma dependencia federal, no se marca la zona con algún tipo de concesión.
La construcción cuenta con permisos para construcción, autorizados por la Dirección de Desarrollo Urbano. Mediante una solicitud de información, se pidió al Gobierno de Jocotepec información respecto a la autorización del desarrollo vertical, respondiendo con una licencia de construcción con el folio 1969, en una hoja con membrete de la administración 2015-2018, pero con un sello correspondiente a la administración 2018-2021, documento que en su gran mayoría se encuentra ilegible.
José de Jesús Gaytán Cuevas, Director de Desarrollo Urbano de Jocotepec, admitió que sí se otorgaron permisos para la construcción, pero asegurando que solamente se hicieron para la zona que no está pegada al Lago.
“Quinta Tula tiene su licencia en regla, y lo que se autorizó es únicamente lo que tiene en propiedad, en escritura pública, lo que es zona federal ahí no se les dio autorización de nada, hay unos muros por ahí que están, pero son muros viejos que ya estaban hechos desde hace muchos años, yo desconozco de eso, yo nada más le firmé licencia, pero por lo que tiene de propiedad, únicamente, porque sí está pegado a zona federal pero ahí únicamente han hecho maniobras para hacer revolturas para la construcción, pero no hay autorización de hacer nada en lo que es zona federal”, aseguró el Director de Desarrollo Urbano de Jocotepec, José de Jesús Gaytán Cuevas.
Mientras tanto, parte de los habitantes de San Juan Cosalá se dijeron en contra de que se sigan privatizando áreas de playa. “Se supone que si nos ponemos de acuerdo los de aquí, vamos a aceptar que no. Que no hagan eso, que primero nos tomen en cuenta como ciudadanos que somos del pueblo, así como nos toman en cuenta para andar para allá, que quién va a ganar, en las votaciones y eso, también que nos tomen en cuenta para eso”, comentó la señora Leticia, habitante de San Juan Cosalá.
Otros consideraron que autorizaciones de ese tipo deben ser consultadas con la ciudadanía. “Cuando hay votaciones sí nos apoyan y todo, hasta nos dan dinero de a escondidas, esto que está pasando yo diría que no”, dijo una vendedora de la población.
También hubo quienes vieron el tema como un beneficio para la localidad. “No pues estaría bien, tiene beneficios, por los departamentos. Trabajo para la gente, todo eso, la construcción”, consideró José Guadalupe.
Y algunos lo vieron con buenos ojos, siempre y cuando se otorguen empleos a la población local. “Cómo en Piedra Barrenada la mayoría somos del pueblo, los trabajadores, pero si aquí va a posicionarse alguien que no dé esa posibilidad de empleo, si está como que no tiene caso, porque no va a haber tantos beneficios”, dijo Gabriela, joven de 22 años.
Por lo pronto los trabajos para la zona de departamentos de lujo continúan, sin saber si las autoridades federales realizarán una inspección en el lugar.
Válvula, tubería y drenaje de calle Juan Pablo II, en construcción, en esquina con calle Cardenal. Foto: Alma Serrano
Alma Serrano.- Fue colocada una válvula en la calle privada Juan Pablo II, en San Juan Cosalá, con el fin de distribuir agua a vecinos de dicha arteria, que no reciben agua de otros pozos. La obra comprende agua y drenaje.
Los trabajos iniciaron a principios del mes de diciembre y terminarán a finales de mes, así lo mencionaron el delegado, Carlos Vázquez y trabajadores de la obra.
Los vecinos de la calle Juan Pablo II mencionan que no tenían agua antes, sino que los vecinos les pasaban con una manguera para poder usarla en lo fundamental, como bañarse, lavar y limpiar sus hogares.
“Nos pasan agua los de la calle de arriba, que mi papá les pide. Se supone que ya pusieron la bomba pero todavía falta que la conecten”, mencionó una adolescente.
Juanpi Medeles a los 26 años de edad. Foto: Alma Serrano.
Juan Pablo Medeles Córdova, alias Juanpi Medeles, es un compositor-arreglista y violinista, de 26 años de edad, originario de Ajijic, con talento y amor hacia la música, influido principalmente por su familia, quien lleva una línea musical extensa.
“Mi papá me enseñó lo bohemio y mi tío Manuel lo académico, la lectura y escritura. Ya en la universidad fui puliendo. Los arreglos ya los hacía, pero he mejorado con maestros particulares”.
El joven quien considera contar con más de 20 años de experiencia, cuenta a Laguna que su inicio en el ambiente artístico fue a los 5 años, cantando y jugando con el piano, sin embargo, fue de esa forma como su acercamiento a la música era cuestión de elección, pues la tenía en casa y también en la sangre.
A los nueve años decidió entrar a clases de piano, fuera de cualquier exigencia familiar, y se quedó. Tuvo como primer maestro a Emmanuel Medeles, su primo, quien era miembro del CREM, junto al director Víctor Manuel Medeles, donde aprendió a tocar, dio sus primeros conciertos y empezó a generar dinero a los 12 años, y de ahí se sumergió en aprender y prepararse.
“Me iba con Daniel y Alejandro, mis hermanos, nos íbamos a La Floresta y tocábamos casa por casa en épocas de navidad. A algunos les gustaba, nos daban cinco pesos o dulces, tocábamos en templos y nos daban dinero al final del año”, agregó el joven artista.
Medeles estudió música en la Universidad de Guadalajara y a los 18 años, trabajó en la Orquesta de Cámara de la Universidad de Guadalajara ‘Higinio Ruvalcaba’, para la cual hizo un gran esfuerzo, junto con su maestro de música, para poder ganar la audición.
Dentro de su amplia experiencia y trayectoria en la música y violín, ha compuesto para diferentes artistas y para diferentes instrumentos. Toca también órgano y piano, pero al que le ha apostado de lleno es al violín. Trabaja en el mariachi Axixic con su hermano también músico, Daniel Medeles, desde hace 5 años; además, ganó la audición para la Orquesta Sinfónica Juvenil de Zapopan y aún sigue preparándose, y explorando, lo que él considera, “su propia voz”.
Pese a que tiene talento como cantante, menciona: “me gusta hacer que las cosas sucedan, pero no me gusta ser la estrella a menos de que la estrella sea el violín”, eso le ha ayudado a ir encontrando su rol dentro del mariachi: “mis líneas son mexicano y sacra”, pero menciona a Laguna, “no fue nada fácil”, pues tuvo que desmantelar algunas creencias como músico y como persona, que le impedían involucrarse en ciertos géneros musicales y además, renunció a vivir cómodamente y tener dinero en los bolsillos por algún tiempo, para poder aprender y ser un músico profesional.
Asegura que vivir como él quiere no ha sido otra cosa, que el fruto de su disciplina, entrega y pasión. Con su intención de un constante cambio y búsqueda sobre todo de su “Ikigai”, concepto japonés que se usa para referirse al equilibrio entre: “pasión para lo que eres bueno, lo que el mundo necesita y lo que te da dinero, y creo haberlo encontrado”, finalizó.
Maceta de la calle Zaragoza del barrio de Fátima, frente a las letras monumentales de San Juan Cosalá. Foto: Alma Serrano.
A principios del mes de diciembre, por petición de cosalenses, el Ayuntamiento aceptó colocar macetas grandes en el crucero de San Juan Cosalá, una a la altura de la carretera, a un costado de la tortillería y la otra, en la plazoleta del Barrio de Fátima, en una jardinera, frente a donde se supone serán colocadas las letras monumentales de la localidad, así lo dijo el delegado, Carlos Vázquez.
Por otro lado, vecinos del Barrio afirman que a pesar de no saber quien solicitó dichas macetas, “se ven bien” y que además quienes hicieron la labor de colocarlas mencionaron, también iban a pintarlas.
“Quedaron bien las macetas, se le tuvo que poner una nochebuena para que no se miren tan vacías”, dijeron dos vecinas.
Grupo de Jóvenes del taller de música Padre Adalberto Macías Llamas. Foto: Cortesía.
Con la finalidad de ofrecer a los jóvenes una oportunidad de desarrollar el sentido musical y a la vez interactuar con la familia y la sociedad de San Juan Cosalá, se llevó a cabo el primer concierto navideño de fin de ciclo 2022, del taller de música de la Casa de Asistencia del Padre Adalberto Macías Llamas.
El evento fue organizado por el maestro y músico Enrique Rodríguez Zamora, alias El Kiki y por el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) de Jocotepec, el día 23 de diciembre a las seis de la tarde, donde participaron 18 jóvenes de entre siete y 14 años de edad, 10 varones y ocho mujeres, los cuales llevan 10 meses de preparación en instrumentos como guitarras, bajo y teclado.
El concierto donde se presentaron siete estampas navideñas, duró una hora y al terminar se procedió con una fiesta navideña: dulces, piñatas y convivencia, para las más de 50 personas que visitaron el evento.
Se espera que a partir de 2023 se lleven a cabo tres conciertos al año, uno en la primavera, otro el día 02 de noviembre y el tercero en fiestas navideñas.
Las inscripciones estarán abiertas a nuevos alumnos al reanudarse el ciclo escolar 2023, mayores informes en la Casa de Formación Adalberto Macías Llamas.
Juan Pablo Rodríguez Dolores a los 32 años de edad tocando el bajo eléctrico. Foto: Cortesía.
Alma Serrano.- Apasionado de la música y especialmente de su instrumento, fue como se definió Juan Pablo Rodríguez, un joven bajista de 32 años de edad y originario de San Antonio Tlayacapan, Chapala.
La inspiración musical llegó de la familia, pues desde su infancia su padre tocaba la guitarra en bares y restaurantes de la Ribera de Chapala, además de que sus hermanos también tocaban algún instrumento.
Su iniciación musical fue en dos coros, uno en la primaria en la que estudiaba y otro en la iglesia. Con el tiempo su padre, Valente Rodríguez y sus hermanos mayores; Diego y Alberto Rodríguez, lo incitaron a aprender a tocar un instrumento. Pese a que su papá era un guitarrista experimentado, no fue la guitarra lo que precisamente le conquistara, si no el bajo.
Fue su tío Juan Alberto Corona Vega, quien en ese momento formaba parte del Coro Redes y Cantos de Chapala de la Secretaría de Cultura de Jalisco, quien le enseñó lo básico de este instrumento. Posteriormente tomó clases con Alejandro Navarro, mejor conocido como «Lobo», quien era vocalista y músico de la banda local Charales-K.
“La música aparte de arte, es una forma de expresarse, satisfacción de generar emociones en el público y en uno mismo cuando se le pone corazón”, comentó en entrevista.
Ya en abril del 2011, junto a su compañero Emmanuel Paz García, formaron el grupo versátil llamado Guarache SAT que tuvo su debut en junio del mismo año en un bar del pueblo y se renombró casi una década después, en 2019 como La GS Band.
Asimismo, Juan Pablo Rodríguez, junto a su padre y sus hermanos formaron el trío Herencia Rodríguez, el cual duró solamente un año trabajando.
Actualmente Rodríguez Dolores y La GS Band llevan 11 años activos en la industria musical de la Ribera de Chapala, entre sus metas están tocar en eventos de “alta gama” y “pasarla bien todo el tiempo que dure la banda”, debido a que Juan Pablo considera tocar el bajo como un pasatiempo.
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